Lo que sentía exactamente era temor, me acomode nuevamente en el sillón mientras sentía arder mi pecho por le levante mi mano hasta el lugar donde lo sentía, su presencia estaba hay así que no aguarde en quejarme.
- No habías dicho que en ningún momento tendría castigo.
- Eso no se acerca a lo que es un castigo.
- Esto no es divertido.
- Podría darte una muestra de lo que si es un castigo.
- Vengo para revisarla, puede pasarse a la camilla.
Encendió la luz en ese momento, esperaba en silencio lo que podría pasarme, mi respiración empezó a ser mas rápida y mi pulso aumentaba, me incline abrazando ahora mi pecho mientras trataba de recuperar aire rápidamente.
- Maldita sea.
- ¿Qué tiene?
- No me siento bien.
Coloco su mano en mi espalda y parece que llamo a alguien, buscando ayudarme. Sentí mareo y pronto perdí el conocimiento que no tardó en convertirse en una pesadilla, seguía sin entender por que razón esto continuaba, ¿no había cumplido mi parte?
Empecé a correr por el camino que en algún momento me trajo paz, pero luego eso cambió tanto evitando lo que pedía...alguien cayó sobre mí comenzando a pelear, provocando heridas y luego apretando mi cuello.
Fuera del sueño los enfermeros corrían desesperados, Andreu que evitando llorar se prepara por si en algún momento algo sale mal y tenían que recuperarme, hasta que notaron que mi piel se ponía rojiza en zonas especificas y mi rostro se colocaba pálido, heridas comenzaban a evidenciarse, y se daban cuenta que esto no era normal.
Intente con desespero pelear hasta que lo lance a un lado queriendo evitarlo en lo posible, saliendo por una puerta y luego cerrándola sin saber en donde me encontraba, desperté entonces, todos a mi alrededor se encontraban confundidos o solo atónitos.
- ¿Qué ocurre? ¿tienen miedo ustedes? -mi tono de voz cambio por unos segundos -.
- ¿Doctor? los signos vitales se están normalizando.
Andreu_ Perfecto. Solo tráiganme lo necesario para curarla -Dice mientras trata de mirar bien las heridas-.
- De inmediato.
Andreu sin decir una sola palabra hizo la curación, no existió queja de mi parte ni siquiera una sola mueca como si ya esto fuera un hecho de todos lo días lo cual le extraño, pero a pesar de tener ganas de preguntar siendo profesional evito hacerlo. Se levantó al terminar aunque sin antes mirarme esperando algo de mi parte.
- ¿Muchas Gracias?
- Cómo le dirías que estoy detrás de todo esto.
Andreu_ Es mi deber.
- No podrías ser capaz de callarte _Dije entre dientes_ ya hiciste suficiente.
Andreu_ ¿si?
Ignore al médico, el cual se retiró después de sobarme la mano, no quise evitarlo por la agradable sensación que me proporcionaba.
Andreu_ Por lo menos solo fue el susto.
No dijo nada, aunque seguían mis dudas ¿Nadie más lo veía? No vieron más que las heridas, esto me hacía comprender aún menos lo que me estaba pasando o un entendía poco mas a donde iba. Puse mis manos sobre mi cabello jalando y haciendo un gruñido por la frustración.
Respire profundo poco después, y recosté mi torso en la camilla, mire hacia la puerta mientras pensaba en Rayan, mis padres que se revolcaban en su tumba, del contrato, los demonios que había conocido, de sentirme engañada por Marshall por que las cosas parecía que le faltaban una ficha, sin embargo, Marshall no había hecho tampoco su presencia para resolver esto. Mi cabeza comenzaba a doler lo cual no me gustaba.
- Puedes escapar de aquí cuando quieras, lo único es que no sabrás a donde. No tienes a donde ir.
- Mis amigos.
- Todos son hechos por tu imaginación, estás sola entiendes eso. Nadie te quiere, nadie te busca ¿por que no están aquí? No existen.
- Claro que existen, si existen solo que estoy soñando me desmaye saliendo del hospital con Brayan.
- Intenta comprobarlo, ninguno de ellos existen. ¿Por que te tienen sola aquí? Buena pregunta cierto.
Comencé a quitarme los aparatos a los que me conectaron, apenas caminaba estaba débil, pero decidí no prestarle atención dando un paso a la vez y cuidando de que no estuvieran cerca para detenerme, la sangre de mi mano comenzó a caer al suelo dejando pequeñas gotas por todo el camino me pegue a las paredes para no desmayarme aunque de igual manera dejando una fina línea color rubí. Una vez escuche mi nombre mientras trataba de evitar las miradas comencé a correr lo mas que pude llegando hasta las escaleras de emergencia y escapando por medio de ellas.
- ¡Xendra!
Intentaba bajar lo mas rápido que podía aunque me quede sentada a la mitad mientras sentía que por un momento el mundo se me iba nuevamente.
- No tienes para donde irte Xendra, no conoces a nadie.
la vista se me nublaba, presione torpemente la herida que tenia en la mano y acomode mi cabeza en la baranda, no podía mas y estaba que gritaba desde donde me encontraba para ser recuperada.
- !Xendra! ¿Dónde estas? No puedes irte.
- !No hagan como que se preocupan por mi! No tengo a nadie.
- Ya bajamos por ti, claro que nos preocupas y nos importas.
- ¡Dejen de mentirme!
Comencé a llorar, pero no eran lágrimas normales, eran acidas y me quemaban la piel mientras caían, sin embargo, entre mas lloraba no quería detenerme.