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La verdad es que pensé que las cosas irían bien luego de eso, Pensé que solo se había tratado de alguna gripe o un pequeño dolor de cabeza que había sufrido aquel día. Pero aquel miércoles 12 de Noviembre mi vida cambio por completo.

El día en la escuela había sido pesado, no me gustaba para nada hacer deporte pero era una materia requerida e importante para la institución así que me encargaba de hacer todo el ejercicio que fuera posible para no reprobarla.

Llegue a casa como de costumbre y estaba lista para prepárame mi almuerzo ya que no era nada extraño para mí el hecho de que mi madre no se encontrara en casa debido a su trabajo. Pero cuando entre en la cocina me topé con la sorpresa de que estaba allí terminando de hacer un puré de papa.

-Hola hija- Dijo ella mientras me observaba con una pequeña sonrisa.

Yo la observe un poco confundida mientras colocaba mi bolso encima de la mesa -¿Está todo bien?- Pregunte sin dudarlo ni un segundo (Mama nunca estaba y eso no era normal).

Ella se quedó de pie por unos segundos y aquella sonrisa repentinamente desapareció de su rostro.

-Sube a tu habitación y cambiante ¿Esta bien?-

La observe fijamente mientras aun no entendía nada, Pero decidí hacerle caso a su petición y subir hacia mi habitación. Termine de cambiarme y luego me tumbe en la cama para observar por el gran ventanal de mi habitación. Era mi vista favorita en todo el mundo, aunque me entristecía un poco el hecho de no ver a mi abuela caminando por los alrededores del jardín limpiando la nieve o llevando la leña. Mientras estaba allí acostada imaginándome una hermosa escena con mi abuela, Escuche cuando mi madre me pidió que bajara a la cocina.

Baje rápidamente la escalera pero justo antes de terminar el primer escalón pude darme cuenta de que mi padre también estaba sentado en la meza.

No entendía nada ¿Acaso había hecho algo malo?. No era normal verlos a ambos tan temprano en casa.

Me senté poco a poco y me di cuenta de que ni siquiera la comida estaba sobre la meza. ¿Entonces qué era lo que sucedía?

-Summer necesitamos hablar contigo- Dijo mi madre mientras me observaba fijamente.

-¿Hice algo malo?-Pregunte

-No querida, no pienses eso- Respondió mi padre –Todo está bien-

-Summer. Queríamos hablar contigo para contarte sobre una decisión importante que junto a tu padre hemos tomado- Suspiro un poco antes de lanzarme la bomba – Vamos a regresar a la ciudad en donde tu padre y yo crecimos-

-¡¿Qué?!- Pregunte exaltada y confundida. Sabía que papa y mama habían nacido y vivido casi toda su juventud en otro país, pero no estaba preparada para irme del lugar que consideraba mío – No. No podemos-

-Hija es una decisión que ya hemos tomado- Aseguro mi madre.

- No pueden hacerlo.- Voltee para observar a mi padre – Padre no podemos irnos-

-Sé que es algo difícil para ti mi Girasolito – Papa estaba mucho más calmado –Pero es lo mejor para..

-¡No, no es lo mejor!- Me levante de la meza enojada.

-¡Controla tu tono!- Dijo mi madre seriamente - ¡Esta es una decisión que hemos tomado pesando en la familia, es por el bien de nuestra familia-

-Las decisiones de la familia se toman con las opiniones de cada integrante madre, tu no me preguntaste si yo quería irme-

-Siéntate por favor-

-No Madre- Mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas – Este es mi hogar, no quiero irme de aquí. ¿Qué va a pasar con mis amigos y con mi escuela?. No podemos dejar al abuelo Pablo-

-No vamos a dejar a tu abuelo, el se va a ir con nosotros Hija-

-Padre ¿Qué pasara con mi abuela Cristina?-

Ambos me observaron sin saber que decir, no tenían respuesta para ello por supuesto. Simplemente los dos bajaron la mirada en formar de pesar.

Yo interprete su silencio pensando que este comentario les había tocado el alma, así que me aleje un poco para que se quedaran solos y así reflexionaran sobre este tema tan delicado.

-Summer quédate por favor..- indico mi padre cuando se dio cuenta de mi plan.

-Padre por favor piénsenlo, no tomen decisiones apresura…

-No tenemos nada en que pensar- Mi madre me interrumpió – Es una decisión tomada, regresaremos a nuestro lugar de nacimiento en unos días-

-¡Pero madre…

-¡Obedéceme Summer, ya no vas a asistir mas a la escuela-

-¡No puedo creer que me hagan esto!- Comencé a gritar - ¡No quiero irme de Noruega y estoy segura de que mi abuelo tampoco lo quiere así!- Me voltee para irme de la cocina pero luego de dar dos pasos regrese – ¡No voy a irme a ningún lado con ustedes!.¡Me quedare aquí con mi abuelo y seremos muy felices!—De nuevo me di media vuelta para salir de la cocina.

-Girasolito..- Dijo mi padre mientras se levantaba de la meza para ir detrás de mí.

-No puedo creer que apoyes a mi madre en su loca idea de regresar a ese lugar – Lo observe mientras lloraba – Papi yo soy feliz aquí, no quiero irme a ninguna parte-

-Hija debes entender por favor- Intento acercase pero yo lo esquive para irme hacia mi habitación.

-Hija.. Hija tengo Cáncer-

¿Cáncer?

Mi padre, el amor de mi vida, mi mejor amigo tenia ¿Cáncer?. No podía entenderlo, no lograba procesarlo.

Me voltee poco a poco mientras intentaba salir del gran Shock que tenía.  No quería perder a mi padre, no quería que la vida nuevamente me arrebatara a un ser tan amado. No lo iba a soportar.

Camine rápidamente hacia el para abrazarlo y demostrarle todo mi apoyo. Me quebré por completo y el también. Pero sabía perfectamente que a partir de ahora necesitaría ser fuerte por y para él.