Al dia siguiente, al amanecer, con Neil herido de muerte, la escena se llena de urgencia y angustia. Su padre, Juan, y su madre, Martina, lo sacan cuidadosamente de la camioneta, mientras que Luciana, lo sostiene de la mano con una mezcla de preocupación y determinación. Martina, con los ojos llenos de lágrimas, abre la puerta de la casa y les guía hacia adentro con gestos frenéticos pero cuidadosos.
Juntos, Juan, Martina y Luciana llevan a Neil hasta su habitación, donde lo depositan con delicadeza en la cama. Luciana se queda a su lado, sosteniendo su mano con ternura, mientras Martina se apresura a preparar todo lo necesario para cuidarlo. Juan permanece cerca, con la mirada llena de preocupación y el corazón lleno de amor por su hijo.
La habitación está llena de una mezcla de desesperación y determinación mientras la familia se une para enfrentar la difícil situación. Entre gestos de consuelo y palabras de aliento, se puede sentir el vínculo profundo que une a todos los presentes, fortalecido por el amor y la esperanza en medio de la adversidad. juntos, enfrentan la batalla por la vida de Neil, aferrándose a la fuerza inquebrantable de su unión familiar y el poder del amor que los une.
Juan que yace sentado en un sillón del cuarto cuidando a Neil
Hay que hablar con Rhozor - sugirió
¿Crees que es buena idea? - preguntó Martina
¿Quien es Rhozor? - cuestionó intrigada Luciana
Es el único que nos puede ayudar - respondió a amabas preguntas
Si eso es cierto - dijo Martina
Vamos - dijo levantándose
Salen de la casa al Garage, donde abren y agarran la esfera, Lucíana no entendía nada, Juan gira la esfera así haciendo que Rhozor-Jhei aparezca
Hola Juan, esperaba a Neil - dijo
Neil no puede esta herido gravemente - dijo
¿Qué? - contestó seriamente
¿Qué podemos hacer? - preguntó Martina
Nada, su cuerpo se curará solo - contestó
¿Qué se supone que no debemos hacer nada? - cuestionó Juan molesto
Así es, el cuerpo de los Saironians sanan solos, claro dependiendo de las heridas podría tomar hasta horas, claro nomas de 24 horas - contestó
Bueno al menos sabemos que sanará - dijo Martina
Así es querida Martina, y cuando lo haga su fuerza aumentará - comentó
Rhozor-Jhei desaparece, y todos quedan tristes porque lo único que pueden hacer es esperar a que se curar, en el cielo camino a la iglesia donde se encuentra Pyrrothor, Pyrrktaan va volando acercándose a la iglesia, al llegar aterriza en el tejado.
¿Qué haces aquí Pyrrktaan? - preguntó intrigado acercándose a su aliado
Maté al Saironian - contestó con orgullo
¿Cómo que lo mataste? - cuestionó extrañado
Si, fui por el, pelee y gane - contestó
¿Así de fácil ? - preguntó
Si, apenas y me esforcé - contestó
Bien echo Pyrrktaan, ahora busca la siguiente pieza - sugirió
Si señor - dijo para después irse volando.
Pyrrothor celebra, mientras tanto en el cuarto de Neil, Luciana se encontraba a su lado sosteniendo la mano de Neil con preocupación, Martina entra con un poco de agua para hidratar a Neil, pero se detiene al ver a Luciana.
Pensé que estabas en tu casa - comentó
No, ya avisé que voy a llegar tarde - dijo
Luci, tus padres deben estar preocupados desde ayer no te ven - dijo sentándose en la orilla de la cama, dejando la botella en el buró
Lo se, pero Neil también me preocupa - comentó
Sientes culpa - dijo mientras le ponía un popote al vaso de agua
Si, es solo que no le conteste, no sabía que él estaba pasando por esto - dijo
No es tu culpa Luci, nosotros le dijimos que no dijera nada por tu seguridad y la de los que lo rodean - contestó
¿Desde cuando tiene estos poderes? - preguntó
Martina ignora la pregunta y le da agua a Neil y después deja el vaso de nuevo en el buró
Ven, vamos a darle espacio para que se recupere, no debe tardar - sugirió levantándose
Si - contestó también levantándose
Estas salen de la habitación, Neil abre un ojo, todos se encontraba en la sala cuando un misterioso ruido resonó en el aire, rompiendo el silencio y atrayendo la atención de Juan, Martina y Luciana. Con el corazón acelerado, corrieron hacia el origen del sonido, solo para encontrarse con una escena magnifica,
En el jardín, a la luz de la luna, vieron a Neil flotando en el aire. Sus padres y Luciana se quedaron boquiabiertos, sin palabras para expresar su alegría al ver a Neil completamente curado.
Con un suave descenso, Neil aterrizó suavemente en el césped, donde fue recibido por Luciana con lágrimas de alegría y abrazos amorosos de sus padres. Juntos, compartieron un momento de asombro y gratitud por que Neil se había curado, sabiendo que estaban siendo testigos de algo verdaderamente extraordinario.
En la quietud de la noche, rodeados por la alegría, Juan, Martina y Luciana se aferraron el uno al otro con renovada fe y esperanza.