Sunny

CINCUENTA Y SIETE

Pasó un minuto completo mientras Sunny miraba su teléfono y el nombre en la pantalla. No se atrevía a ver qué había respondido Betty porque una parte de ella tenía miedo de que por fin se decidiera a sacar el demonio que llevaba dentro y terminara diciéndole todos los insultos que sabía que tenía guardados.

Volvió a dejar el teléfono en la mesa de noche y se sentó sobre la cama lanzando una mirada de cautela al aparato, como si fuera a morderla.

Necesitó respirar profundamente tres veces antes de tomar su celular nuevamente y entrar a la conversación sin ceremonias. El mensaje de Betty era breve y crudo, tal como ella:

Betty👽: ¿Casi segura? Debiste pensar mejor tu discurso. Hasta Max hizo un mejor trabajo.

Sunny se quedó mirando el mensaje sin saber qué decir. Si era honesta, ni siquiera sabía que significaba del todo, pero le pareció cómico que la respuesta de Betty fuera similar a la ella misma le había dado a Patrick cuando aseguró que “creía amar” a Susan.

Betty👽: ¿Se supone que ahora tú me vas a dejar en visto cuando al fin te hablo?

Sunny suspiró antes de responder con la mayor honestidad posible.

Sunny: Es que no sé qué decir.

Betty👽: Puedes decir “sé que te mentí y merezco que me odies pero después de que tu hermano me persiguiera y me acosara, terminé enamorándome de él perdidamente como una tonta y ahora no podemos estar separados”.

Esta vez Sunny necesitó más de un minuto para recuperarse de esas palabras. Pero Betty volvió al ataque antes de que ella pudiera responder.

Betty👽: Y ahí veré si de verdad quiero perdonarte.

Sunny: ¿De donde se supone que sacaste tanta información?

Betty👽: Ya te dije. Me lo contó Max.

Sunny: ¿Hablaste con Max?

Suponía que eso era un logro, si Betty acababa de tener una conversación con Max, por corta que fuera, quería decir algo. ¿O no? Pensaría en eso e ignoraría a propósito las palabras como “perdidamente enamorada”.

Betty👽: Esta mañana. Está insoportable, ¿sabías? Ha pasado las últimas dos semanas discutiendo con mamá.

Betty👽: Kristal dice que es porque no quieres hablarle, es cierto?

Sunny: Es complicado y es un tema que no pienso tratar contigo. Kristal tampoco debería.

Betty👽: 😑

Betty👽: En fin, ¿qué le pasó a tu amigo el raro?

Sunny: ¿Qué?

Betty👽: Dijiste que acabas de perder a tu mejor amigo.

Sunny: Sí, eso.

Sunny: Va a mudarse a Boston. Con Susan, mi hermana.

Esta vez, Betty tardó un poco más en contestar.

Betty👽: Se va a arrepentir. Ella no es mejor compañera que tú.

Sunny: Tú no sabes eso. Además no es su compañera. Son novios o algo así.

Sunny: Cree que está enamorado de ella.

Sunny:😑

Betty👽: 😮‍💨

Sunny: ¿Qué?

Betty👽: ¿Es de mayores eso de poner palabras como “creo” o “supongo” antes de hablar de amor?

Betty👽: Hace un mes Jerry Quinn, un niño de mi clase, le dijo a Rose Salt que la amaba y que se casarían al terminar la escuela. Pero tú y tu amigo no lo dicen. Solo dicen que “creen”.

Betty👽: Max me dijo que estaba enamorado de ti. No dijo “estoy casi seguro”.

Solo con leer esas últimas palabras, Sunny olvidó todo lo anterior que la niña había escrito. Hasta ese momento había estado ideando un breve discurso para responder a su pregunta, pero lo único que pudo escribir fue:

Sunny: ¿Max te dijo eso?

Betty👽: Ya te dije. Habló conmigo esta mañana. Me pidió que no estuviera molesta contigo porque él es el culpable de todo.

Betty👽: Igual estoy molesta con los dos.

Betty👽: También me dijo por qué discute todo el tiempo con mamá.

Sunny: ¿Ah sí?

Aquella niña era una experta para llevarla de un lado a otro y no dejarla asentarse en ningún tema.

Betty👽: Sé que lo sabes.

Sunny: Aja. Pero lo importante es qué opinas al respecto.

Betty👽. No sé. Es raro. Nunca se me ocurrió que Max quisiera vivir conmigo.

Sunny: Quiere que seas feliz.

Una vez más, Betty se quedó en silencio y pasaron unos minutos en los que Sunny podía verla en línea, aunque no le respondiera. Sabía que de nuevo no sabía qué decirle, pero en esta ocasión, decidió darle espacio.

Lo gracioso era que, aunque Betty no hubiera hecho nada para animarla, de repente se sentía menos hecha mierda.

Siete minutos más tarde (y sí, los contó), Betty volvió a escribirle.

Betty👽: Sigo furiosa contigo, Sunny. Pero me gustó hablar.

Betty👽: Te escribo mañana. Tengo que irme.

Sunny quiso contestar muchas cosas a ese mensaje, pero nada vino a su cabeza así que se conformó con enviar un “De acuerdo. Descansa” y se quedó sentada en su cama sin cambiar de posición. Sus ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad del cuarto.



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En el texto hay: romance, niniera, comedia juvenil

Editado: 04.10.2024

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