Susurros en la Oscuridad

¿Qué es el amor?

¿Esto es amar? ...

 

Quiero decir, sentirse así tan vacío y lleno a la vez; sentir un gran odio y un gran amor con sólo pensar en esa persona y saber que no eres nada para ella.

 

¿El sufrir significa amar?

 

 

Que extraña es la vida en verdad es ilógica e incluso parece irreal, la monotonía abruma cada segundo, cada minuto de tu existencia y sólo te queda suspirar y continuar con lo que viene siendo tu vida.

 

Monotonía...

 

 

Esa palabra abarca muchos temas e incluso abarca mi vida cotidiana, mi vida es muy normal, muy común, simple y patético.

 

Llegué al punto de desear cambiar completamente mi vida que ocurra algo imposible, algo irreal; un sueño, tal vez, que me haga despertar de una vez y así poder sentir algo más.

Mi deseo se hizo realidad llegó aquello que tanto pedí, aquello imposible que busqué, aquello que me sacó de aquel sueño y me sumergió a una irreal realidad.

 

La conocí, Nieve una hermosa chica de cabello rojo, lentes y ojos color verde miel su sonrisa era preciosa el tono de su voz era muy dulce al verla me enamoré completamente, su cuerpo era hermoso, su cintura preciosa y su caminar era como una hermosa doncella, una princesa de cuentos.

 

Me acerqué y le sonreí invitandole un café la joven, esta confusa ante mi inesperado acercamiento se limitó a responder dándose la media vuelta e irse, suspire, fui un idiota por actuar tan repentinamente estaba claro de ya la había asustado o que ella había pensado lo peor de mi. Actuar repentinamente ante una mujer fue bastante ilógico no fue típico de mi asique decidí irme del lugar aún pensando los "porque" de mis acciones.

 

Los días pasaron y no podía olvidarla su hermoso rostro estaba grabado en mi cabeza, estaba volviéndome completamente loco; su cintura, su caminar, el color de su pelo necesitaba verla; necesitaba que me saque de este sueño una vez más. Parecía como si estuviera hechizado, como si algo me hubiera hipnotizado algo poco común algo como ya mencione antes irreal o incluso ilógico.

 

¿Acaso eso era amor? ...

 

 

Un mes después la vi en un bar estaba de espaldas leyendo un curioso libro negro, estaba nervioso no quería asustarla y perderla de nuevo. Me senté en una mesa cercana, pedí un café y me limite a verla a lo lejos sonriendo cuán niño enamorado. Me hacía feliz el sólo verla ahí, tan tranquila, tan hermosa, tan ingenua de mi existencia parecía un ángel algo de otro mundo, admirable de ver podría pasar extensas horas con tan sólo mirarla.

 

Se percató de mi presencia de mi mirada hacia ella y solo de limito a sonreír como si nada pasará, luego unos minutos se levantó repentinamente de su asiento y se acercó hacia mi. Mis nervios aumentaron, estaba asustado no tenía la menor idea de que hacer, la mire a los ojos con un sonrojo en mis mejillas ella solo se sentó a mi lado y prosiguió a decir:

 

- ¡Hey! Hola... soy Nieve es un placer conocerte. Lamento lo del otro día, el irme de esa forma fue descortez de mi parte es que en verdad me sorprendiste mucho.

 

 

Mis piernas temblaban, mi respiración era agitada trague saliva, di un suspiro para finalmente mirarla y responder con mas calma.

 

- H-Hola... un placer soy Allan, en verdad lamento eso es que trate de ser gentil pero la verdad es que soy un completo idiota. Era normal que te asustes y vayas de esa forma, me sorprende que no hayas actuado de una manera más agresiva ya que estarías en todo tu derecho, lo lamento en verdad el asustarte solo trate de ser gentil...

 

 

Respondí sumamente sonrojado; recuerdo la conversación tan clara, tan simple como si ambos hubiéramos estado conectados desde el inicio, la charla siguió con normalidad, la verdad es que teníamos muchas cosas en común y Nieve era una mujer encantadora, la chica de mis sueños, mi gran amor.

 

Era inevitable sentirme atraído por ella parecía ser alguien de otro mundo como ya dije, su voz era dulce, su pensamiento y actitud inigualables era segura de si misma pero a su vez era tierna e ingenua parecía una dulce niña, mi hermosa pequeña cada minuto, cada segundo la amaba con más fuerza.

 

Pasaron los días incluso pasaron meses y Nieve me volvía cada vez más loco; sus labios, su piel, su aroma provocaba en mi una increíble lujuria quería, deseaba tenerla sólo para mi. No me bastaba que estuviéramos sólo 5, 6 o incluso 9 horas diarias la necesitaba las 24 horas del día a mi lado, mordia su cuello tocaba su cintura ella debía ser para mi, lo deseaba, lo necesitaba.

 

Recuerdo que más de una vez intente hacerla mía pero ella sólo me daba un corto beso y se alejaba de mi repentinamente, el verla huir, el sentir que se alejaba de mi me provocaba desesperación, irá, enojó, incluso frustración sabía que estaba mal pero su cuerpo, su aroma me tentaban era mi mayor pecado me perdía en su aroma, en su piel, en ella era como si me hubiera hechizado, estaba perdido en ella en lo que sentía, en lo que quería parecía tan irreal el sentir algo así por alguien era tan ilógico.

 

Algo me estaba volviendo loco, lo sabia bien, era algo que me atraía a ella, a su hermoso cuerpo como si fuera una droga como si se activará en mi un instinto animal que al pasar los días, las semanas se volvía cada vez más fuerte casi imposible de controlar.



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En el texto hay: terror, ficcion, relatoscortos

Editado: 30.06.2020

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