Llegue tarde al colegio como todos los días. Caminaba distraída hacia mi salón llevando mi café caliente, hasta que de pronto choque con alguien, alce la mirada y era Max, le pedí disculpas por haberlo manchado con mi bebida y dijo que las aceptaría si me arrodillaba ante él, cosa que yo no pensaba hacer, todos nos miraban desconcertados.
Max era como su ídolo, nadie podía desobedecerle por ser el hijo de los dueños colegio, él podía hacer y deshacer porque todos le temían, aun así, yo no me iba a arrodillar, me gritaban arrodíllate insistentemente y yo solo me eché a reír y me fui.
Al día siguiente, una nota circulaba por las manos de todos, aquel pedazo de papel decía "bullying para la nueva", yo los miraba extrañada y un par de chicas salieron de la nada, agarraron mis libros y empezaron a romperlos, así paso todos los días, cada día con alguna maldad nueva que hacer, claro me defendía siempre, no permitía que se salieran con las suyas, pero el bullying era de todo el colegio.
Los profesores no hacían nada por miedo a perder su empleo, quería renunciar e irme, pero no, yo necesitaba seguir estudiando. Pasaron varios días sin que me hicieran nada, pensé que su castigo se había terminado, pero estaba equivocada, aquel día entre y algo destrozo mi corazón, había un cartel diciendo "la familia de Suzy está en quiebra" y luego me tiraron huevos y harina, en realidad no me importaba nada de eso, lo que si me dolía es que era un secreto entre Gabi y yo.
Busque a Gabi y ella estaba junto a Max, él se reía y me decía te dije que no te metieras conmigo mediecitas, el impulso hizo que le tirara una bofetada, ya no aguantaba a ese sujeto, pregunte a Gabi porque lo hizo,
_ Tú no eres mi amiga, ¿porque tendría que respetar tu secreto?_ me contestó mientras se burlaba
La miré con los ojos llorosos y llenos de furia, le dije que algún día se arrepentirá de lo que me estaba haciendo, realmente confiaba en ella. Todos se reían por mi aspecto y mi estabilidad económica, de pronto llego una chica que me jalo del brazo y me llevo a un salón vacío, saco pañuelos y empezó a limpiarme, me dijo llora todo lo que puedas, yo no podía llorar, no se me salía ni una sola lágrima, pero si recordaba todo lo que hice con Gabi, cada una de las grandes cosas, no me explicaba por qué tenía tanto rencor.
La chica que me estaba ayudando, dijo_ Lo siento si te traje acá, pero me sentía en la obligación de ayudarte, por cierto soy Sol _ yo solo respondí
_ Gracias por sacarme de allí, no puedo creer lo que mi mejor amiga me estaba haciendo.
Ella me contó que había pasado por lo mismo y que me comprendía y que tal vez ella está manipulada o de repente ya le empezó a gustar Max.
Sol se paró y fue a abrir la puerta a su mejor amigo
_otra vez Max y sus niñerías_ decía mientras entraba, me miro y dijo _ mucho gusto soy Sebastián y no te preocupes nosotros te defenderemos
Ellos me contaron que eran mejores amigos de Max y que un capricho suyo casi hace que los expulsen, pero solo logro que terminaran en el aula de los marginados, Sebastián me sugirió que me pasara a su salón, ellos parecían ser muy amables, no podía creer que eran los mejores amigos de ese patán, así que accedí a su propuesta y solicite que me cambiarán de aula.
Ese día llegué a casa muy tarde y mis padres ni se dieron cuenta, subí a mi habitación a pensar en todo lo que había pasado en ese día gris y recordé la supuesta magia del collar que decidí que iba a descubrir.
#22575 en Fantasía
#47392 en Novela romántica
magia amor misterios, amistad familia alegria conflicto, teatro luces suenos juegos
Editado: 14.02.2020