-Hola lisa.-Saluda roseanne animadamente apenas la pelinegra llega a la entrada de la escuela, lisa nota que no hay nadie más, porque está llegando cinco minutos tarde, así que... ¿Roseanne la ha estado esperando perdiendo también los primeros cinco minutos de su clase?.
A lisa no le gusta nada eso, no quiere causarle problemas a la chica, aunque claro ella no le pidió que se quedará esperándole, pero eso lisa no lo piensa, no piensa en ella, piensa en el bienestar de... Roseanne.
-¿Que haces aquí?.-Le pregunta entre molesta y asombrada, sigue caminando sin pasar por alto la caja color rosa llena de brillantina y pegatinas que carga roseanne, pero no lo mira por mucho tiempo porque le empiezan a doler los ojos de tanto color, lisa desea en ese momento que el mundo sea en blanco y negro, pero no lo dice en voz alta, por segunda vez en dos días consecutivos, se calla lo que piensa, cosa que nunca ha hecho por nadie.
-Te estába esperando, aunque llegas un poco tarde hoy, eso es raro en ti, siempre eres tan puntual.-Dice roseanne viéndole con ojos soñadores y lisa asiente, porque es verdad, ella siempre llega cinco minutos antes y no cinco minutos después, al mismo tiempo se pregunta ¿Cuánto tiempo lleva roseanne vigilandola para saber esa información?. Niega sacudiendo su cabeza y se voltea a mirar a la rubia cuando ya van a entrar deteniéndo sus pasos.
-Escuchame, roseanne.-Dice su nombre y a roseanne se le ilumina la mirada, casi que vomitando arcoiris de felicidad de sus ojos, lisa se asombra y piensa que roseanne es una creación del gobierno, nadie es tan tierno en este jodido mundo, nisiquiera esforzándose, y roseanne no es tierna, es ultra tierna.-¿Que iba a decir?.-Se pregunta lisa frunciendo el ceño, se desconcentro un poco observando los ojos arcoiris de la rubia.-Ah si, bueno, que no quiero que te quedes esperándome ¿Lo entiendes? Yo siempre llegó temprano, pero un día me puede pegar la gana de saltarme la primera clase.-Mentira.-¿Y entonces tú qué harás? ¿Saltarte la primera clase también? Además es raro roseanne, no somos nada, no quiero que me esperes.-Se esfuerza por dejar claro que no quiero simpatizar con ella, nisiquiera como amiga, porque la situación se ha tornado tan rara y extraña para lisa, que ya nisiquiera soportaría a la rubia como una amiga.
-Te dije que no me podrías detener en esto, sería más fácil si empezarás a ceder.-Dice la rubia como si nada resonando sus dedos en la cajita, lisa la mira exasperada, ¿Que clase de persona sigue adelante cuando le dicen que no? Solo una niña de segundo año que vive en un mundo rosita.-Esto es para ti, un regalo, espero que te guste, en el periódico escolar salen muchas cosas de ti, no se si todas sean ciertas, pero espero que si, porqué hice todo lo que te gusta siguiendo los consejos del periódico.-Dice con una sonrisa de emoción y le entrega la caja, lisa tiene curiosidad, quiere ver qué tanto siguió rosé los consejos del periódico, así que solo la toma, pero eso no significa que le este dando la oportunidad de conquistarla, porsupuesto que no.
-¿Gracias?.-Pregunta más que agradecer viendo la caja sospechosamente, incluso tiene olor a la rubia, se imagina que le habrá echado perfume.
-¡No quiero llegar demasiado tarde! Así que ya entraré, adiós lisa.-Dice la rubia para salir corriendo sin esperar siquiera respuesta de su mayor, lisa la observa perderse por el pasillo y suelta un suspiro, luego vuelve a ver la caja.
"¿Que haré contigo roseanne park? Se pregunta dudando si abrir la caja ahora, o en su hora de descanso.
Editado: 21.04.2024