Capítulo III

El día siguiente de las presentaciones de todos los equipos, se celebró una fiesta para que todos conviviesen. Los equipos llegaron de uno a uno al lugar, siendo encabezados por ganador, Lyle, y el equipo Azul.

La habitación estaba completamente iluminada, un par de mesas estaban llenas de diferentes bocadillos, incluso una fuente de chocolate estaba entre los postres.

Una música ligera era la responsable de ambientar el sitio. Los bajos apenas resonaban, por lo que no había saturación en el sonido.

–Este es un buen ambiente.

Lyle fue el primero en entrar, tras él venía su equipo, todos con su color distintivo, el Azul. Lyle portaba un traje negro similar al que usó en la presentación, junto con una camisa de color azul. Debido a la informalidad de la fiesta, no era necesario que usaran un código de ropa específico.

–Eso parece.

Una mujer, llamada Liese caminó detrás de Lyle mientras sostenía su vestido para evitar caerse. Posee un largo cabello de color negro, mientras que sus ojos hacían un gran contraste al ser verdes. Su postura era similar a la de la nobleza antigua, por lo que sabía caminar y hablar apropiadamente.

Ella era la Reina del equipo Azul, por lo que era normal que acompañase a Lyle. Él notó su presencia y se volteó para tomarla de la mano. Debido a la tradición de hacer parejas formales al Rey y Reina, ellos estaban destinados a compartir el resto de sus vidas, por lo que tenían que comportarse como amantes.

–Es bueno volver a verla, Milady.

–Es gracioso ver qué inventas para continuar con esto.

–Algunas prefieren llamarlo cortesía.

Mientras ambos platicaban, el resto del equipo entró. Un grupo mixto de catorce personas donde se podían contar ocho hombres y seis mujeres.

Justo detrás de ellos entró el Coronel John, el Rey Rojo, y, tomada de su brazo derecho, estaba Elymar, que usaba su mano libre para fumar un cigarrillo barato que había conseguido a la entrada de la fiesta.

Lyle volteó a ver al par e hizo una mueca de desagrado. Era bien sabido por todos que Lyle odiaba el humo del cigarro, una característica común dentro del equipo Azul, siento todo lo contrario al Rojo, entre los cuales había ávidos fumadores, como su Reina y Rey.

–Esto tiene que ser una broma –exclamó Lyle.

Para él, tener que compartir la sala con una persona fumadora era lo peor que le podía suceder en la vida.

—Me recuerda al olor de ese idiota. Es algo que no puedo soportar.

De inmediato, John se percató de eso, por lo que incitó a Elymar a que depositara el resto del cigarro en un cenicero y se abstuviese de tomar otro.

Elymar obviamente se molestó, pero no tuvo otra opción más que obedecer.

Poco después, hizo acto de presencia el resto del equipo. Un par de caras conocidas aparecieron en la sala. Los primeros en entrar fueron Aly, Adler y Eduard, los cuales eran los más nuevos integrantes.

Lyle se percató que hacía falta una persona, por lo que no tardó en hacérselo saber a John.

–Mira, parece que alguien no es lo suficientemente digna para aparecer por aquí.

John voltea hacia su equipo, dándose cuenta de lo que ocurre.

Tan solo se limita a suspirar.

–¿Qué puedo decir de ella? Era de esperarse que no esté.

–Espero que no sea un problema al momento de combatir.

–Tranquilo, Lyle, puedes contar con que lo hará perfectamente.

La persona faltante era Camille, y, basados en las palabras de John, ella estaba junto con Mia, integrante del equipo Amarillo. Parece que su relación es un poco más cercana de lo que se puede ver.

–Esas dos nunca cambiarán. Creo que fue un mal chiste de parte de Central el hecho de ponerlas separadas.

Lyle rápidamente se apresuró a callar el comentario de John.

–Sabes que no debes de dudar de las decisiones de Central. No sabes lo que te harán si te oyen.

–Lo sé, lo sé. Al menos, tengo que asegurarme de llegar al Juego.

Ambos rieron, disminuyendo la tensión del ambiente, la cual iba en aumento.

Un tercer equipo hace presencia en el salón, liderados por una excéntrica persona de piel ligeramente amarilla y cabello blanco, Azer Nosk. Se podían notar múltiples decoraciones metálicas colgando de su cuerpo, principalmente de su rostro. Su cuerpo era delgado, además de caminar encorvado.

–Buenas, es agradable volverlos a ver.

John y Lyle se limitaron a devolverle el saludo. De todos los Reyes que participaban en los juegos, él era el más extraño de todos. Podemos darle ese título gracias a la manera en que camina, viste, o por su apariencia física.

Azer sacó un pequeño pañuelo color amarillo de su traje y se limpió parte del rostro. Tendía a usar un poco de maquillaje en sus labios y debajo de los ojos, por lo que era normal tener que retocarlo de vez en cuando.

Cuando tenía que salir a cámara, era maquillado por completo, cambiando el amarillento tono de piel por uno más normal.