T O R R E [ #1 - Los Objetos ]

Capítulo XIII

Después de que Kay dejó el cuarto, me levanté y me dirigí a mi habitación. Por el momento, el debería recordar el momento de nuestro encuentro, por lo que el inicio de mi plan salió de la manera que pensaba.

Aunque, hay algo que me molesta en sus acciones.

El hecho de que te regresen las memorias que has perdido anteriormente no debería afectar la personalidad o la manera en que esa persona trata a los que le rodean.

Le traté de hablar como hace años, y el reaccionó de una manera que no me esperaba. Lo primero que él haría sería obligarme a salir del cuarto, pero sucedió todo lo contrario, incluso se disculpó por despertarme.

—¿Qué vio exactamente?

Sé que la perla no puede afectar directamente en la conducta de una persona a menos que se use con ese final.

—Espera, y si de casualidad, la perla es capaz de saber lo que pienso, entonces, le habrá mostrado todo de golpe, e incluso me atrevo a decir que lo hizo de una manera que lo obligó a cambiar.

Parece que fue un descuido de mi parte pensar que solamente le mostraría nuestro encuentro. Bueno, tendré que rehacer mi plan sobre la marcha para enfocarme en lo que sucederá.

Debido a su comportamiento, estoy seguro que vio toda la historia, por lo que sus sentimientos deben de haber regresado también, ¿no es así?

Si todo fuera así de fácil, ni siquiera necesitaba un plan, tan solo hacerle recordar. Pero, no es tan sencillo, ahora que él sabe, tendrá muchas preguntas, y es mi deber estar ahí para contestar todo de manera que me favorezca.

—Sí, eso haré.

Cambié mi ropa por una más cómoda, ya que solo estar vestida con una camisa de gran tamaño y unos pantalones pequeños no era muy grato para mí. Era una vestimenta adecuada para dormir, pero no para andar por la casa todo el día.

Además, no quisiera que Alessandra o Kaly me viera así, de Julie ni hablar, ella sabría lo que planeo hacer y todo mi plan se irá a la basura.

Menos mal que ella no se encuentra en casa hoy, por lo que podré hacer grandes avances, además, no creo que regrese pronto, por lo que debo de aprovechar todo el tiempo que ella me dé.

Ser descuidada le hará pagar un gran precio. Se metió con la persona equivocada.

No tardé mucho en cambiar mi atuendo a un pequeño vestido de color beige que apenas me llegaba a los muslos. No era tan provocador, pero era cómodo para moverse por todos lados. Si quiero ganar esto, deberé usar toda herramienta a mi favor.

Salí del cuarto y descendí al primer piso por las escaleras que se encontraban a la salida de mi habitación, llegando a la sala en poco tiempo. En ese momento, escuché un ruido como de alguien gritando y después, una persona impactando con el suelo.

Fue apenas audible, por lo que, si alguien estaba lo suficientemente lejos, ni siquiera se percataría de él.

Me dirigí al pequeño cuarto ubicado en el pasillo que daba a las escaleras. Corrí hasta el fondo de esa habitación a una pequeña puerta que daba lugar a un pasillo cuyo destino era la habitación trasera de la casa.

Estaba completamente segura que el ruido que escuché provino de ahí.

—No puede ser él, ¿verdad?

Posiblemente, después de recibir los recuerdos, Kay fue por su perla colocada en la habitación.

Solo espero que no le haya pasado nada, ya que, si dejas la perla en un lugar donde pasen muchas personas, esta, al ser tocada, expulsará al intruso, ocasionándole heridas graves e incluso matándolo.

—Pero, la perla debería reconocerlo.

No comprendo muy bien cómo es que funciona, así que todas son ideas mías. Tan solo espero que mis miedos no se hagan realidad.

Al abrir la pequeña puerta de la habitación trasera, me encontré con el cuerpo de Kay recargado en una pared. Al voltear a ver la pared frente a él, descubrí a la perla emitiendo un brillo extraño mientras la tapa de su caja no estaba.

Efectivamente, Kay había tocado la perla. A veces odio tener razón.

Me apresuré a verificar si aún vivía. Su respiración y pulso cardíaco estaban un poco arriba del normal, por lo que no debería de haber problemas con su estado.

Al revisar un poco más su cuerpo, noté una pequeña línea de color amarillo entendiéndose por su cuello desde su hombro izquierdo. Al apartar un poco su camisa, me encontré que el origen de esta anormalidad era la marca de su pieza, la cual había dejado su característico color negro para dar paso a un dorado similar al brillo de la perla.

Nunca había visto esto antes, por lo que no sabía cómo actuar ante una situación similar.

Ya que no mostraba heridas visibles o irregularidades en su cuerpo, además de esa misteriosa línea brillante, lo único que hice fue levantarlo del suelo. Sé que no es muy recomendable hacerle eso a una persona desmayada, pero no puedo dejar que los demás se den cuenta de su condición o comenzarán a sospechar de mí, ya que Alessandra y Ray saben que yo tengo una perla al igual que su hijo.

Es mejor evitar malentendidos.



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En el texto hay: clasessociales, trianglo amoroso, aliados y enemigos

Editado: 19.11.2020

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