Take Me: Tómame

Capítulo 12

Sonia Doherty

Me quedo pegada a la ventana de mi habitación, veo la nieve caer lentamente, es un espectáculo helado bastante agradable, me hace sentir paz. Ya es de noche y mi padre no ha llegado a casa, estoy sola con mi hermana esperando su regreso. Son este tipo de momento cuando me siento sola, cuando extraño a mi madre, cuando pienso que no tiene mucho sentido lo que estoy haciendo, pero hoy específicamente pienso en todo lo que me dijo Aiden.

Flash back﴿

—¿Qué intenta hacer, agente?, ¿busca hacer sentir a su madre orgullosa desde la tumba?... ¿cree que al lograr lo que ella no pudo usted tendrá fama y el reconocimiento?, ¿qué es lo que en verdad busca?, ¿atrapar al malo o la fama que eso trae?

—Quiero acabar con todo el dolor que ese monstruo está generando, eso es todo…

—Lo dices muy segura, eres una agente joven, no sabes lo que significa arriesgar tu vida por un ideal como ese… ¿crees que estando frente a Burak no te temblarán las rodillas?, no quieras volverte una mártir, no te ganarás de esa forma la admiración de todos tus compañeros, los periodistas no te dedicarán la primera plana solo por tus buenas intenciones…

—No quiero fama— siento un nudo en la garganta, tengo ganas de llorar.

—¿Segura?, podría jurar que es lo único que te mueve, todo cubierto por la muerte de tu madre, usándola como “motivación”, pero no es eso… admiras a Cárter y quieres ser como ella, la próxima “Cárter”, pero no estás consciente de todos los sacrificios que ella tuvo que sufrir para llegar al lugar que llegó y jamás la escuché decir que quería atrapar a Burak por un motivo que no fuera hacer lo correcto, incluso ella no alardeaba con querer hacerlo, se movía en silencio, solo los más cercanos a ella sabíamos sus intereses y motivos… sabía que para lograr las cosas no era necesario alardear… así que… vuelvo a preguntar… ¿qué es lo que en verdad busca?, ¿fama?

—¡No busco fama!, ¡no quiero que nadie me alabe por mis hazañas!—, me siento frustrada, desesperada, este hombre llega hasta lo más profundo de tu corazón y descubre incluso aquellos pensamientos que no creías que existían, solo hace falta que sus ojos castaños, agudos y con esa esencia animal, se claven en los tuyos, es como si pudiera leer tu alma.

—Su madre nunca fue relevante en la policía, nadie especial… ¿quiere lograr lo que ella no logró?, si es así, solo logrará morir como lo hizo ella…— camina de un lado para otro en su celda sin quitarme la mirada de encima —…el escoltar a Burak a esa cárcel de máxima seguridad no era obligación, ella se ofreció a hacerlo, quería ser parte de ese equipo que estaba logrando cosas grandes, ¿me equivoco?, no tuvo el valor para infiltrarse, para entrar entre las filas de Burak, eso se lo dejó a gente más competente como Cárter, he hizo bien, de seguro Burak la hubiera matado y la investigación no hubiera llegado muy lejos, pero aun así aspiraba a que su nombre saliera en los periódicos y noticieros como parte de ese gran equipo que logró atrapar a ese capo… y de cierta forma lo logró, apareciendo en los obituarios, ¿eso quiere, agente Doherty?

Cubro mi boca callando un sollozo, por más que no quiera verme débil frente a él ha logrado tocar fibras muy sensibles en mi corazón, me siento rota, mi alma se va al piso. Antes de que se me ocurra algo bueno que contestarle escucho disparos, llegan apenas como murmullos hasta este recóndito lugar. Tanto el doctor como yo salimos de nuestra ensoñación y nos quedamos atentos por si se escucha algo más.

—Agente Doherty, es joven… tiene mucha vida por delante… no es malo perseguir la gloria, solo no lo haga dando motivos equivocados y siempre sea fiel a sus ideales, no tiene por qué ser como Cárter, tampoco tiene nada que prometerle al recuerdo de su madre… ¿entiende?, eso solo la llevará a la ruina y en la profesión que ejerce, posiblemente a la muerte— parece tan tranquilo, como si los disparos no fueran para nada amenazantes.

Me quedo viéndolo confundida, no sé qué decir, me siento tan vulnerable, supo leer mi mente y no solo eso, aparentemente se dio tiempo de darme un consejo, haciendo a un lado su hostilidad que siempre ha presumido tener. Lo veo fijamente, es como ver a un león en su hábitat en el zoológico, no… no es como un león, es como una pantera, oscuro, misterioso y a la vez atrayente, peligroso y seductor, sabes que nada bueno pasaría si el vidrio desapareciera, aun así te gusta mantenerte ahí, viéndolo, sabiendo lo malvado que puede ser, arriesgándote a ser lastimada solo un poco más, solo por disfrutar esa presencia magnética que tiene. Pronto escucho pasos en el pasillo, veo a Ortega caminando hacia mí, tiene heridas superficiales, pero su fiereza rebasa por mucho la de Aiden, viene iracunda.

﴿۞﴾

—…te estoy hablando— dice Maggie en la puerta de mi habitación, algo molesta por mi falta de interés.

—¿Qué ocurre?—, sacudo un poco la cabeza intentando sacar las palabras de Aiden.

—Te busca ese tipo de la otra vez, el tal Akos, está en la puerta— me dice con un tono aburrido de voz. De inmediato me levanto y busco ponerme un suéter lo suficientemente abrigador, lo más seguro es que tengamos trabajo —te vas a ir… me vas a dejar sola.

—Papá no debe de tardar en llegar— le digo mientras la tomo de los hombros he intento sonreírle lo mejor que puedo.

—Sí, anda… solo vete— da media vuelta y regresa a su habitación, dejándome sola.




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