Capítulo 17

—¿Tienes una lista de homicidios?, ¿quiénes han sido las víctimas?

Pregunta Aiden mientras caminamos por el parque, con una distancia segura entre los dos, ambos con las manos en los bolsillos, el ambiente alegre que había predominado, se esfuma con su presencia, me siento nerviosa y temerosa de que en cualquier momento se abalance contra mí y me mate, su reputación lo precede.

—El primero fue el agente René Glozz…— me ve por el rabillo del ojo y frunce el ceño —…degollado, con las muñecas y las femorales rebanadas, los ojos cubiertos por una venda blanca y… con clavos enterrados alrededor sosteniéndola contra su cabeza, runas por todos lados pintadas con su propia sangre, una figura de madera, del tamaño de un gnomo de jardín, representaba al Dios Balder y estaba en dirección al recetario de cocina, debajo una USB con la declaración de la víctima y entre las hojas, las pruebas, capturas de pantalla, correos electrónicos…

—¿Qué declaración?

—Al parecer  el agente había estado trabajando para Burak, lo mantenía informado sobre la situación de Cárter en todo momento…— respondo sin siquiera voltear a verlo —…la segunda víctima, Elías Koskov fue encontrado de la misma manera, mismo motivo de muerte y las mismas pruebas en su contra… ambos eran topos de Burak, infiltrados entre nosotros… y la tercera víctima… Fun Boy, Michael Massee… iba a tomar el cargo de director del departamento de homicidios, pero lo mataron antes… la diferencia con los anteriores es que le cortaron la cabeza, la cual no encontramos y que la figura de madera no era de Balder sino de Freyja— nos detenemos frente a un inmenso lago, algunos cisnes nada buscando algo de alimento y hay una lancha perdida a mitad de todo, una pareja parece ser la única que disfruta del momento —ninguno tiene corazón…

—¿Les fue arrancado?

—Ni idea, la doctora Karime no sabe cómo es posible que no tuvieran su corazón, al parecer no tiene ninguna herida que sugiera como fue extirpado el órgano.

—Estamos ante un asesino bastante interesante…

—Asesina…— lo corrijo y de pronto me arrepiento, no quisiera exasperarlo y que decida arrancarme la cabeza.

—“Asesina”… ¿sabes algo más sobre esta mujer que no me estás contando?—, voltea hacia mí analizándome con esa mirada fría y calculadora, me siento tan intimidada que no puedo más que bajar la mirada.

—Sí y no… tengo una teoría, pero… no tengo pruebas ni fundamentos… incluso entre más la pienso, creo que es una tontería.

—Dilo…

—Creo que se trata de una rusalka… pero no cualquier rusalka, creo que le hicieron algún tratamiento genético o… no sé, pero… se regenera, creo que es la misma que sacó a Dusha de esa prisión rusa; esa mujer fue acribillada y aun así siguió corriendo hasta que consiguió sacar a esa presa de ahí… y encajaría perfectamente que esté matando a gente de Burak— con forme hablo tengo la necesidad de encontrar algo que me haga sentir que en verdad lo estoy convenciendo y que no estoy loca.

—Todo encajaría sino fuera por el detalle de que en las declaraciones de las víctimas hablan del daño que le hicieron a Cárter…— se apoya en el barandal de piedra negra mientras ve con profundidad hacia el lago.

—Entonces…

—Hay algo más en su ecuación agente…

—“Cárter”— pronuncio el apellido que últimamente ha sido tan nombrado.

—Ya me habló sobre los homicidios lo cual agradezco mucho, me será más fácil poder guiarla y orientarla, en forma de agradecimiento le haré la primera observación, tal vez le ayude a desenredar este nudo gordiano.

—¿Nudo gordiano?

—Hace algunos años mataron a Gideon, el usurero de Burak, dejaron su cabeza en una lanza en el que fue el antiguo teatro dirigido por Dusha, después de que Burak y sus hombres sacaran del mercado a los rusos se apoderaron de ese lugar, ahora solo es un sitio abandonado, pero dentro aún se llevan a cabo algunos tratos… ahí mismo se colocó la cabeza de Fun Boy al día siguiente de su muerte…

—¿Qué?, ¿cómo sabes eso?, nadie dio aviso de cabezas.

—¿Crees que Burak las iba a dejar ahí para que se mosquearan?

—Bien… buscaré información sobre Gideon...— me cruzo de brazos y lo veo aun con desconfianza.

—Descuide, agente… llegaremos al fondo de esto— hace una pequeña reverencia y da media vuelta, pero antes de irse tengo que sacarme la espina del corazón y la cabeza.

—¿Irás a darle aviso a Burak de lo que hablamos?—, se queda parado, dándome la espalda hasta que decide voltear con esa sonrisa burlona y descarada —Burak estuvo antes que nosotras en el psiquiátrico, habló contigo y resulta sospechoso que hayas desaparecido después…

—¿Qué la hace pensar que salí de ese psiquiátrico por él y no por ti?—, siento que mi estómago se hace pequeño y se esconde entre mis demás vísceras.

—Porque quiero creer que no soy tan estúpida ni tan confiada como supongo que usted cree…

—No la creo confiada, mucho menos estúpida puesto que intuye y sospecha de mi reciente afiliación con ese hombre, pero también recuerde que no soy alguien que trabaje para otros… mi lealtad no es tan fácil de comprar.