Tal vez es siempre

Capítulo 2

Tyler

–Vamos a llegar tarde –murmuro, mirando al frente y al atasco que tenemos delante de nosotros.

–No, llegaremos a tiempo –dice Otis.

–Vamos a llegar tarde –repito.

–Que no, tío. Ya verás que… –se interrumpe cuando le miro con el ceño fruncido–. Vale, sí. Igual llegas un poco tarde, pero no te preocupes. El avión no se irá sin ti.

–¿En qué momento pensé que era buena idea pedirte que me trajeses y, encima, dejar que tú conduzcas? –digo en voz baja, aunque más bien es como si estuviese pensando en voz alta ya que no me dirijo a nadie.

–Tampoco es para tanto –señala al frente de repente–. Mira, ya avanzamos.

–Yujuuu, qué alegría.

–Tyler, cariño, anímate. Que parece que vas a un entierro en lugar de a recorrer países con tu nueva película –la cabeza de Jessica parece entre los dos asientos delanteros, mirándome sonriendo–. ¿No estás emocionado?

Aparto la mirada de la carretera, la cual por suerte sí que está avanzando lentamente –por fin–, para mirarla a ella. Sonrío un poco. Muy poco.

–Sí mucho.

Wow, eres el claro ejemplo de la intensidad en persona, eh –bromea Otis, mirándome de reojo–. En 10 minutos llegamos, así que te da tiempo.

Asiento con la cabeza y vuelvo a mirar al frente.

Hoy empieza la gira por diferentes ciudades y países para promocionar la última película de Impacto. Al igual que hicimos con las dos películas anteriores, viajaremos a distintas ciudades para el preestreno y, por supuesto, para alguna que otra entrevista que ya tenemos cerrada y que, sinceramente, no recuerdo la fecha. Ya me lo irá recordando Marcus.

Parece que no estoy emocionado. Pero que conste que lo estoy. Después de meses de trabajo y de poder haber visto el resultado final, tengo ganas de que la gente pueda poner fin de una vez a esta trilogía que ha durado, en total, cuatro años.

Pero ya os podéis imaginar lo que pasa, ¿verdad?

Nora viene con nosotros. Eso significa que veré a Nora todos los días. A todas horas. Después del último día de rodaje no la he vuelto a ver y sí, he intentado ponerme en contacto con ella –bueno, sólo le envié un mensaje en Navidad–, pero no lo contestó. Es decir, después de meses sin verla ni hablar con ella, volveré a hacerlo.

¿Tengo ganas? Pues… mentiría si dijese que no.

Sí, sigo con Jessica y… vale, he estado y estoy bien. A secas. Me lo he pasado bien con ella estos meses. No me puedo quejar. Pero volvería a mentir si dijese que no he pensado en Nora en más de una ocasión y he pensado en lo que podría estar o no haciendo en ese momento. Creo que soy demasiado egoísta después de haber sido yo quién la engañó y se fue con Jessica.

Pues sí. Lo estás siendo.

Y mi gran querida conciencia me lo recuerda siempre.

Para eso estoy. Para que tomes buenas decisiones.

Por lo demás, estos meses han sido… normales. Sin más. Después de terminar el rodaje, realicé varias entrevistas, alguna sesión de fotos… lo normal, supongo. ¡Ah! Bueno, también tengo varios proyectos; ofertas para un par de películas y una serie. Aunque aún no tengo nada cerrado.

Así que sí, todo bien. Normal. Admito que estos últimos meses, mi vida ha sido demasiado monótona. E incluso aburrido. No hay demasiadas más cosas que pueda contar además de… eso.

Eso con Nora no te pasaba.

Evado esos pensamientos cuando veo que ya estamos llegando al aeropuerto y bajo del coche rápidamente cuando lo deja frente a la entrada. Jessica sale conmigo al mismo tiempo y, unos segundos más tarde, Otis se une. Saco mis maletas del maletero y, tras colocarme en la acera, me giro para mirarle.

Antes de darme tiempo a decir nada, Jessica se acerca a mí y me abraza con fuerza. Le correspondo ese abrazo enseguida.

–Te voy a echar de menos –dice ella en voz baja y la aprieto un poco más contra mí.

–Yo también –hago una pequeña pausa y me separo lentamente–. Hablaremos todos los días, no te preocupes. Pasarán rápido estos días.

–Eso espero –suspira–. Te quiero.

Coloco ambas manos en su rostro y me inclino para darle un beso en los labios. No dura demasiado y tampoco quiero que lo haga; llego tarde. Al separarme de ella, sonrío un poco y me giro para mirar a mi mejor amigo.

–Espero seguir teniendo coche cuando vuelva –le señalo con el dedo índice antes de darle un abrazo de apenas un par de segundos.

–Qué poca confianza tienes en mí –niega con la cabeza, como si estuviese decepcionado–. Bueno, tío, pásalo bien y esas cosas. Y con cualquier cosa… me llamas.

Me lanza una mirada significativa y creo entender al instante a lo que se refiere.

Asiento con la cabeza rápidamente y, sin esperar mucho más, me despido con un hasta pronto y me giro para entrar en el aeropuerto. Escucho como Otis le dice a Jess un rápido venga, ¿dónde te llevo?, antes de unirme a la multitud de personas y perderme a los pocos segundos entre la gente.

¿He dicho que a Otis no le ha hecho demasiada gracia que haya vuelto con Jessica? ¿No? Pues eso.

No me extraña.

Y a ti te quiero calladita todo el viaje.

Menudo iluso estás hecho si piensas que lo haré.

Me muevo entre la gente apresuradamente, facturo mis maletas, paso el control de seguridad y cuando pienso que no llego a tiempo… por fin veo al resto de las personas que nos acompañan en el viaje a unos metros de mí, cerca de la puerta de embarque.

–¡Perdón! –exclamo, acercándome a ellos rápidamente–. He pillado atasco. ¿He llegado a tiempo?

–Por poco –es Marcus quien contesta–. Venga, vamos.

Todos se mueven para cruzar de una vez la puerta de embarque y, justo cuando yo también estoy a punto de hacerlo, me detengo al ver a Nora a unos metros de mí. Mirándome. Fijamente.



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En el texto hay: romance, amor, cine

Editado: 15.12.2021

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