Mire nuevamente el mensaje de Adrián, sentía que mis lágrimas comenzarían a salir, pero trate de contenerlas, un nudo se instaló en mi garganta.
Hola <3, dime ¿qué quieres hablar?
escribí esperando su respuesta, en menos de dos segundos las palomitas cambiaron a visto y escribiendo....
Pues mira te voy a ser honesto no te quiero lastimar neta
¡Si me lates, pero para amistad!!
Neta no te quiero lastimar
Quiero cuidar tu corazón
Eres una niña muy linda en verdad
Pero me quede pensando mucho
Y cómo te quiero
No quiero lastimarte
leí los mensajes sintiendo como pequeñas lagrimas comenzaban a salir de mis ojos, respiraba agitadamente, dejando caer pequeñas lágrimas.
Entiendo...gracias por ser sincero... ya me iré a dormir...bye
Escribí, comenzando a llorar y apague mi teléfono, sentía que todo estaba mal, como si ese mensaje me hubiera hecho una grande y profunda herida en mi corazón, me deje caer en mi cama, llorando como nunca antes, Jía tenía razón Adrián lo único que quería era jugar conmigo.
Lloraba recordando todo lo que Adrián y yo habíamos pasado juntos, sentía un gran nudo en mi garganta y a este punto ya no me importaba si mis padres o mis hermanos escuchaban, lloraba cada vez más fuerte mientras abrazaba mi almohada.
Escuche que tocaron la puerta de mi habitación, y aunque mi corazón estaba destrozado, odiaba que mi familia me viera llorar, trate de recomponerme, me puse de pie y seque mis lágrimas, quería controlar mis sollozos, pero me era prácticamente imposible, respire profundo antes de abrir la puerta.
-mami-trate de decir con mi mejor voz, ella me miro con preocupación
-escuche llanto, ¿Qué paso? -yo negué con la cabeza
-estaba viendo una película, y me hizo llorar-respondí-e-estoy bien mami-le dije, pero mi voz se quebró y no pude contener más el llanto, sentí los brazos de mi madre rodearme, mientras caminábamos hacia mi cama.
Llore abrazada a mi mama, escuche que la puerta se abría, y mi padre entro, no dijo ninguna palabra solo se acercó a nosotras y nos abraso, yo me deje llorar, mi madre y mi padre me abrazaban con fuerza, yo lloraba sin importarme, me sentía, como si no valiera la pena, como si no mereciera amar.
-ya mi niña, tranquila-susurro mi padre, asentí tratando de calmarme, miré a mi madre quien me miraba con ojos de amor y a mi padre que acariciaba mi mejilla secando mis lágrimas, los mire odiaba preocuparlos, y ver sus caras tristes.
-e-estoy bien, vayan a dormir-les dije, tratando que no se preocuparan
-nos quedaremos hasta que te quedes dormida mi amor-respondió mi madre sonriendo, mientras me acariciaba el cabello, comencé a tranquilizarme.
- ¿y si nadie me ama? -pregunte, dejando escapar un par de lagrimas
-mi amor, el amor es complejo e impredecible, pero te aseguro que cuando encuentres a ese amor, tu corazón lo sabrá-susurro mi mamá, seguí abrazada ellos, solo sollozaba, pero de alguna forma sentía que, al estar abrazada a mis padres, los pedazos de mi roto corazón se unían.
Mientras seguía sollozando mis ojos se comenzaron a cerrar, no sabía si era por el llanto o el calor que mi madre me brindaba, me quedé dormida, sintiendo como mi papa me recostaba en la cama, pero entre sueños pude oír su conversación.
-Amor-dijo mi madre
-ese patán me las va a pagar, como se atreve a hacerle daño a mi princesa-
-estoy tan molesta como tú-respondió mi madre, - ¿qué le habrá dicho? –
-ese…-mi padre estaba molesto y eran pocas las veces que lo estaba-seguramente la dejo por alguna otra, lo investigare y hasta la cárcel lo puedo meter-gruño
-amor, tranquilo, mañana ella nos dirá lo que paso- apagaron la luz y cerraron la puerta, yo me quede dormida, parecía que mis ojos ya no podían llorar una sola lagrima más.
Abrí los ojos, y mi sueño comenzó, me levante de la gran cama en la que estaba recostada, en cuanto lo hice una de mis mucamas entro a vestirme, mis sueños eran así, parecía como si estuviera viviendo otra vida, y aunque lo negara, una parte de mi sentía que Jía tenía razón, mis sueños no eran sueños si no recuerdos de una vida pasada.
-Alteza el día de hoy tendrá varias ocupaciones, deberá presentarse en la sala del trono, su madre traerá al sastre para que confeccione su vestido de boda-solo deje que me vistieran y mis pies se movían como si conociera cada centímetro de ese gran palacio.
Llegue a lo que parecía el salón del trono, y una mujer, parecida a mi madre se acercó a mi
-hija, estoy ten feliz en unos días serás esposa de lord-
-lo se madre lo amo tanto-esas palabras salieron de mi boca sin poderlas controlar, pero conocía mi voz y esa voz no era sincera.
-claro que lo amas mi niña, ¿vendrá hoy al palacio? -
-no, hoy saldré con Nariel-ella me vio de forma molesta
- ¿con ese soldado?, dios-exclamo-eres una mujer comprometida, que dirán en el reino de que su futura reina salga a “pasear” con un simple soldado-
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Editado: 20.05.2020