"¿A donde van los deseos que no se cumplen?"
No sabia cuanto tiempo había pasado y segun mis calculos ya era de noche era eso y que en la ventana ya se veía oscuro.
Me levante dolorosamente con el sonido de mis hueso crujiendo y fui hasta el baño que ocupaba en mi habitación, un poco estrecho para mi gusto aunque no me quejaba tenía lo que necesitaba una ducha, el retrete, un lavamanos y un espejo donde podía ver mi horrible aspecto.
Tenía varios rasguños en mis mejillas y algunos moretones que ya se estaban haciendo visibles. Me sentía horrible, estaba harta de todo esto, quería gritar. Me sentía muy mal dentro de mi, tenia un dolor en el pecho y empezaba a sofocarme... yo solo pedía que parara.
Por favor, no otra vez.
Las palpitaciones empezaban a aumentar, el sentimiento de vacío se apoderaba cada vez más de mí, las manos me sudaban excesivamente y sentía ansiedad al sentirme atrapada cayendo en una oscuridad sin salida.
El ataque de pánico había acabado y con ello esas horribles sensaciones, recuerdo que mis ataques comenzaron desde la primera vez que Belia me encerró en el cuarto sin poder comer, después fueron más seguidos cada que me decia que tenia que bajar de peso recordandome lo gorda que era y soy y mi ansiedad por bajar crecía ya que si no veía un progreso ella me golpearia.
La única persona que alguna vez me vio en un ataque era Mads,la primera vez fue una tarde en su casa cuando Belia llamó a decir que su dinero se había perdido, ya sabía yo que había sido Calíope pero eso era otra historia. Mads no sabia que hacer solo se quedo conmigo reflejandome suma tristeza a través de sus ojos, acompañándome mientras las lágrimas inundaban mi rostro en una esquina de la habitación. Es difícil entender todo esto, mas cuando no has sufrido algo así, no crees que la depresión existe, no crees que verdad caes en una completa tristeza y pierdes el interés por todas las cosas que un dia amaste, por que es asi, nada te llena ese vacio por dentro, no crees que de verdad alguien puede caer en un oscuro vació hasta tal punto de terminar de raíz, es difícil entender cuando no eres la persona que lidia contra problemas que te crean heridas emocionales sin la posibilidad de curarlas, sin la esperanza de que cicatricen, cuando luchas contra algo que ni siquiera puedes ver; un enemigo en las sombras como es la ansiedad y la depresión.
Existían diferentes tipos de tristeza y creía haber pasado por todas ellas al fallecer mi madre, pero no era así. No hay una tristeza más profunda y dolorosa que esta. Una tristeza que no te hace llorar, te hace sentir una pena vacía por dentro y te deja pensando en todo y nada, lamentandote una y otra vez, te succiona como si ya no fueras tu... Como si te hubieran robado un pedazo de tu alma.
Y aunque odiaba a Belia no le deseaba lo peor del mundo, por que para mi lo peor del mundo era desearle esto, este dolor profundo.
Cuando me siento calmada y tranquila siempre saco mi libro favorito Antes de ti y lo abro, dentro de él se encuentra la foto de mi madre y yo. Me gustaba también recordar los días en que era una niña muy feliz con el amor de sus padres y hermana,
A veces leemos libros para escapar de la realidad, pero escapas por siempre, en algún momento tienes que volver a ella y por ello yo no leía para escapar de la realidad sino para transformarla y volverla como la historia que quería darle a mis hijos.
Un amor bonito, lleno de traspiés como toda persona y con un final de cuento de hadas.
Levante mi cara y volvía a verme, fue ahí cuando abrí los ojos y me di cuenta que como todo ser humano se comete errores, pero no merecía esto. ¡No merecía sufrir toda mi vida!.
Agarre el teléfono y por primera vez en mi vida aleje los problemas, decidí darme un tiempo para mi por que nadie más importaría esta noche. No existiría Belia, ni Cali o mi padre. Esta noche era solo mía.
Y por primera vez en tanto tiempo me permití divertirme y ocultar mis problemas solo por una noche. La noche era larga y prometedora no me iba a quedar en casa llorando y sufriendo.
Debia empezar a enterder que debia ver mas por mi felicidad, era dificil comprender que debia dejar de preocuparme por los demas y enfocarme en mi misma, y que no debia pedir disculpas por ello, por que siempre debia poner mi salud y felicidad por encima de los demas y no depender de nadie.
Esa noche la tristeza se alejó y en mi creció la esperanza de que tal vez podía salir de esto, esa noche me permití no culparme por las cosas pasadas.
***
Este no se clasifica como capítulo, en contexto es un pedazo para que entiendan el dolor de Olivia y lo que a sentido durante los años desde la muerte de su madre. También para aquellas personas que sufren de ataques de pánico, ansiedad o depresión, a veces nuestra ignorancia llega tan lejos que creemos que esto de verdad no existe, que la gente está así por que quiere.
Tenemos que empezar a entender que la depresión no es un juego, que a nadie le gusta sentirse triste por que quiere, es una trastorno emocional causante del sentimiento constante de tristeza y falta de interés, un trastorno que se a llevado muchas vidas y del cual se lucha en silencio.
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Editado: 29.08.2021