A la mañana siguiente, me despierto un tanto más temprano. Me ducho y me cepillo a la vez, como, tomo mi mochila con otros cuadernos y el libro, me despido con un beso a ambas; cuando voy saliendo noto que empieza a lloviznar, me regreso y tomo un paraguas de mi mamá, y ahí sí me voy corriendo.
***
Una vez dentro del instituto, saludo al chico de ayer, que por tanto hablar de animes y mangas se me olvidó preguntarle el nombre —cómo el buen amigo soy—.
—¿Cómo me dijiste que te llamabas? —miento porque nunca me lo dijo.
—Mi nombre es Khan y no soy terrorista —dice en tono divertido—. Na mentira, mi nombre es Henry.
—¿Viste el capítulo de Boruto ayer? —pregunto, sacando cualquier tema de conversación para evitar el incómodo momento.
—Claro, estuvo excelente —afirma sonriente, sacando su smartphone para mostrarme el capítulo descargado.
*RINGGG RINNNNG* suena la típica y ruidosamente detestable alarma de entrada a clases.
—Bueno, ya es hora de entrar, ¿qué tenemos de evaluación? —pregunto mirando mi reloj.
—Ahora tenemos un ensayo de Lenguaje y Literatura —dice revisando su cuaderno.
—Ah sí, verdad, yo investigué algo —suelto una carcajada—, creo...
Al entrar al aula de clases, veo de nuevo a la chica de cabello amarillo y ojos azules, rápidamente Henry me dice que si la conozco, a lo que yo le respondo con un obvio no. Ella se sienta en la parte de adelante, junto con unos chicos y las chicas que venían delante mío ayer. Yo me siento en la parte del medio, junto con Henry y otros chicos, mientras esperamos a la profesora.
—¡Buenos días, chicos! —grita la señora, de unos... ¿50?
—Buenos días profesora —dicen todos.
—Hoy toca el ensayo, hoy los uniré en grupos de 4.—
—¿Usted nos unirá? —pregunto un tanto asustado, porque no conocía a nadie.
—Sí. ¿Algún problema jovencito? —responde, lo último de forma retadora.
—No... Ninguno —digo encogiéndome de hombros sin que ella me vea.
Luego de nombrar los grupos de casi todos, menos el mío, llega mi turno.
—Ryan Thorne, entra en el grupo de la señorita Houston, Arnold y Bella —dice señalándome la esquina izquierda donde están los chicos.
—Está bien —me dirijo con paso tímido hasta la mesa de cuatro sillas.
Cuando me acerco, veo quiénes son los tres chicos. «La srta. Houston» de seguro es la rubia hermosa de ojos azules, Arnold el chico apuesto y Bella la diva.
No intentes hacer nada estúpido, por favor.
Me siento al lado de «La señorita Houston» (me guío porque la profesora dijo los nombres en orden), y empezamos con el ensayo. Por lo que veía ella era un chica muy inteligente porque había investigado todo, mientras que los otros dos no les importaba. Luego de un rato veo como Rowan me mira.
—Hola, ¿eres el transferido verdad?—pregunta acomodando su brazalete.
—Eh... Sí, ¿y tú eres «La señorita Houston», cierto? —digo evitando mirarla a los ojos.
—Claro —se ríe.
*Me río también* No sé de qué me río. Bueno, quizá sea de la estúpida profesora por no decir el nombre de la chica. ¡No soy adivino, quién carajo se llama «la señorita Houston»!
De ahí empezamos a hablar un buen rato los tres, nos conocimos un poco más. Rowan, la antigua «señorita Houston», tiene 14 años, Arnold 15 y Bella 15. Los tres viven en una vecindario cerca de mi casa.
***
Terminado el ensayo, veo que Rowan se me acerca a donde estoy.
—¿Te dejan salir a una fiesta, mañana? —me vuelve a preguntar con cara de ángel. Yo me impresiono porque fue muy inesperado.
—Eh... Claro, ¿a qué hora? —le respondo casi tartamudeando por mi incomodidad.
—A las 21:00, en mi casa —dice, y luego, me pasa un papel con la dirección.
—¡Está bien, allí estaré mañana!
—Te espero, me da un beso en la mejilla y se va.
¿Me besó en la mejilla? Tengo un buen presentimiento acerca de todo esto...
***
Llego a mi casa con Sabrina, esta vez sí la recogí temprano. Era martes, y mañana no hay clases porque van a hacer mantenimiento al instituto, durará como 4 días, se trata de un techo que está en malas condiciones.
*Se escucha la puerta abrir y cerrar* Como lo pensé, llegó mamá.