Tan Cerca, pero Tan Lejos

3: Un día terrible y una noche increíble

Me despierto más tarde de lo habitual, obviamente porque no tenía clases. Veo la hora y son las 9:15, me cepillo y desayuno, veo que mi mamá está en la PC y mi hermanita duerme aún... Rowan me había dado su número de celular, esa es otra cosa que jamás me esperaba.

Nunca pensé que le caería tan bien de repente, aunque nunca la traté, pensé que era de esas chicas que se creen la gran cosa, sólo por tener dinero y belleza. 

Pasan unos minutos y la llamo, no me atiende a la primera, la llamo otra vez y ahora sí atiende.

—Aló, ¿Rowan? —digo un tanto nervioso.

—Hola, Ryan. —dice la voz angelical.

—Oh, hola Rowan, ¿cómo estás?

—Bien, ¿y tú cómo estás?

—Muy bien... —digo imaginándomela.

—¿Vendrás ahora supongo?—pregunta, con cierto nerviosismo. 

—C-claro que iré —tartamudeo, algo muy extraño en mí.

—Bueno, te espero Que no se te olvide a las 21:00.

—Sí, tranquila, no se me olvidará jamás —le sonrío.

—Está bien, eso espero.

Duramos 15 minutos hablando, sólo tonterías que se me ocurrían para hacerla reír, 
créanme, es el mejor método cuando eres feo—  y decirle que me gustó conocerla y eso. Me voy a Facebook a revisar las notificaciones y a comunicarme con mis amigos del colegio anterior en el que estuve. Al parecer no hay nadie conectado, decido cerrar el portátil y abrir el libro Elementarios: El Ataque de los Inofensivos

Pasadas ya 4 horas, leí el libro un poco, me quedé dormido y luego me levanté a almorzar. Miré la hora y eran las 6pm, ya casi llegaba la hora y necesitaba una camiseta decente, revisé el armario y tenía pura puta basura, corro hacia mi mamá y le digo:

—¡Mamá, préstame tu tarjeta de crédito que necesito salir a comprar una camiseta!

—¿Qué acaso no tienes? —pregunta mientras toma una manzana.

—No, no tengo ropa "decente".—uso los dedos para hacer unas 'comillas'.

—Ash—se queja—, está bien, toma, te la doy sólo porque ayer me pagaron. —dice riendo, mostrándome su tarjeta de crédito.

Me pongo un gorro porque llovizna, y salgo corriendo hacia el centro comercial más cercano a la casa. El sitio se llama Animalsal principio pensé que era una tienda de animales, pero no, era un centro comercial con ropa de muy buena calidad. Entro y le pregunto a la chica que atiende. 

—¿Camisetas talla M? —digo un tanto despistado.

—Por allá. —señala a su izquierda, hacia un lugar donde hay sólo ropa talla M.

Corro y veo una camiseta muy bella de color azul cielo con blanco, la agarro y me la mido, cuando me miro en el espejo veo que me queda bien, pago con la tarjeta y salgo del centro comercial. Saliendo del C.C Animals, veo que viene hacia mi Rowan. -¿Cómo coño me encuentro a Rowan aquí?-  Trato de esquivarla ninjamente pero ella me ve.

—¡Hola, Ryan!—de su boca rojiza, sale una voz increíblemente hermosa.

—Eh, ho... *Me besa la mejilla* Hola, Rowan..—digo un tanto abobado.

—¿Qué hacías aquí?—pregunta, mirando la camiseta.

—Nada, sólo pasaba a recoger una camisa para mi mamá. —miento. No quiero que ella piense que no tengo ropa.

—Ah que bien, yo voy hacia ése restaurant. —me señala el sitio—. ¡Te espero ahora, adiós!

—Adiós...—rezo a Dios porque no haya pensado nada.

No sé que va a ser más raro, que yo esté en una casa de millonarios o que ella me vea con la camiseta que aparentemente es de mi madre, en qué lío me acabo de meter... Casi llegando a mi casa miro mi celular y veo que son las 19:30. —¡Dios, tengo que apresurarme!— Le entrego la tarjeta de crédito a mi mamá, me desvisto, me meto a ducharme... —19:57— Salgo, corro a mi habitación a vestirme, me pongo unos pantalones negros, la camiseta azul y unos zapatos negros nike. Voy saliendo, paso por la sala de estar y noto que una voz me llama. Mi madre.

—Ryan, necesito que vayas a la tienda que está en la esquina —dice dándome unos billetes.

—¿Para qué? Mamá se me está haciendo tarde —digo estando un poco frenético.

—Tranquilo, no durarás mucho —me pasa la lista de lo que compraré. 

 Compro y voy a pagar, cuando me acerco a la caja, veo una cola inmensa... Si me regreso no me dejará ir a la fiesta, hagámoslo—pasó por mi mente en ese momento.  Llego al cajero y pago lo que compré, corriendo llego a la casa y le entrego las compras a mamá, busco con el celular la dirección de la casa de Rowan, me dirijo hacia la estación a esperar un taxi... —20:48—  El taxi llega y me monto, le doy la dirección...



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En el texto hay: desamor, romance, primer amor

Editado: 03.06.2018

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