Capítulo 3 - añoranzas

Lu

Era increíble, hoy debíamos hacer el primer trabajo en parejas y aquí estaba yo, sola, como siempre, había pasado una semana y no sabía nada de Fran. 

• - Luciana, debo conversar contigo -- me interrumpió de mis lamentaciones la señorita Laura.
• - Dígame -- y no se porque pero mi corazón empezó a latir de una forma increíble.
• - Debo informarte que Fran no será más tu compañero de trabajos -- ¿qué? Acaso era una broma, no podía ser posible, él no podía decidir algo así por así.
• - Pero como es posible señorita, no puede decidir eso Fran.
•  
• - Lu, Fran no pudo decidir nada, hay c

ircunstancias en la vida que nos obligan a tomar decisiones y eso fue lo que sucedió, además el depende de su familia, debe estar con su mamá, mi niña no es que abandona el grupo o la escuela, Fran viajó a otro país.

Sentí mis ojos picosos, no entendía, por qué tuvo que marcharse, es verdad era un niño idiota, pero había algo en él, sentí mi corazón partirse en dos. 

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Cinco años después...

Los aplausos hicieron mi corazón latir, el patinaje es una de mis pasiones, sentía que me transportaba a otra dimensión...

• - Lu felicitaciones -- Paul me sacó de mis pensamientos, se había convertido en un gran amigo -- estuvistes increíble, los representantes de la federación quedaron enamorados de tus movimientos.
• - Gracias Paul -- sabía que sus palabras eran sinceras.
• - Señorita Luciana Saporetti -- Pregunto un joven de alrededor de 30 años -- Julián Vienett representante de la federación de patinaje y baile -- sentí mi corazón parar -- nos gustaría que formara parte de la selección del país y que pueda prepararse para futuras participaciones, claro con la autorización de sus padres.
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No sabía que decir, mi sueño hecho realidad, creo que debe ser un sueño, pero no, no es un sueño.

• - SIIIII -- Fue lo único que pude prácticamente gritar.

Estaba feliz, mientras los representantes hablaban con mamá vía telefónica, sentí un vacío, me hacía falta papá, había compartido tanto con él, por otro lado me seguí preguntando, que será de la vida de ese niño idiota. 

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Fran

• - Vamos Fran, despierta, el partido es decisivo, no podemos fallar -- era mi entrenador gritando.

No sabía que me pasaba hoy, sabía que de este juego dependía pasar a la final y que si ganábamos iríamos a participar al un campeonato internacional, era bueno o al menos eso decían, yo solo daba lo mejor en la cancha.

• - VAMOS muchachos, es nuestra oportunidad -- grite animando al equipo, nos había costado llegar aquí y no podía dejar pasar la oportunidad.

Dimos lo mejor y con trabajo en equipo ganamos el juego, 4 a 1 de los cuales 3 goles los marqué yo.

• - Ese es mi muchacho -- me decía el entrenador mientras me daba una palmada en el espalda -- felicitaciones a todos, buen juego, ahora a cambiarse, Fran quiero que conozcas a alguien.

Y justo en ese instante mis ojos se abrieron como platos, esta frente al Director técnico del país, mi emoción no podía ser mayor.

• - Buen trabajo Fran, excelentes jugadas, quisiera que la próxima semana te presentes en mi oficina -- lo dijo alargando una tarjeta de presentación -- creo que tienes futuro.
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Estaba tan emocionado que olvidé por completo mi otro sueño, por el cual también estaba trabajando.

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Un año de entrenamiento había pasado, ahora pertenecía a la selección juvenil del mi país, y habíamos llegado a Rusia donde se desarrollaría uno de los torneos más importantes en varios deportes, hoy  seríamos espectadores de la final de patinaje.

• - Lo más lindo de todo esto es ver tanta hica linda jajaja -- decía Ismael quien se encontraba a mi lado mientras viajamos por los pasillos internos hasta llegar a la gradas privada para observar los concursante --
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• - Perdón perdón -- Decía una dulce voz mientras trataba de sacarme la camiseta porque quebama, a causa del café que vertió sobre mí, esto quemaba y empezaba a molestarme, pero justo cuando quise reclamarle a la causante de mi desgracia del día, tuve frente mío a un hermoso rostros que me resultaba familiar, esos ojos ese cabello.
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• - Lo siento tanto, te prometo que te buscaré y te repronde tu camisa -- lo decía mientras era arrastrada por su entrenadora al aparecer, dejándome sin camiseta y sin habla.

• - Demonos prisa, la competencia va a empezar me alertaba Ismael.
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La algarabía se notaba, barras por todos lados, colores y música, hoy se definía quienes pasaban a la final, los competidores que habían llegado hasta aquí eran los mejores, y justo en ese momento el animador anuncia la siguiente presentación.

• - Señores y señoras es el turno de recibir a la siguiente competidora, desde Buenos Aires Luciana Saporetti.

Lu, mi Lu sentí por un instante que mi corazón se paralizó, después de seis años la volvía a ver y fue ahora ella quién vertió su bebida sobre mí camiseta, estaba tan feliz, no había sabido nada de ella hasta ahora.

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