12. Pensamientos

En este momento estoy en la habitación del apartamento que mis papás han rentado para los próximos 5 días que estaremos aquí, son como las 4 de la tarde y hace muchísimo calor, por lo que me dirijo a la cocina por un vaso con agua. 

Este apartamento es bastante lindo, justo al lado de la entrada principal se encuentra la cocina que es de un tamaño adecuado para estos días, posee una barra para el desayuno que está justo al lado de una puerta metálica en la que está lo que se llamaría patio, aunque esté si es muy pequeño apenas cabe la lavadora y secadora y algunas cuerdas para colgar la ropa. Después de la barra se encuentra en un espacio abierto una linda sala con 2 amplios sofás, un puff y la mesa de centro, también tiene un mueble dónde está el televisor y algunos juegos de mesa, lo que más me gusta es que la sala tiene una pared de vidrio con acceso al balcón que es demasiado bonito, además de que le da luz a la casa. 

En el balcón hay una amaca y desde aquí se puede ver todo el campo verde que rodea el conjunto de apartamentos, pues este queda en medio de la carretera, cerca a la ciudad.

Me quedo acá un rato pensando en las cosas que han venido pasando, con respecto a cómo me di cuenta de quién en realidad era Evan y el gran apoyo que ha sido Alessandro, quien me ha dado más sonrisas en estos días de las que puedo contar, ese chico de ojos bastante peculiares tengo que decir, cuando lo conocí sus ojos se veían cafés, pero el día en que estuvimos juntos en descanso se veían de un color miel, como si tuviesen pinceladas amarillas, quisiera saber bien que color de ojos tiene. 

Y su sonrisa, cuando hablamos y de repente el ríe es como si con eso yo fuera feliz, hablar con él y ver su manera tan natural de ser me hace sonreir, no es alguien que se interese por lo que digan los demás y tampoco es como los demás, no por nada María me decía que si no lo considerará como un hermano ya estaría con él y es que es guapo, divertido, inteligente, atento y tan él que se ganaría a cualquier persona, claro que después de lo que le pasó con Valentina, cuando hablamos sobre eso me dijo que no la amaba, por lo que terminar no fue lo que precisamente le dolió, sino el haberse dado cuenta de como ella en realidad es, creo que es una de las cosas que nos unio pues él se dió cuenta de que alguien que estaba en su vida era diferente a lo que él pensaba, cosa que a mí también me pasó con Evan, aunque hay bastantes cosas que pasaron en mi "relación" con él que nadie sabe. Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos. 

-- Voy - grito desde el balcón pues están timbrando como locos - ¡Ya voy! - siguen timbrando desesperadamente

-- Casi que no abre - es mi hermano mayor, él nunca me ha tuteado a pesar de que nuestra relación como hermanos es bastante buena. 

-- Me demore 5 segundos, y si ¡Hola, hermanito! También me alegra verte - lo estoy fastidiando, él solo voltea lo ojos y deja las bolsas de comida en la barra.

-- ¿No sé ha arreglado? - dice mientras me examina de arriba abajo.

-- ¿Arreglado para qué? - enarco una ceja y me llevo una mano a la frente cuando me acuerdo.

-- Para irnos, ya deberías de estar arreglada pues la reunión es a las 8:30 y no quiero que lleguemos tarde, ya son las 5 de la tarde - quién habla es mi padre y entonces caigo en cuenta de que estuve como 1 hora en el balcón con mis pensamientos. 

-- Solo me tengo que vestir, relájate - digo y mi padre me hace una mueca chistosa.

-- Iré a arreglarme - dice mi madre entrando en escena - Emilia ya que te falta poco ayúdame con tu hermana.

Veo que ella se pierde por el corredor y yo hago lo mismo, al lado de la puerta de entrada hay un pequeño espacio donde está un lindo comedor y luego un largo pasillo donde a mano derecha la primera puerta es un baño, que no es tan grande, pero está bien, tiene un retrete y un lavabo incorporado en un mueble para almacenar cosas, encima un espejo con luz y al lado de este la regadera. Después de esta puerta está la de la habitación que mi hermano escogio, enfrente de estás dos puertas se encuentra un cuarto que tiene baño y dos camas, supuestamente es para mi hermana y para mí, aunque ella duerme con mis papás, acá solo van a estar sus cosas, es un cuarto bonito las dos camas tienen colchas color beis, enfrente de estás y al lado de la puerta se encuentra un mueble bastante grande con un televisor en el centro y lo que resta de espacio es para la ropa y demás. Al otro lado de la puerta se encuentra un cuadro de un barco y al lado de este la puerta que da hacía al baño, que es igual al que está en el pasillo, solo que este es un poco más amplio. Por último al final del pasillo se encuentra una puerta que da hacía la habitación de mis papás. 

Me dispongo a arreglarme porque o sino se me hará demasiado tarde, primero me baño pues hace muchísimo calor y así me refresco un poco, saco de la maleta de viaje el champú, acondicionador y la crema para cuerpo, me doy cuenta de que tuve que haber sacado todo de la maleta antes, me dirijo al baño y me doy una refrescante ducha de agua fría, una vez afuera me aplicó algo de crema pues no quiero que se me reseque la piel por el calor, me coloco una toalla alrededor del cuerpo para dirigirme a la maleta y ver qué ponerme, optó por un vestido de color mostaza, que tiene una cinta en la cintura, está un poco arriba de mis rodillas y es de tirantes un poco gruesos, no soy de usar vestidos pero este me encanta, me coloco unas sandalias café oscuro planas que se abrochan en el tobillo, por último unos aretes de corazón y una pulsera dorada con una flor de diferentes colores en sus pétalos, me lavo los dientes para aplicarme crema en la cara y me desenredo el cabello hoy lo dejaré suelto porque no tengo ánimos de peinarlo.

-- Sofí ven! - le digo a mi hermana para alistarla, mi madre ya la baño por lo que solo tengo que vestirla y peinarla - Quieres este - apenas entra al cuarto le señalo un vestido color palo de rosa - o este - digo ahora señalando uno color azul oscuro.