chapitre 3

—hola amor — le envié el mensaje y por suerte me respondió rápido

— hola amor, como estas — se supone que no debería decirle la verdad para no llamar la atención pero lo hice

— estoy mal y tu cómo estás — aunque estaba mal no dejaba que mi mal humor o tristeza hicieran que le responda cortante

— porque?... Te sucedió algo, me quieres contar — sentí que podía confiar en el

— si, no se qué le sucede a mi mamá me trata diferente a mis hermanos —

— diferente como? —

— es como si no me quisiera y siempre que está enojada desquita ese enojo conmigo, acaso hice algo malo para que me trate asi— entonces mis lágrimas no paraban de salir al recordar nuevamente los insultos de mi mamá hacia a mi, anhelaba cualquier momento poder recibir su cariño

— no tienes la culpa de nada, ella es la que está haciendo las cosas mal, así que quédate tranquila — sus palabras lograban tranquilizar mi llanto pero no mi mente

Otro maldito ataque, odiaba la manera en que comenzaba la sensación de escalofríos porque ya sabía lo que se avecinaba

Mi mente en ese momento se volvía mi enemiga y me hacía recordar hasta lo que no quería

Deje de escribirle un rato ya que el ataque de ansiedad no paraba, estos comenzaron desde los quince años y recuerdo que solo llore hasta dormirme y a esa edad dije que nunca me autolecionaria, mi yo de años atrás debe de estar decepcionada

Pero no importaba ya eso, comenzaba a peñizcar mis brazos por que el aire comenzaba a faltarme y no quería contarme

— amor, estás bien— creo que se había preocupado por qué no le escribí

— no, no lo estoy, todo lo que pasa en mi casa es mi culpa no debí haber nacido, si eso hubiera pasado no tendría que lidiar con una carga como yo — si la ansiedad y depresión ya tenían el control y se apoderaron de mí mente

— oye tranquila, si, nada de esto es tu culpa — yo lloraba de forma desesperada, buscaba ayuda de alguien

— no puedo estar tranquila, estoy teniendo un ataque de ansiedad — y lo dije de una u otra forma sentía como si quería llamar su atención, pero solo estaba contandole la verdad

— Respira, y trata de tranquilizarte, quizás no es fácil pero si sigues hechandote la culpa de todo tu ansiedad no se va a ir — trataba de hacer caso a sus palabras pe6era imposible, tenía que recurrir a hacerme daño

Sin decirle nada, me dirigí al baño e hice tres cortadas en mis piernas, fueron profundas y el dolor de eso hacia tranquilizarme, agarre un poco de papel y limpie la sangre que salía de allí

— ya estoy mejor — volví a la habitación y le escribí rápidamente el mensaje y se lo envié

— oh que bueno, que hicistes para tranquilizarte— no me gusta mentirle a el

— me corté — respuesta corta pero sincera

— se que quizás no te importe y lo vas a seguir haciendo, pero no has encontrado otra forma de tranquilizarte? —

— si, busque otra forma pero ninguna me ayuda así que siempre que me pasa algo así lo hago—

— bueno, solo trata de no hacerlo, te estás haciendo mucho daño y quiero estar contigo por mucho tiempo —

Esas palabras se quedaron grabadas en mi mente

...

Habia pasado tiempo de lo ocurrido y los ataques seguían y las cortadas también, aunque pensaba en las palabras de mi novio

Y me sentía mal porque quería dejar de autolesionarme y me era imposible lograrlo