Bryony
La historia se repite.
Sí. De una manera idéntica y agónica.
Creo que hasta más ridícula si es posible.
Digo, supere un tumor así que... ¿que puede suponer un embarazo?
No es como si fuera a matarme o a limitarme en mi vida entera.
Entonces me pregunto ¿Cómo es que mi adorado e imbécil muy imbécil esposo quiere prohibirme salir?
Me rio de esta situación tan absurda. Es más, creo que hasta lo felicitare por tan buen chiste, se merece un premio al cabron presuntuoso más arrogante del mundo. Sin embargo, lo único que conseguirá de mi será un pequeño chichón en la cabeza del tortazo que le voy a dar a ver si con eso reacciona y entiende que él no me va a prohibir nada, si quiero salir con mis amigas lo voy a hacer y el no será ningún impedimento.
—Bryony esto no está a discusión. Te quedarás en casa. Serás una linda esposa embarazada y fin del tema.
Me rio incrédula.
Como se nota que Frederick no conoce a las mujeres. Al menos a mí me gusta siempre tener la última palabra y esta no será la excepción.
Así que me levanto de la cama con la debida calma que mi enorme pansa me exige y lo encaro perfectamente en su muy caro traje negro.
—Amor esto no está en discusión. Me pondré muy hermosa y saldré con las chicas, seré una linda esposa embarazada disfrutando de un buen momento sin su idiota esposo y fin del tema.
Para cuando termino empiezo a salir de la habitación y sé que me sigue porque escucho sus pasos detrás de mí.
—te estás comportando como una niña inmadura, tu embarazo está bastante avanzado y es muy riesgoso exponerte a estrés. Solo cuido de ti.
Lo ignoro y sigo caminando.
En el inicio de las escaleras él se apresura a cogerme del brazo para ayudarme a bajar. Esto diré que es mi culpa porque siempre se lo pido después de darme cuenta que no podía ver mis pies con mi enorme pansa, pero era solo porque me gusta tenerlo cerca, no porque en realidad lo necesite. Soy perfectamente capaz de bajar las escaleras sola así me cueste una hora el proceso. Por ese motivo y con mucha autosuficiencia me suelto de su agarre a la vez que un simple jodete abandona mis labios.
— ¿qué? — pregunta incrédulo.
Bien, que siga siendo un imbécil.
No sé cuánto tiempo pasa cuando termino de bajar las escaleras y camino hacia el comedor. Tenemos hambre.
Para mayor fastidio en el comedor están papá y Nani. Claro que, el fastidio no es por Nani y ella lo sabe. Resoplo ignorando a papá porque él siempre apoya a Frederick.
—necesito comida y mucha por favor— le pido a Nani.
Papá intenta acercarse a mí. Pero como ya dije lo ignoro, no estoy de ánimos —Bry.
— ¿qué quieres papá?
El me abraza a la vez que acaricia mi enorme pansa —creo que en tu condición salir de fiesta no sea lo adecuado. No es recomendable ni para ti ni para el bebé.
Me separó furiosa de él. Furiosa y con hambre... grandiosa combinación.
—hablas como si yo no fuera capaz de pensar en la seguridad de mi bebé y te informo que mi bebé es lo más importante para mí... no creo que salir a pasear a una estúpida piscina es un estúpido hotel con Alexa tan embarazada como yo, Chanel y Nani suponga una gran aventura.
>> ¿Sabes porque quiero tanto ir? Porque quiero descansar de ti y de Frederick. Se la pasan pregonando preocuparse por mí y no se dan de cuenta que ustedes son los que más me estresan, me agobian y no conforme con eso me quieren hacer sentir una completa ingrata.
>>pero no se los voy a permitir. Iré a ese hotel donde todas tendremos nuestra gran despedida de soltera y ustedes no estarán tanto si les gusta como si no.
Salí del comedor con la cabeza en alto. Gracias al cielo que no me puse a llorar. Porque últimamente lloro hasta por querer llorar.
Camino decidida hasta el jardín de casa y me acuesto en la tumbona que allí se encuentra. El sol calienta mi piel y se siente delicioso porque no es un sol que queme es más como una lámpara.
Cierro mis ojos y suspiro. Pobre de mí bebé cuando nazca. La sobre protección que tendrá será gigantesca. Y no digo que yo no lo protegeré pero quiero que tenga una infancia sana. No una en donde primero tenga que pedir permiso antes de interactuar con otro niño.
Unas manos acarician mi vientre, un cuerpo se sienta en un lado de la tumbona pero me niego abrir los ojos.
—princesa abre los ojos.
Ah... maldito idiota que sabe que con su palabrería bonita me gana. Pero no está vez.
El suspira, un suspiro largo y profundo. Quiero reírme pero no puedo o estaré perdida, sus caricias continúan en mi vientre abultado —Bry sé que a veces exagero. Pero hubo un tiempo en el que creí morir porque te estaba perdiendo, no sería capaz de soportar algo así de nuevo. Yo solo quiero cuidarte, estar ahí para ti...
>>si vas a una salida de chicas como tú le dices, y sucede algo ¿qué hare yo para cuidarte? ¿Cómo podría protegerlos si están lejos de mí? Yo solo necesito estar seguro de que ustedes están bien.
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Editado: 05.10.2020