Te amo ( versiones )

CAP 23 ( especial black and white 3 )

( "Amas de verdad, cuando conoces, la oscuridad de su realidad" 🖤 )

....

Acabo de darme una ducha y cambiarme de ropa, me preparo un trago lo necesito, tengo demasiadas cosas por pensar, si Mina estuviera aquí ya me hubiera regañado pero de verdad necesito está botella de whisky para calmar mis pensamientos. Estoy por ir al balcón cuando escucho la puerta, voy hacia ella y de todos no imaginé que ella vendría acá después de todo lo que pasó en la empresa.

— Quiero explicaciones y una botella de vino.

— ¿Mina?, ¿Qué haces aquí?.— digo sorprendido al verla parada frente mi puerta, me gusta que halla venido pero creí que quería un tiempo sola.

— ¿Puedo pasar? — dice con una ceja alzada y la mano en la cintura, como solo ella puede hacerlo.

— Oh, claro pasa eso no tienes ni que preguntar.— digo amablemente, quitándome de la puerta y dándole espacio a qué entre.

— Estás tomando ¿No?— dice con la misma forma que regaña a Sofí.

— Si, lo necesito. Y si te moles...

— No, no me molesta — dice quitándose los zapatos de tacones del trabajo y sentándose en el sofá.— y ahora ve y búscame esa botella de vino que igual que tú necesito.— dice acomodándose en el sofá, amo a esta mujer, me confunde muchas veces pero aún así la amo con todos y sus cambios emocionales.

— Bien, Cheval Blanc ¿el de siempre?

— Zair solo trae la botella de vino y ven y responde cada una de mis preguntas, mira que son muchas y si quieres seguir con lo nuestro tienes que responder sincero con cada respuesta, ¿Entendido?— dice con su ceja alzada.

— Entendido — digo tomando el vino preferido de ella y voy hacia donde está le sirvo en una copa y me siento frente al sofá de dónde ella está.

— Gracias, ¿Quién es esa mujer?— dice tomando un sorbo de vino de la copa. Y mirándome fijamente.

— Es mi exesposa, ex Mina, ex.— repito para aclarar.

— No tienes que repetir, Zair — dice parándose y dirigiéndose al balcón.— ¿Por qué dijo que tenías un hijo? Que yo sepa no tienes o tenías uno. — dice tomando del vino.

— Yo tampoco sabía que tenía uno, me enteré al mismo tiempo que tu.— digo tomando de mi vaso whisky. Voy hacia el balcón también.

— ¿Por qué no me contaste de que habías tenido una esposa? y ¿Qué ibas a tener un hijo? — dice volteando la mirada hacia mi.

— Hablar de ella era perder mi tiempo, además la parte de ese pasado contarla para mí era muy doloroso, hasta ahora. — digo sincero, veo como me ve con la mirada tratando de entender lo que dije.

— ¿Tan importante fue para ti? — dice mirándome, confusa.

— Lo dices con sarcasmo ¿o qué?, Mina si digo que era doloroso, no era por ella si no por mi hija, bueno mi hijo.— digo y tomo de mi whisky.

— Zair lo siento, pero es que no entiendo, y menos ahora que me dices que era niña y ahora niño — dice y toma de su copa de vino, y suelta su cabello de la cola que traía puesta.— quiero entenderte, y si entiendo la parte de tu esposa y ...

— Ex Mina, exesposa.— le termino corrigiendo.

— Si Zair exesposa, el punto es que me perdí ¿sí? en la parte de tu hija o hijo y no me habías contado nada de ello, Zair, tenemos más de cuatro años conociéndonos y tres meses de relación y me vengo a enterar de todo esto ahora, zair se que me dices que era doloroso, pero te recuerdo, que pase por miles de cosas dolorosas y todas y cada una la sabes y las que no sabías te las conté, creía que teníamos confianza. — dice quitando su saco de trabajo, al parecer se está relajando, pero a la vez enojándose y con toda razón, es cierto ella me contó todo de su pasado y yo no. — pero al parecer tú no la tenías conmigo, te confíe mi vida, mi hija, y todo, pero tú no me contaste nada de tu pasado, el amor es confianza, y es un pacto que se fortalece día a dia, Zair sabes muy bien cuáles eran unos de los motivos de los cuales me impedían estar contigo y era...

— Sofía lo se Mina, y no te imaginas lo que quiero a esa niña, Mina, a Sofía la quiero como a una hija y uno de esos motivos por los que siempre tuve esa conexión con Sofi fue esa me recordaba que podría tener a mi hija o bueno ahora mi hijo, ese que creía muerto y ahora me entero que está vivo, Mina te amo y no imaginas cuánto, y se que fallé en no decirte nada pero debes de entender, yo tenía una herida muy abierta, y que aún pasaban los años y seguía igual de abierta Sofi era la única que la curaba con su sonrisa, y sus abrazos, Sofía nunca dejará de ser la niña de mis ojos, y créeme que no sabes cómo agradezco que Alaia no le hiciera caso a Alan de no contratar a más asistentes y te halla contratado a ti y sabes por qué le agradezco, porque gracias a esa supuestamente desobediencia conocí a una gran mujer y a una maravillosa niña, que juntas eran como el sol y la luna. Y que llenaron un hueco que estaba totalmente vacío. — digo y veo como termina su copa de vino y se arroja al sofa, pasando su mano por su largo cabello tratando de relajarse. Se que está nerviosa y desesperada por respuestas, porque siempre toma vino por ello. Me acerco a ella y pongo sus piernas en mis piernas. Ella se acomoda, y me ve, se que quiere decir algo así que dejo que ella hable.

— Zair, lo siento, perdóname, estoy algo estresada, confundida, desesperada, y algo Enojada. — dice y se acerca a mi poniendo sus suaves manos en mi rostro — Zair, también te amo y mucho, y no te imaginas cuánto te agradezco, por siempre estar ahí, cuando no era tu deber, por nunca dejarme sola, por ser ese gran ser humano que le gusta jugar a la hora del té, dejarse maquillar, pintarse las uñas, que supuestamente de la nada dejo de saber hacer un nudo de corbata y siempre se pone uno de los perfumes más caro del mundo solo para que yo le diga que huele de maravilla, nunca tenía nada que hacer cuando tenía que estudiar y no tenía con quién dejar a mi hija, con el que es sobrino de la pediatra de Sofi y según tu no la conocías, y fue casualidad de la vida.— termina diciendo, y esa es mi Mina la que siempre aún en los momentos más difíciles me saca una sonrisa.— Zair el punto de todo esto, es que te amo, y confío en ti, pero una relación es de dos y para que funcione el pilar, para que funcione, después de Dios es la confianza, así como dejé que curaras y sigas curando cada una de mis heridas, es tu momento amor — dice acercándose más hasta estar ya completamente sentada en mi regazo tomando mi rostro con sus manos.— amor es tu momento, de dejar que yo haga lo mismo por ti, cuéntame cada una de esas heridas que han lastimado tu corazón — dice juntando nuestros rostros. Y ahí junto con ella es que siempre siento la tranquilidad la paz y si podemos ser una parejas totalmente dispareja o alocada o tal vez fuera de control, pero si hubo algo de lo que más me enamora cada día más de está mujer, es que aunque no fuera mi pareja siempre, estuvo ahí aún sin saber los motivos, para poner mi mente y pies en la tierra, para calmar mi inquietud, para sanar las heridas que ella sin conocerlas las curaba.



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Editado: 04.07.2024

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