Te ayudaré a enamorarla

Capítulo 6-. Mentiras (Parte 2)

No sé si soy yo o la temperatura del centro comercial subió varios grados ¿Qué hace Lucas aquí? Había dicho que estaba enfermo. Siento el calor en mis mejillas, evidentemente debo estar toda colorada.

—Lu...Lucas — comienzo a hablar nerviosamente, hace menos de un minuto le había mentido a Liam, diciendo que Kathe y él se habían ido a otro lugar— ¿No estabas con Kathe? — pregunto abriendo mucho mis ojos, dándole a entender que había mentido. 

— ¿Con Kathe? — finge no saber, hijo de su mamá.

 —Sí, Lucas, con Kathe— vuelvo a repetir, Lucas me queda mirando con los ojos abiertos, yo asiento lentamente, casi sin realizar el movimiento.

—Sí…— alarga un poco la palabra— vine a avisarte que nos vamos a dar un paseo, no nos gustó ninguna película— yo asiento en forma de gracias— me voy— se acerca a mí y besa mi mejilla, luego le da la mano a Liam, después de eso se va.

—yo pensé que ya se habían ido— digo y sonrió.

Aun nerviosa miro a Liam, quien está con el ceño fruncido viendo en la dirección que se fue Lucas.

— ¿Quién es él?— pregunta después de unos segundo.  

—Nuestro nuevo compañero, está con nosotros en antropología— Liam asiente.

—Sí, recuerdo haberlo visto— frunce el ceño nuevamente— ¿está saliendo con Kathe?— pregunta por fin poniéndome atención.

—No, solo son amigos— en estos momentos no sé si estoy mintiendo o diciendo la verdad.

Kathe y Lucas al parecen han querido dar el siguiente paso, digo ya habían quedado para salir y en lo personal no creo que sea para solo ser amigos, creo que ambos se gustan.

—Bueno, invítalo a la fiesta de Scott — se encoje de hombros, asiento feliz, habíamos cambiado de tema— vamos por algo de comer, así hablamos de Kathe.

Si bien fue mi idea quedarme a solas con Liam, no creí que la situación sería tan incómoda de solo pensarlo.

— Entonces... — comienza a decir una vez que tenemos las hamburguesas, papas fritas y bebidas en nuestras bandejas— háblame acerca de Kathe. — termina de decir cuando encontramos una mesa y nos acomodamos.

—bien...—agarro un papa y pienso en comerla, Grace, estás frente a tu crush ¿en serio? ¿Comerás una papa? suelto el aire con frustración ¿comer o no comer? No quiero que piense que me la paso comiendo comida chatarra, pero tampoco piense que soy superficial por preocuparme por mi figura, que espanto, hubiese pedido una ensalada.

 ¿En serio Grace? ¿Una ensalada? Sí, exagero, debo tranquilizarme. Si un hombre decide quererme deberá hacerlo tal y como soy. Me echo la papa a la boca. Luego de comer decido contestar tranquilamente.

—Bueno— vuelvo a repetir y Liam me mira impaciente— a ella no le gustan las cosas muy cursis, ya sabes eso de flores, no— el asiente— tampoco le gustan los hombres que se preocupan demasiado por su vestimenta, los considera muy superficiales— menciono plácidamente.

— ¿Algo más?— yo niego.

—Bien, a medida que vayamos avanzando, puedo decirte más cosas— el asiente— pero sabes, me interesa saber de ti, obvio para saber si el chico que ayudo es adecuado para mi amiga, no me gustaría ayudar a alguien que tiene 0 compatibilidad.

—Está bien— me muestra una sonrisa—  vivo con mis padres, estudio ingeniería comercial, tengo 2 hermanos pequeños y mi más grande amor es el fútbol.

— Que interesante— le digo para luego sonreír.

De verdad este hombre me gusta, nunca lo he visto jugar un partido de futbol, pero sé que pronto iré y me encantará lo que veré.

—Lo que más amo en la vida es jugar, sentir la adrenalina cuando voy a meter un gol, ya que soy el delantero— aclara— el año pasado salí goleador del torneo— sonríe con orgullo.

—A mí me encanta el fútbol— en esto si estoy segura que no miento, el fútbol lo llevo en la sangre, si bien no juego me encanta ver como otros lo hacen.

—A pocas mujeres les gusta el fútbol, ya sabes prefieren las cosas cursis. — ¿qué mujer no quiere vivir su propia novela de amor?

—Pff, obvio que no soy así— miento, no me gustan las cosas cursis, pero los detalles marcan la diferencia, si tienes una relación, uno debe enamorarse cada día un poco más y eso solo ocurre con los pequeños gestos que uno puede tener con su novio, pareja o esposo.

Pasamos el resto de la tarde hablando de fútbol, otras cosas interesantes y obvio de Kathe, pude notar que Liam cumple con ciertos requisitos que Kathe busca en un chico, bueno, en el amor nada está escrito, puedes enamorarte de la persona que menos esperas.

Después cada uno se fue a su casa, cuando llegue a la mía Fefa y Kathe me estaban esperando en mi habitación.

— ¿Cómo te fue?— pregunta Kathe emocionada— ¿fue lindo? Espero que se haya comportado a la altura.




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