— ¿Me estas bromeando verdad?— pregunto asustada— tiene que ser una broma— me levanto de la cama rápidamente.
— ¿Por qué las mujeres nunca recuerdan nada?— me giro para encarar a Lucas, quien se está pasando la mano por su cabello con frustración.
—O sea ¿no es la primera vez que te aprovechas de una mujer borracha?— le digo con cierto enojo, lo que me hace doler la cabeza.
—No me aproveché de ti, y la otra vez fue con mi prima— abro mis ojos con asombro— no pasó nada, mujer, al igual que contigo, no pasó nada— un suspiro aliviado se me escapa.
— ¿Entonces?— apunto mi pijama— ¿por qué tengo mi pijama puesto?
—Quería que estuvieras cómoda— se levanta mientras se encoje de hombros.
— ¡LUCAS!— le grito y le doy un empujón, lo que logra que se caiga nuevamente a la cama.
—Está bien, te contaré lo que pasó, pero controla tus impulsos sexuales conmigo, ahora resulta que me lanza a su cama— murmura para sí mientras se acomoda en la cama.
Lucas.
Estábamos en la barra, pidiendo tequila tras tequila. Grace se sienta en la cama, para poner toda su atención en mí.
—Grace, creo que ya es suficiente por hoy— le digo intentando que deje de beber.
—No, el chico que me gusta me besa, luego se va y besa a otra ¿tan terrible soy?—dice casi llorando.
—Lo eres— intento bromear con ella.
—Lo sabía— se pone a llorar— nunca nadie se fijará en mí.
La abrazo intentando consolarla. Si tan solo supieras Grace, he escuchado lo que los chicos hablan de ti, incluso el mismo Liam, todos locos por ti, no me sorprendería que Liam te pidiera ayuda sólo para acercarse a ti, o que se termine enamorando de ti. Eres la chica más linda e inteligente que he conocido, aunque no sé si seré capaz de decírtelo algún día, no soportaría que me mandaras a la friendzone.
Ahora entiendo a Trent, cuando no le decía a Mels lo que sentía, era miedo, al menos su amor si era correspondido. Estúpido Trent, todo es tu culpa.
—Vamos a hablar con tus amigas, para irnos a casa— la agarro de la cintura y comenzamos a caminar.
Entre la multitud identifico a Fefa, quien está conversando con un grupo de chicos
—Lucas ¿Qué le hiciste?— pregunta preocupada.
—Yo nada, fue el idiota de Liam, lo vio besando a otra.— la cara de fastidio de Fefa me dice que no le agrada nada ese chico.
— ¿Qué pasó?— pregunta Kathe asustada cuando llega a nuestro lado.
— ¿Podemos llevarla a casa?— les pregunto, ellas asienten.
—Pero primero iré a hablar con ese imbécil— dice Fefa dirigiéndose enojada hacia donde estaba Liam. Kathe niega en contradicción.
Una vez que el taxi nos dejó en la puerta de la casa, Kathe y Fefa me ayudaron a llevar a Grace a su habitación.
—Lucas, fuera — dice Fefa — le pondremos el pijama para que esté cómoda— yo asiento y salgo obedientemente.
Luego de algunos minutos la puerta de la habitación de Grace se abre.
—Puedes pasar— dice Kathe asomándose por la puerta.
Grace estaba acostada y profundamente dormida, era como un conejito, sus amigas le habían puesto el pijama, hasta el maquillaje le habían sacado.
—Tengo sueño— dice Fefa.
—Son las 4, yo también— dice Kathe.
—Vayan a dormir, yo la cuido—me ofrezco sin perder de vista a la chica que me ha robado miles de suspiros.
Estas se miran unos segundos hasta que acceden a que yo cuide a su amiga.
—Pero ¿no tienes sueño?— dice Fefa— ¿bebiste?
—No, Grace bebió todo lo que yo iba a tomar— sus amigas se miran preocupadas.
—Cualquier cosa nos avisas por favor— dice Kathe— estamos del otro lado del pasillo— yo asiento de inmediato, no quiero que se preocupen más.
—Cuídala— dice Fefa.
—Siempre— me limito a responder.
—Eso espero, Lucas— dice Fefa.
— Podemos cortarte en pedacitos y tirarte al mar, puede que a los peces les guste la carne española— nunca había escuchado hablar a Kathe con tanta seriedad.
—Me comerían en segundos— las dos ponen los ojos en blanco y salen de la habitación de Grace.
Le cuento lo sucedido a Grace, obviamente limitándome a lo estrictamente necesario.
Grace.
— ¿Me dices que mis amigas me pusieron mi pijama ?— Lucas asiente para tranquilizarme.
—No me aprovecharía de una mujer borracha, porque de verdad que estabas mal, no sé como sigues con vida— siento calor en mis mejillas.
—Lucas cállate.
—Dijiste muchas cosas interesantes — abro mis ojos con asombro— cosas muy, muy interesantes — mueve sus cejas— dijiste sobre lo que pensabas de un chico muy guapo que habías conocido.