Capítulo 12-. Verdades (Parte 2)

Vamos en el taxi, en un incómodo silencio. Siento mis manos un poco sudorosas, no entiendo porque estoy tan nerviosa, pero claro ¿Cómo no estarlo? Si el chico que está a mi lado mirando hacia la calle se ve extremadamente guapo.

El camino hacia la iglesia donde se casará la tía de Lucas se me hace eterno, años que no entro a una iglesia, la verdad es que no me gustan para nada. Pero debo hacerlo, por Lucas. El lugar estaba cerca de mí casa, esta se encuentra al centro de la ciudad, es grande y con una arquitectura antigua, veo personas por doquier.

Nos bajamos del taxi e inmediatamente nos acercamos a una pareja que al igual que todos los invitados estaban esperando a la novia, logro divisar al novio a la entrada de la iglesia, esta obviamente nervioso.

—Prima e idiota, ella es Grace— dice Lucas y veo a los que me acaba de presentar. Me acerco a ellos para saludarlos.

Son muy adorables, no se dejan de mirar todo el tiempo, puedo sentir el amor que se transmiten.

—Hola Grace—saluda la chica una vez que dejó de mirarse con su novio— soy Melanie, pero dime Mels—sonríe amablemente, puedo recordar sus voz de los audios que me mandaron.

— Hola— saluda muy emocionado el novio de Mels—soy Trent, una pregunta ¿cómo una chica tan linda puede salir con un mono?— dice y mira a Lucas, esperando su reacción.

—Sólo somos ami...— iba a decir que éramos amigos y no estábamos saliendo pero Lucas me interrumpe.

—Deberías preguntarle a tu novia— dice eso y se baja los lentes que tenía en su cabeza.

—Solo un día, solo un día por favor— dice Mels obviamente aburrida con la reacción de Lucas y Trent.

—Sí, mamá—dicen los chicos al unísono.

Nos volteamos a ver lo que la gente veía, de una carroza blanca con adornos típicos de boda se bajaba una linda mujer, su vestido era hermoso. Rápidamente todos los invitados entraron a la iglesia para no perderse el momento donde ella se dirige al altar. Mels y Trent se quedaron afuera.

Ni siquiera soy yo la que me caso y quiero escapar de esta situación. En definitiva no serviría para ser la novia de una boda. Nos acomodamos rápidamente en la parte delantera de la iglesia. El novio se veía nervioso, mientras la novia camina a paso lento, en cualquier momento creo que me levantaré y gritaré ¡Arrepiéntete! Bien, debo calmarme, pero lo agregaré a la lista de cosas por hacer.

— ¿Estas nerviosa?— pregunta Lucas y coloca una mano en mi rodilla, la cual se mueve de arriba a abajo sin parar.

—No—contesto sin mirarlo, Lucas se acerca más a mí y toma mi mano.

—Tranquila ¿qué pasa? —pregunta tiernamente.

—No... Me gustan las bodas — no tengo un trauma ni nada, solo no me gustan.

— ¿Entonces por qué me dijiste que si?— pregunta confundido.

—No quería decirte que no— soy sincera, no quiero que piense que siento algo por él, sé que es así, pero no quiero que lo sepa.  

—Gracias— sonríe de lado, aprieta un poco mi mano.

Luego de una larga ceremonia, con llantos y aplausos terminó todo en un apasionado beso. Comenzamos a salir de la iglesia, esperamos afuera a los novios y cuando salieron los invitados tiraron pétalos de rosas. Que desperdicio de belleza natural.

—Por cierto, mi tía se llama Andrea y su ahora esposo se llama Ralph— menciona Lucas cerca de mi oreja. Es cierto no me había dicho el nombre de su tía.

—También tengo una tía que se llama Andrea— le digo con una risa. Tenemos que tener un tema de conversación.

—Es un nombre un poco común— sigue estando muy cerca de mí, me alejo un poco de él, incomoda.

—Si— le sonrío. —de hecho mi nombre es Grace Andrea — Lucas se ríe.

—Lo sé — deja de reír— tus amigas me dijeron.— se pasa la mano por el cuello nervioso.

— ¿Vienen?— pregunta Mels, irrumpiendo el que, era para mí, un incómodo momento. Lucas asiente.

Lucas toma mi mano y comenzamos a caminar, llegamos a los estacionamientos y Trent está esperando en un auto, subimos en la parte trasera y Trent le da marcha al auto. Luego de un rato llegamos a una enorme casa.

—Esta es la casa del novio, es enorme— comenta Lucas.

—No quiero vivir aquí— dice Mels.

—Y yo no quiero que vivas acá, quiero que sigas siendo mi sexy vecina— le dice Trent en tono coqueto.

—No me cae bien la hija de Ralph— comenta la chica, angustiada.

Comenzamos a bajar del auto, Lucas primero que yo, al salir me ofreció su mano, la cual acepté de inmediato.

—Mels no se lleva bien con Camila, tienen la misma edad, 18— me explica Lucas mientras cierra la puerta del auto azul.

— Y ¿tú?— le pregunto aunque sé su respuesta, Lucas se lleva muy bien con las mujeres.

—Para mi sorpresa...— comienza a decir Lucas, pero es interrumpido por Trent.

—Y tú ego— acota con una sonrisa.

— Me llevo mal con ella, ya que ella me odia y yo no entiendo porque— se encoje de hombros.