Me levanto temprano para ir a clases, es jueves, no tengo ánimos de maquillarme, de arreglarme, ni siquiera quiero comer, no quiero nada. Tengo un debate interno, sobre cuál es la mejor opción; si arreglarme o no.
Regla número uno: nunca verse mal, si vas a ver a tu ex.
Decido maquillarme, alisarme el pelo, vestirme con un atuendo sencillo, pero no tanto, quizás estoy exagerando, pero recuerdo que debes verte bien, muy bien, para que tu ex se arrepienta de haberte dejado.
Grace, creo que estas exagerando. Lo sé. Pero es la única forma de sentirme segura y no romper en llanto en caso de que lo vea y me mire con lastima. Me miro en el espejo de mi habitación por última vez, que fácil es aparentar que te encuentras de maravilla, cuando por dentro estas echo un desastre.
—Estás hermosa— Kathe se acerca sonriéndome.
—Gracias— me limito a decir con una fingida sonrisa.
Agarro mi bolso y meto solo un cuaderno, no tengo ganas de escribir hoy, ni prestar atención, nada.
Llegamos al salón, y como siempre Fefa ya estaba ahí, ella al verme se levanta a abrazarme
—Te amo ¿lo sabes? ¿Verdad? — Yo asiento mientras la abrazo, las lágrimas pican en mis ojos— estas hermosa, no es como si no lo fueras, pero hoy más que nunca.
—Gracias, no sabes cómo me encantan tus abrazos— los abrazos de Fefa siempre entregan tanta seguridad, amor, confianza.
Tomamos asiento en la parte trasera del salón, mi vista esta fija en la puerta, esperando a verlo, no lo veo hace una semana y no hablamos desde que termino conmigo por celular, tengo ganas de verlo y encararlo por ser poco hombre, pero mi parte orgullosa no me lo permite. No sé cómo reaccionaré al tenerlo cerca.
Veo entrar a Lucas, su pelo esta desordenado, tiene unas suaves ojeras y tiene un semblante triste.
Instintivamente siento pena por él, no logro sentir rencor, solo quiero correr y abrazarlo.
Grace, él te dejó y por celular.
Lucas levanta la mirada, sus ojos se encuentran inmediatamente con los míos, él me mira como disculpándose y luego corre la mirada hacia un puesto vacío que esta adelante en el salón.
Pasan unos minutos y el profesor llega, empieza a explicar un trabajo que tendremos que realizar, vivimos llenos de trabajos. Nos da 5 minutos de Break, para que podamos ir por un café o ir al baño, opto por la segunda, mis amigas se van a buscar un café.
—No se sentó con ella— escucho decir a unas chicas fuera del cubículo del baño donde estoy.
—Quizás terminaron— dice muy emocionada otra, su voz es familiar, son mis compañeras de carrera.
—Lo intentaré— dice otra chica, es la voz de Cheryl.
—No serias capaz— le dice dudosa una de sus amigas.
— ¿No viste lo guapo que es? Además solo será para pasar la noche, hombre soltero no se me niega nunca.
—Lucas parece diferente.
—Eso ya lo veremos querida— dice Cheryl con arrogancia.
Todas ríen y luego todo queda en silencio, supongo que ya salieron del baño, me lavo las manos pensando en lo que acabo de escuchar ¿Lucas parece diferente? Estoy segura que es diferente a todos los demás chicos que he conocido, él no sería capaz de simplemente estar con una chica por que sí, sé que lo hizo antes quizás, pero ahora no o eso espero.
Vuelvo al salón y Lucas esta con mis amigas hablando, Fefa y Kathe tienen una mueca en el rostro.
—Por favor, no le cuenten— dice Lucas y se queda callado cuando me acerco a ellos.
—Grace, Lucas no tiene grupo, hará el trabajo con nosotras— dice mi rubia amiga y yo asiento tímida.
Comenzamos a trabajar y mi celular -que estaba encima de la mesa- empieza a sonar, sin fijarme en quien llama, contesto. El profesor no está mirando y el salón esta con bastante bulla como para que se den cuenta que contesté una llamada.
—Ho-hola soy Felipe — me quedo muda unos segundos y reviso la pantalla de mi celular, si, es él— ¿Grace? Yo lo siento, quizás estas ocupada, mejor te llamo después.
—No, claro que puedes hablarme, estoy en clases pero puedo hablar— no sé de dónde vino tanta seguridad, ni tampoco sé cómo no me he sonrojado, siendo que mis amigas y Lucas me están mirando.
—Seré breve, yo... bueno, ya que mañana es viernes ¿quieres salir conmigo?— pregunta demasiado tímido y luego se queda en silencio para que conteste, luego de algunos segundos de debate en mi mente contesto en lo que pienso es mejor.
—Me encantaría, tenemos un tema pendiente— sonrío involuntariamente.
—Me mandas tu dirección, pasaré por ti a las 8 ¿te parece?— se escucha entusiasmado.
—Sí, a las 8 está bien, nos vemos. — cuelgo la llamada sin esperar una respuesta.
Kathe y Fefa me miran levantando las cejas, yo niego y ahora sí me sonrojo.
Sin darle mayor importancia, por ahora, al llamado que tuve seguimos haciendo el trabajo, con Lucas no hemos hablado, ya que el habla con Kathe sobre algo y yo también me dirijo a ella para no hablarle a Lucas, lo sé, algo totalmente infantil.