Te Ayudaré.

Capitulo 9.

-No seas cobarde – dice Corey en forma de burla.

-No soy cobarde – digo molesta –. Solo que no soporto una película de terror.

-Si claro, si rente la menos tenebrosa.

-Claro, como digas.

Después de que llegamos al Centro Comercial, decidimos separarnos para llegar acabar más rápido, mala idea, cuando termine de comprar las cosas y fui a encontrarme con Corey a la tienda de videos, me di cuenta que rento una película de terror y yo no soporto esas cosas y menos cuando se trata de un payaso que secuestra y come niños, aunque él se ve de lo más normal posible, no parece tener ni un poco de miedo, aquí estoy, sujeta a su camisa y con mi cabeza en su pecho para evitar ver la pantalla, mientras él acaricia mi cabello para tratar de tranquilizarme, los últimos minutos no quise voltear la mirada por la película sino porque estar pegada a él me hace sentir segura, como si estuviera a salvo de todos los peligros del mundo, me siento... protegida.

-Kyle, la película ni da miedo, eres una pequeña miedosa Miller.

-No es cierto.

-De acuerdo, voltea la mirada y ve lo poco que queda de la película.

La volteo y en cuanto miro ese payaso demoniaco la vuelvo a girar mientras escucho la risa de Corey.

Después de un rato siento como mis ojos comienzan a pesar y los cierro, hago el esfuerzo de no quedarme dormida pero sé que será en vano, el sueño siempre me vence.

-¿Por qué tienes que ser tan hermosa? – Corey susurra mientras sigue pasando sus manos por mi cabello –. Como quisiera decirte lo que siento por ti Kyle, pero temo que luego el idiota de Mario arruine todo y te desilusiones de mí.

Algo paso entre Corey y Mario, algo que ambos no me quieren decir, parecen dos criminales que matan a alguien y luego de esconder el cadáver deciden guardar el secreto, pero estos dos parecen ocultar algo más grande que un asesinato, Mario dijo que Corey era un asesino, debe ser eso lo que oculta y lo que teme que me diga.

-Tengo sueño – digo con una voz de cansancio, él asiente se levanta, apaga el televisor y luego me ayuda a levantarme del sofá para encaminarme a mi habitación.

Cuando entramos, me acuesto y cubro con la manta antes de desearle buenas noches a Corey, él me dedica una sonrisa y luego desaparece por la puerta.

***

El diluvio no paro por toda la noche, los rayos tronaban y no me dejaron pegar el ojo durante toda la noche, este día de escuela fue el peor de toda mi vida, apenas entendí lo que dijeron los profesores, me dirijo a mi casillero para esperar Corey cuando me topo con alguien.

-¿Te hizo algo ese bastardo? – Mario aparece sin previo aviso.

-Hola, ¿Cómo estás? Bien, gracias – digo con un tono de cansancio.

-De acuerdo, vámonos – me toma de la muñeca y comienza a caminar a la salida.

-¿Qué? ¿A dónde?

-A un lugar donde él no pueda encontrarte.

-¿Hablas de Corey?

-Kyle, créeme, Fogelmanis es una amenaza.

-Mario, he decidido quedarme con él un tiempo.

Se detiene de inmediato y me mira con una cara de seriedad.

-¿Te has vuelto loca? Si de algo estoy seguro es que si te quedas con él te destruirá en poco tiempo.

-Mario, lamento que te contradiga pero lo único que él ha hecho por mí es ayudarme, no pienso irme contigo Mario, lo siento.

-Bien, veo que ya te lavo el cerebro – dice con enfado.

-¿De qué...?

-¡Kyle! – volteo a mirar atrás y veo que Corey se acerca.

-Los dejos solos, muy pronto te darás cuenta de tu error Miller, eso te lo juro.

Mario camina a la salida dejándome con emociones confusas de tristeza, ira y decepción.

-¿Te hizo algo García? – pregunta mientras yo niego con la cabeza –. Si ese idiota te hizo algo juro que lo voy a...

-No te preocupes Corey, no me hizo nada.

-¿Segura?

-Sí, mejor vámonos, no quiero que se te haga tarde para ir a trabajar.

Él asiente y caminamos a la salida.

***

La hora de llegada de Corey es en unos minutos, yo sigo en la sala leyendo un cuento del libro de mi mamá.

-...La dulce princesa, confusa por la actitud que su amado había tomado de inmediato la hizo sentir duda de él, pero la fascinación por el objeto puntiagudo que sus padres habían prohibido en el reino le daban una sensación de querer tocarlo, diviso la luz del reloj que había en el jardín y se dio cuenta que pasaba de media noche, el malvado maleficio de la bruja no se cumplió, era libre finalmente, ella quiso tomar el objeto que se hallaba en las manos de su amado, pero en cuanto trato de tomarlo, sintió un pinchazo en la yema de su dedo índice, miro el punto rojo y como una gota de sangre se deslizaba por su mano antes de desplomarse al suelo y ver como su amado se convertía en la espantosa bruja que la había maldecido dieciséis años atrás, todo había sido un vil engaño.

El timbre sonó sacándome de mi lectura, era raro, cuando Corey llegaba siempre abría la puerta, deje el libro en la mesa y camine a la puertano había perilla por dónde mirar la calle, así que abrí la puerta y me quede helada al ver a la persona que tenía adelante.



#12623 en Joven Adulto
#48195 en Novela romántica

En el texto hay: celos, amor, misterioso

Editado: 18.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.