Capítulo V: Policía

Su pecho se contrajo en un dolor que no logro describir, la decepción que sentía nunca la había experimentado alguna vez. Ethan miro a su madre fijamente, su mente se puso a trabajar, pensando que tal vez era una broma de mal gusto.

—¿Qué acabas de decir? —Pregunto incrédulo Ethan, sintiendo como su cuerpo empezaba a temblar de impotencia.

—Hijo… Me han dicho que no seguirán con la investigación —Hablo calmada, con la intención de trasmitir esa serenidad a Ethan, quien estaba rojo de ira.

—¿¡Por que diablos harían eso!? ¡Apenas y llevan tres semanas de investigación!

—¡Ya lo se hijo! —Expreso La madre de Ethan alzando la voz también— Pero a mi no me grites, eh. Dijeron que no tenían mas pistas apartes de las obvias, están atascados, y dejarían esto como “Sin resolver”.

—Pero-

—Nada de peros, Ethan. Ya está hecho —Interrumpió a su hijo, a la par que lo miraba con lastima— Lo siento, cariño.

Ethan apretó los puños y desvió la mirada. ¿Así era la policía de su país? Nunca pensó que eran así, confiaba en ellos, tenia esperanzas de que Abigail fuera encontrada por la policía, pero ya veía que no. Tomo aire, en un intento de calmarse, no servía de nada alterarse. Habían sido semanas difíciles, el pensamiento constante de que Abigail estaba en quien sabe dónde y con saber quién, lo atormentaba tanto o peor que el pensamiento recurrente de querer saltar de un edificio. Nunca fue una persona suicida, no, pero desde lo de Abigail tenia pensamientos sobre si era buena idea el suicidio, sería una opción que, tal vez, lo llevara donde su novia, donde el amor de su vida. Era la salida mas fácil para descansar de todo esto.

Su jefa le había dado vacaciones por lo quedaba del mes, lo cual eran unas cuantas semanas más. ¿Cómo ocupar ese tiempo de forma productiva? No lo sabía, y eso lo hacia sentirse impotente. No dejaba de pensar en Abigail y en la forma tan aterrorizada que lo miro cuando estaba frente a su puerta, arrodillado alzando un anillo que le costo todos sus ahorros de años.

—Realmente lo siento, hijo —Repitió su madre, sobando el brazo de Ethan en un intento de hacerlo sentir mejor.

—Yo… Necesito estar solo, Mama —Dijo Ethan alejándose de la caricia de su madre. Necesitaba pensar, no quería la lastima de nadie, solamente quería estar Solo.

—De acuerdo —Lo miro dolida por el rechazo, pero, aun así, se alejo hasta la puerta para irse— Llámame cualquier cosa, ¿vale?

—Vale.

—Cuídate —Pidió con ojos suplicantes y se marcho del apartamento de Ethan.

Ahora estaba como quería; Completamente solo. Miro el lugar, ¿en que momento la casa se volvió tan fría? Parecía que los colores se cambiaron a más oscuros, nada parecía tener color, todo era blanco o negro. Se acerco al sillón, se sentó derrotado. Miro el piso desde su posición, sintió sus ojos arder.

Las lagrimas no dejaban de caer, sintiendo como las ganas de vivir disminuían, ¿Qué tenia, si Abigail no estaba? No recuerda en qué momento se volvió tan dependiente de tener a esa chica de cabello blanco y ojos azules oscuros a su lado.

Hay estaba él; sentado lamentándose la perdida de su novia, en completa soledad. En una oscuridad en la cual dudaba que podría salir.