Hola mi nombre es Lidia, tengo 17 soy felizmente soltera, nunca he tenido novio y vivo en una gran ciudad atrapada en una vida un poco desordenada. Soy hija única. Cuando era niña, hablamos aproximadamente desde que tengo unos 4 o 5 años, iba con mi niñera, Nina, a todas partes, siempre fue mi guía y ejemplo a seguir, figura paternal e ídolo, mis padres la contrataron para cuidarme hasta que tuviera 10 años, a partir del momento en que tuviera esa edad tendría que cuidarme por mi cuenta. Cuando tenía tan solo 5, Nina me llevó a pasear al parque por la tarde, entonces caí al arenero golpeando a un adorable niño, su nombre era Jason, mi mejor amigo, Nina corrió a mi socorro, aunque solo se encontraba a un metro se movió más rápido que la luz. Al mismo tiempo, un chico unos 3 años mayor que Nina, David, se agachó a levantar a Jason, resulta que este era el padrino del bebé, él vivía en Japón e iba a visitar a su ahijado de vez en cuando. El momento fue muy gracioso ya que, Nina y David, se agacharon al mismo tiempo y se golpearon la frente, cayeron sentados al suelo y empezaron a reír, nosotros también estallamos en carcajadas súper adorables, al menos eso nos contaron porque como repito yo solo tenía 5 años y no me acuerdo de los hechos. Esa misma tarde David y Nina se hicieron amigos salían juntos y por ello Jason y yo jugábamos juntos muy seguido. En menos de un mes surgieron sentimientos entre ellos y empezaron a frecuentarse hasta llegar a ser enamorados. Cuando yo tenía ya nueve años y tenía una preciosa amistad con Jason, David le propuso matrimonio a Nina y ella aceptó inmediatamente, pero como yo aún no cumplía los 10, decidieron mudarse juntos cuando dicho tiempo terminara. Cuando el gran día llegó la enamorada pareja nos hizo prometer a Jason y a mí que siempre estaríamos juntos, el uno para el otro y que nos cuidaríamos siempre. Ellos se mudaron juntos a Japón donde todavía residen. Mis padres nunca dejaron que los vaya a visitar, me prohibieron saber cualquier cosa de Nina y solo me permitían estar con Jason. Nina siempre me enviaba cartas, pero mis padres las guardaban, ya que, decían que Nina los había traicionado y que nunca debió irse, estaban locos, así que nunca pude leerlas. Pero bueno, desde ahí Jason y yo siempre hemos estado juntos cumpliendo con la promesa que algún día les hicimos a nuestras personas favoritas.
Ahora les hablaré más de mí en la actualidad, y seré sincera, no me considero hermosa, pero tengo una buena apariencia, soy muy buena en mates y en arte, mi mejor amigo es Jason, ¿ya lo había mencionado no?, es que lo quiero mucho, nos conocemos desde que tengo memoria. Hacemos casi todo juntos, es un gran chico, muy amable y respetuoso aparte de ser muy listo y el más guapo de nuestro año. Es rubio, fornido y alto. Tiene a casi todo el colegio babeando por él, aunque no le importa en lo absoluto.
Mis padres son millonarios y piensan que el dinero lo puede comprar todo, no son mucho de escuchar, piensan que saben lo que quiero y necesito, pero nunca se han detenido a preguntarme nada. Y de seguro estás pensando: ¿Y el resto? Pues... el resto de mi familia está distanciada, sé que mi tía Mary vive en un hermoso pueblo llamado Hilltown pero no la he visitado desde que tengo 8 y ya no recuerdo casi nada de ella solo un borroso día en el que fuimos al bello río de aguas cristalinas en el que podías ver a los peces nadando en él y un cielo azulino con nubes blancas y esponjosas que al mirarlas sentías que podías tomar un trozo y comerlas como si fueran algodones de azúcar. Bueno, mis abuelos y resto de familiares no sé dónde están, mi madre y sus padres están peleados o eso es lo que sé y los de mi papá no aparecen en ningún álbum familiar.