Clara Williams

Oscuridad

Me encuentro en un lugar muy oscuro, solo puedo correr, trato de escapar pero no puedo, una mano toca mi hombro, sé que no debo voltear, sé que debo huir, mi cuerpo no reacciona pero algo dentro mí, algo que aun esta consiente me dice que debo huir - ¡CORRE¡ ~ solo eso debo correr, le grito a mi cuerpo que Corra, debo huir debo salir de ese lugar, la mano en mi hombro empieza a ejercer fuerza, siento unos fríos y delgados dedos sobre la piel desnuda de mis hombros, mientras intento hacer que mi cuerpo reaccione, de pronto escucho un susurro en mi oído – DESPIERTA.  

En ese momento abro los ojos sobresaltada, y veo a mi querida prima sentada en mi cama gritando que me despierte ya, aun aturdida por los agudos y molestos gritos de mi querida prima, me siento en la cama, y el peso en los ojos me gana y caigo de lado encima de mi suave y hermosa cama, me acomodo mejor y me enrollo con las sabanas, mientras trato de caer en los brazos de Morfeo escucho un estruendo y empiezo a luchar contra mi prima que quiere sacarme de la cama, y yo  bueno simplemente no quiero, en ese momento oigo la voz de mi  tía gritando desde la cocina.

- ¡Clara, levántate ya o te dejo sin desayuno, apúrate!

Cuando escuche esas palabras me levante apresurada, las sabanas me enredaron y caí de cara, si señoras y señores literalmente bese el piso de mi cuarto, cuando logro recuperarme del golpe, fulmino con la mirada a mi queridísima prima, que está partiéndose de la risa, me levanto y me dirijo al baño, después de dar un largo bostezo me observo en el espejo, realmente me veo mal; tengo el cabello hecho un nido de pájaros, mi pijama esta manchada de chocolate y otras delicias, y para completar  mis ojos tienen unas pequeñas bolsas negras que empiezan a tomar cada vez mas terreno, y todo esto causado por una inocente pijamada de amigas, lo se es raro, ni yo se como fue que acabe con la ropa manchada de chocolate y quien sabe que otro tipo de cosas, lo cierto es que las pelis de terror hicieron su trabajo en cuanto a las pesadillas y el no dormir demasiado ya empezó a reflejarse en esas pequeñas bolsas negras debajo de mis ojos.

Cuando  entré en la ducha no pude evitar recordar lo poco que sé de ese día, la verdad es que todo es confuso en mi mente, es como si hubiera un gran espacio en blanco de recuerdos que debe ser llenado, y ahora solo recuerdo sus rostros, rostros fríos y sin vida, sus cuerpos tirados en el pavimento, mientras la sangre  mojaba todo, eso era un verdadero festín; ¿ quien lo creería? - nadie~ nadie lo creyó, era casi imposible que dos pequeñas niñas de diez años hubieran hecho aquello, pero aun así paso; y lo se por que yo era una de esas niñas, mi nombre es Clara, Clara Williams,  una  descendiente de una familia  un poco peculiar, pero que esperaban? soy una Williams después de todo.