Te Quedas Conmigo

Capítulo 20: “A Faithful Friend Is All It Takes”

A este paso si la directora Emelda sigue prestigiándose por brindarle a los niños de Jackson Hole la mejor educación, me dará un dolor de cabeza porque, aunque esto no se trate de convencer a los beneficiaros para que puedan proporcionarle a la escuela un mejor centro de recreación y educación a los infantes como adolescentes, creo que es lo que mi dichosa jefa está tratando de hacer para que ellos inviertan más dinero de lo presupuestado por esta institución.

De igual forma, a pesar que la directora Emelda se deslumbra a sí misma y se etiqueta como la que todo sabe, en fin, creo que es mejor no detenerla porque al menos se le está dando muy bien tener que exponer algunas dificultades que tiene la escuela que le prohíben a los niños y adolescentes a potenciar sus conocimientos y habilidades; lo chistoso de ello es que si hace unos días le hubiera preguntado sobre ello, me hubiera respondido que la institución educativa no tenía ni un conflicto del cual centrarse para solucionarlo, pero ahora, como estamos alrededor de varios educadores profesionales quienes desde la mañana han estado evaluando la condición de la escuela, por supuesto, la directora Emelda vio la oportunidad para hacer cara aquello que necesitaban y aún seguía sin ser proporcionado por el gobierno.

— ¿No tiene un centro de informática? —Dice atónito uno de los beneficiarios.

—No, siguen sin proporciónanoslo. —Dice ella con tono decaído.

Su cara triste y llena de pesadumbre no me convence o también por decirlo así, no convencerá a los cinco beneficiarios que se encuentran a mi lado con el propósito de ayudarme para que la calidad educativa de esta escuela mejore; realmente no sé qué es lo que piensa la directora Emelda sobre estás personas que concilian entre los cuarenta y cinco a cincuenta y cinco años porque si cree engañarlos con sus actitudes de pena dudo que lo logre porque está en frente de tiburones que saben qué hacer y con quién hacer un trato, añadiendo que, si aún han dejado que mi jefa hable es para evaluar las condiciones materiales de la escuela a fin de proporcionarle una ayuda, por otra parte, también están aquí por la necesidad de apoyar a muchos niños con una educación que los enriquezca sabiamente.

—Bien, mañana traeremos una propuesta en lo que podemos ayudarle a la escuela —la directora Emelda muestra una sonrisa.

— ¡Se los agradezco mucho! —Se pone ella las manos en su pecho.

—Agradézcale a la señorita Sanders, ella fue la primera en quien quiso contribuir con esta causa —aquella sonrisa de mi jefa termino por convertirse en una mueca.

—Si tiene mucha razón —se hace de lado para verme —, muchas gracias por tu apoyo Amy, ha sido de mucha ayuda. —Dijo con palabras llenas de hipocresía.

Preferí quedarme callada mientras le devolvía una sonrisa fingida porque sé que no era necesario que me dijera aquello de forma tan falsa que, sin dudarlo, los beneficiarios se podrían haber dado cuenta de ello hasta con los ojos cerrados.

—Bien, le daremos la noticia el día de mañana, señorita Sanders. —Dijo el CEO de la empresa biomédica “BioTech”.

—Gracias señor Potter. —Estrecho su mano al ver que la alza.

Los demás beneficiarios empiezan a despedirse con amabilidad y con una sonrisa en su rostro, de la que no tengo duda que llegarán a participar en mi proyecto para mejorar está institución a fin de garantizarles una mejor escuela moderna a estos niños y adolescentes que lo necesitan con más urgencia para desempeñarse mejor en el área escolar.

Desde luego decido acompañar a todos ellos a sus vehículos antes que se marchen, pero antes de poder ver como todos regresan al hotel en donde supongo que empezaran a reflexionar sobre su participación en mi proyecto, me doy cuenta como uno de ellos se queda para ver como minuciosamente espera que los demás se vayan, se acerca a mí con una enorme sonrisa en su rostro para abrazarme y darme un saludo.

— ¡Amy! ¡Dios mío! ¡Que felicidad tener noticias de ti! —Dice Jasson separándose de mí para quedar cara a cara.

—Ay por Dios, ni que me haya ausentado una eternidad —digo riendo.

—Tu repentina renuncia me dejo conmocionado, ¿cuándo pensabas decirme que ya no trabajas con Beatriz y su grupo? —Suspiré.

En sí… no pensaba decirle nada a nadie y fue lo que hice porque ni mis padres se habían enterado de mis planes, por lo que simplemente me escape de casa y a las horas es que se vinieron a dar cuenta sobre que mi paradero en el momento en que supieron que no había salido a trabajar o darme un poco de aire, más bien, se trató que no volvería en un par de… Bueno, no tengo planeado cuánto tiempo es que terminaría por estar fuera de casa, pero lo que sí sé es que no sería por un tiempo determinado porque necesito encontrar ese lugar que al menos pueda llamar hogar con toda seguridad.

— ¿Me dirás que sucedió contigo? —Pregunta con interés.

Doy un enorme respiro en el que no sé si debería comentarle a él lo que ha estado sucediendo últimamente en mi cabeza para que haya tomado no sólo una decisión precipitada, sino que también, haya tenido que renunciar gran parte de mi vida, para comenzar desde un poco más arriba que el cero porque al menos he podido sobrevivir con lo que ejerzo y a su vez, de las oportunidades que me han brindado muchas personas; sin ello, creo que mi situación fuese diferente ahora y más porque en cuestión de tiempo, sé que mi dislexia terminara por ser descubierta por alguien, aunque no lo deseé.



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En el texto hay: secretos, amor, dislexia

Editado: 06.05.2022

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