Salimos de la pista de patinaje hacia el café que Eli mencionó antes, luego de la llamada de Hyun Jin, la velada había perdido su encanto.
Eli seguía sonriendo, era una sonrisa forzada, lo que me hacía sentir culpable de alguna manera, no sé si él pudo notarlo.
Decidimos ir a pie, los primeros rayos de la mañana se asomaban por el horizonte ligeramente iluminado por las luces nocturnas que aún prevalecían.
Llegamos a la cafetería, me percaté de que el lugar era enorme, una vista hermosa, rodeada de plantas, el sol comenzaba a entrar por las amplias ventanas, era sencillo pero hermoso, el aroma a café y a dulce se percibía desde dos cuadras antes
Era un sitio que estaba abierto al público desde el amanecer por consideración a clientes con horarios nocturnos.
- Vamos — ELI abrió la puerta para mí con elegancia.
- Este lugar huele muy bien — Sonreí al entrar, pues debía intentar parecer relajada.
Una mujer joven y bonita nos habló desde atrás del mostrador.
- Buenos días, ¿Qué gustan ordenar? — Nos señaló el menú en la pantalla tras de ella.
- ¿Alguno es de tu agrado? — Preguntó Eli mientras me veía indecisa.
- ¿Y del tuyo? — Lo mire disimuladamente.
- He cambiado de parecer, quiero algo sencillo — Comenzó a examinar sus opciones, pero su voz denotaba molestia disimulada.
- ¿De verdad? entonces ¿Cómo qué se te antoja? — Pregunté tratando de distraer mi mente.
En cambio el ruido de las máquinas y la música de lugar de apoderó de nuestra conversación hasta que él continuó hablando.
Pero esta vez el tema ya no era referente a nuestro desayuno.
- ¿Era él verdad? — súbitamente cambió de tema.
- ¿Él? — Murmuré confusa. Luego lo entendí, - ¿Cómo lo supiste? — Pregunté sorprendida y apenada mientras la dependiente esperaba la orden.
- Todo en tu cara lo decía, era obvio que hablabas con él... - Por su forma de hablar y las expresiones de su cara pude darme cuenta que él se encontraba triste, - ¿Qué te dijo? — Preguntó evadiéndome con el menú del lugar de nuevo.
- Él desea hablar... — Mi respuesta fue corta, e incómoda.
- ¿Y tú? — Preguntó en un tono seco. - Es verdad, necesitas respuestas. Deberían hablarlo de una vez por todas — Afirmó molesto.
- Eli, ¿Recuerdas lo que su madre dijo? Tal vez... — Antes de que pudiera decirle algo más su teléfono sonó y él hizo una señal de que debía aguardar silencio para que pudiera tomar la llamada.
- Disculpa, parece importante. — Se inclinó, pero no pude definir si era solo una excusa o decía la verdad.
- Adelante... — Murmuré y él salió del café para responder.
Lo vi desde adentro, atendió la llamada dudosa, en cuanto escuchó el discurso de quién le llamaba su expresión cambio, parecía que había demasiada preocupación en su rostro.
Comenzó a dar vueltas por toda la vereda mientras discutía, quería salir a ver si estaba todo bien, pero creí que dejarlo hablar era la mejor opción.
Recordé que aún no ordenamos nada y me disculpe con la mano por hacer esperar a la chica que atendía el café, pero ella solo me sonrió, volví a buscar a ELI con la mirada, pero él había ido a un costado del café aún inmerso en su llamada y eso hizo que lo perdiera de vista.
La chica de café me pregunto de nuevo que sí ordenaría de inmediato o si gustaba pensarlo un poco más.
- Disculpa la espera — Dije en voz alta esta vez.
- No hay cuidado — Respondió amable.
- Tomaremos este — Con una sonrisa señalé en la pantalla un café que según decía se les servía a las parejas en una sola taza enorme con dulce, chocolate y otras tantas cosas. — Esperaba que ELI dejara de estar molesto con mi elección.
- Por supuesto, ¿Algo más? — Tomó la orden la dependiente del café
- Eso es todo por ahora. — Decidí esperar para ver qué era lo que Eli quería desayunar. Y una vez más lo busque con la mirada, pero ella me distrajo nuevamente.
- Serán ------ Dólares — Cobró el costo de la orden y me dispuse a pagar.
- Gracias — Respondí amablemente.
Estaba aún preocupada por lo de antes, pero debía mantener la compostura, más tarde podría preguntarle si algo estaba pasando, así que me dispuse a tomar asiento cerca de la ventana del lugar para tener una mejor panorámica del exterior, pero aún no podía ver a Eli.
Estaba esperando la orden cuando dos jóvenes que estaban en el café antes que nosotros sentados en la esquina del lugar murmuraban algo sobre mí.
- ¿Es extranjera no? — Preguntó uno de ellos de aspecto juvenil con voz suave y con el cabello teñido de un naranja brillante.
- Es sexy... — Murmuró el otro chico de tez morena que iba vestido de forma más llamativa, viéndome de pies a cabeza.
- ¿El tipo de antes viene con ella verdad? — Preguntó el de cabello estrafalario, recordando a Eli.
- A quien le importa. no hay ninguna razón para que no lo intentemos ¿O sí? — Respondió descaradamente el de tez morena acariciando su cara en señal de desafío.
Estaba incomoda, esperaba que ELI volviera pronto, los dos hombres seguían atentos a mis acciones, vi a lo lejos la preparación de mi pedido.
Intenté distraerme con el café para no estar tan nerviosa.
- ¡Wow, es enorme! - Exclamé muy sorprendida viendo el recipiente en donde estaría el café tratando de fingir que los dos hombres de antes no estaban ahí.
- ¿Escuchaste? le gustan las cosas enormes... — Comentó vulgarmente uno de ellos, pero trate de ignorarlos.
- Debería tomar una foto cuando el café este aquí — Seguí hablando sola, estaba en busca de la cámara del móvil cuando los chicos de antes se acercaron.
- ¡Hey! ¿Quieres ver algo grande? — Exclamó el joven de cabello brillante, tomando asiento en nuestra mesa.
- ¿Qué hace esta belleza extranjera tan Sola? —Incitó el otro sentándose también.
- Disculpe, señor cliente... — Intento ayudarme la trabajadora.
Editado: 05.05.2021