Al alzar la vista me encuentro al hombre mas atractivo que he visto en mi vida, mandíbula cuadrada, ojos marrones y oscuros, pelo corto y negro, y por la forma en la que le queda la camisa de Armani yo diría que es bastante fuerte. La verdad es que no tiene desperdicio alguno. Hay que estar ciego para no ver a semejante adonis.
Rápidamente me levanto del suelo con ayuda de Rodrigo, y a la vez que lo hace me pregunta:
-¿Estas bien, tempanito?
Yo con toda la mala leche andaluza subida, le doy una mirada de reproche al hombre desconocido a la vez que le digo:
-¿Porque no miras por dónde vas?¿Eres tonto o que te pasa?
Cuando termino de decir esto, el cambia la expresión divertida de su cara, por una de molestia. Al darme cuenta de que pretende irse, lo agarro del brazo y sonrío. Rodrigo al darse cuenta de que tengo la misma cara que el Joker, hace que lo suelte y dirigiéndose al mal educado dice:
- Buenas tardes, mi nombre es Rodrigo González. Perdone a mi amiga, esta demasiado estresada por el trabajo y esas cosas de la vida. Lo siento, señor ... - Rodrigo hace una pausa para que el susodicho diga su nombre.
- Martínez, Lucas Martínez. Disculpas aceptadas, todos nos podemos equivocar alguna vez.
En ese momento, me mira y al darse cuenta de que he oído lo que me ha dicho, sonríe. Pero ¿¡este tío de que va!?. O sea, me caigo al suelo por su culpa y encima la que se equivoca soy yo.
Iba a decirle cuatro cosas bien dichas hastaque siento como Rodrigo me da un empujoncito para que no haga algo así. Me compadezco de él ya que el pobre iba a pasar un mal rato y mientras ellos hablan yo me pongo a mirar mi móvil por si tengo algún mensaje más. Tan distraida como siempre, siento que Rodrigo me esta hablando, quito la mirada del móvil para prestarle atención y caigo en la cuenta de que tanto el hombre (Al que ahora conocemos como Lucas) y Rodrigo me miran. Rápidamente digo:
-¿Que pasa?
El tal Lucas con una expresión jocosa en la cara, me responde:
- Le he preguntado por su nombre señorita.
Yo con toda la chulería que llevo en los genes, le suelto:
- Lo siento, no doy mi nombre a desconocidos.
Dicho esto, cojo a mi amigo del brazo y paso olímpicamente de él mientras vamos directos hacia su coche, ya que el mio esta en el mecánico. Rodrigo se gira para decirle adiós al tal Lucas que me ha puesto de los nervios y luego se dirige a mi:
- Amiga parecías una olla a presión, solo te faltaba el humo saliendo de las orejas.-Dice mi queridísimo amigo mientras se carcajea como si no hubiera un mañana, haciendo que yo sonría.
Después de esto, llegamos a su coche y ponemos rumbo hacia mi casa.