¡Que bochorno! ¿¡DE TODAS LAS PERSONAS QUE HAY EN EL MUNDO TIENE QUE ENTRAR ELLA!? El mundo esta en mi contra.
Con una vergüenza increíble salgo de la oficina corriendo,recojo mis cosas y de la prisa que tengo por salir de allí casi me caigo de los tacones.
Las cosas como son, los tacones no son el calzado ideal para correr pero a mi me gustan los deportes de riesgo.
Una vez en el coche ya respiro tranquila, aunque me dura poco porque ese beso me ha trastornado pero me siento mal por Alex. Siento como si le hubiera traicionado y me siento demasiado mal.
Con esta pena, voy a casa a arreglarme para la cita con Alex. Con unos vaqueros, una camiseta blanca simple,mis botas altas y mi cazadora de cuero ya estoy lista para ir donde sea. Bajo a esperarle y en que momento he decidido algo así.
Alex y Lucas están hablando con una cara que da pánico. Me acerco sigilosamente para ver si puedo escuchar algo. Lo sé, soy una cotilla pero esto es superior a mi, no me juzguéis.
Lo único que escucho es decir a Lucas:
-... estamos muy felices, así que note entrometas. Ella es mía y lo único que haces es estorbar.-¿¡Pero este tío de que coño va!?
Con toda la mala hostia que me caracteriza le pego un empujón al idiota de Lucas y le grito en toda la cara que no quiero verlo ni en pintura y que el que estorba es él. Acto seguido, le cojo la cara a Alex y le doy un besazo que por un momento me quedo sin aire.
Nos vamos al coche dejando a Lucas con cara de dolor, pero no me importa. Una de las cosas que mas odio es que se metan en mi vida.
Alex prefiere no hablar y yo se lo agradezco con la mirada. Pero esto dura poco porque para el coche en un lado, me pregunta quien era ese tío y porque le ha asaltado de esa manera. Se lo explico todo, incluido el beso a traición que me ha dado, y con una vergüenza que no veas evito su mirada.
-María, mírame por favor.- Le miro con la cara roja y con una sonrisa me dice- ¿Tienes algo con él?¿te gusta de verdad?
Con una decisión que hasta a mi me sorprende, le digo que no tengo nada con él y que no me gusta esa clase de persona que aprovecha la más mínima oportunidad para liarse con el primer espécimen con tetas que aparece por su lado.
Con una sonrisa, pone en marcha el coche dirección al teatro.