Derecho, no derecha
Giro la página del libro mientras trato de aprender los temas de la siguiente clase, a mi lado se encuentra Neil y Sara viendo a las personas que entran y salen de la cafetería, y como siempre, les califican su guapura.
Supongo que cada persona tiene una costumbre extraña por hacer.
Enumerar del uno al diez debe ser la que comparten extrañamente ambos.
-Es un siete-asegura Sara.
-No, un ocho, tiene buen cuerpo y cara decente.
-Neil...tiene un lunar en medio de la frente que grita que lo veas y huyas.
-Solo lo dices porque odias los lunares.
-Sí, por eso te digo que es un siente.
-Como sea...-rueda los ojos, da un sorbo de su jugo y sonríe al ver a un chico entrar-Un cinco.
-¡¿Cinco?! ¿Viste esos brazos?-le señala Sara-¡Seguro tiene un six pack debajo de esa camisa!
-Tiene mala cara.
-¡¿Estás ciego?!-masculla y niega-¡Esta precioso! tal vez es mucho para un simple mortal como tú.
Es gracioso oír eso, razón de ello alzo la mirada y con una ceja enmarca le veo a Sara. Ese simple mortal le gusta a ella. Su mirada da con la mía y ante mi expresión Sara se sonroja.
-Labios delgados-acota Neil.
-Labios preciosos.
-Cejas gruesas.
-Cejas sexys.
-Si fuera mujer no dirías lo mismo-se queja Neil negando.
-Obvio, mi estándar en las mujeres es diferente. ¿Te gustaría alguien con muchas cejas?
-No...
-¿Ves? Caso cerrado. Es un nueve.
Neil enmarca las cejas, aprovecho eso para tomar una galleta.
-¿Nueve? ¿Qué le faltó a tu dios del olimpo? ¿No se supone que los dioses son perfectos? Debería ser un diez.
-Sencillo, saber qué clase de tipo de persona es.
-No puedo creer que veas eso a estas alturas-Neil parece incrédulo.
-¿Por qué no? Puede ser guapo y eso le da el nueve, pero si fuera perfecto para mí, debería conocerlo, y ahí podría darle el diez o bajarle. ¿Sigues sin entender Neil?-niega pareciendo decepcionada y come una galleta-Solo examino su atractivo para mí, si me encantara le daría un diez, pero ese uno es muy difícil de llenar.
Suelta un suspiro mientras niega dramáticamente y come otra galleta. Neil la mira como si estuviera loca, mientras yo retomo mi lectura.
La puerta suena de nuevo y ambos regresan a ver de una como halcones. Se quedan callados y la analizan, de reojo también veo a la chica.
-Es un siete-comentan ambos al mismo tiempo.
Les miro y río.
-Le doy un nueve-comento-Es preciosa.
-Pero tiene la cara seria-comenta Sara.
-Exacto.
-¿Qué tiene que ver su expresión?-pregunto confundida-Seria se ve preciosa.
-Abi...mi preciosa y linda Abi-Sara toma mis manos-La belleza física, es cuando alguien te es atractivo de ver, eso incluye los gestos de su cara...y una cara de “mueran simples mortales” ciertamente no es algo que quisiera seguir viendo.
La miro con ceja enmarcada.
-Yo tengo ese tipo de cara casi siempre-le digo.
-Lo sabemos, por eso eres un seis-comenta Neil.
Eso me ofende.
-¿Me han calificado?
¿Cómo se atreven a hacer eso simples mortales?
Mierda, la misma expresión.
-Sip, no te ofendas también nos calificamos mutuamente.
-Él es un cinco-me informa Sara.
-Y ella también.
-Qué casualidad-comento irónica.
-Ujum-murmura Neil revisando su teléfono, ríe haciendo que Sara y yo compartamos una mirada de “¿Qué le pasa al sujeto?” Antes de que él nos mire-Debo irme, hablando de atractivos y no tan atractivos, tengo una cita con una chica ciertamente atractiva que parece más querer comerme que comer-dice y mueve las cejas de manera extraña que hace que hagamos una mueca-No me miren así, yo solo quería comer junto a ella, ella es quién se quiere saltar el protocolo.
>>No soy niño bueno...y ciertamente no creo que ella quiera que me comporte así. ¿No es malo morder cuando te ponen el plano en frente, verdad?
Suelto una risa y niego mientras Sara coge color.
-Qué asco Neil-se queja Sara-No puedo creer que nos dijeras que vas a coger con una chica a las-mira su teléfono-tres y media.
-Con itinerario y todo-comento y vuelvo a reír.
Espera...
Mi risa muere, y volteo a ver a Sara con ojos abiertos.
-¿Qué has dicho?-pregunto-¿Qué hora es?
-Las tres y media-repite.
Abro los ojos y cojo mis cosas con rapidez, incluso me meto el pan en la boca.
-Mierda-murmuro sacándome el pan y besando sus mejillas-Estoy tarde, muy tarde. Los veo luego.
-¿Tarde?
-¿A dónde vas?
-Eh, tengo una cita con Anthony.
-¡¿Qué?!-sueltan ambos a la vez pero no tengo tiempo para explicarles así que los ignoro y salgo corriendo.
¿Sorprendidos? Pues yo también lo estuve.
***
Ver una rubia cabellera sentada en la banca me hace tomar aire.
-¡Weber!-grito mientras me acerco. Me regresa a ver y suspiro trotando-¡Lo siento! ¡Me distraje con Neil y Sara!
Termino frente a él, se levanta y sonríe levemente mientras acomodo mi mochila.
>>¿Esperaste mucho?
-¿De verdad debo responder eso?
-No, por favor no lo hagas. Me sentiré culpable si la respuesta es sí.
Ríe.
-De acuerdo Estefanía-se acerca y su mano toma la mía sorprendiéndome-¿Lista para nuestra cita?
-Eh, claro...
Mientras caminamos veo nuestras manos juntas. Su tacto se siente cálido... ¿es porque he evitado este tipo de contacto? Recuerdo que se sentía bien...y sí, se siente bien.
Espera... ¡¿Cómo que se siente bien?!
Mis mejillas se sonrojan levemente y aprieto mi otra mano aguantando mi vergüenza. No puedo creer que pensé algo así de tonto. No había pensado en estas cosas en mucho tiempo.