Rosas con fresas
(Epílogo EXTENDIDO de Escenas extras de Te enamoraré)
Alan
Camino por las instalaciones de la empresa tratando de buscar a un fugitivo. No lo veo y suspiro entrando al ascensor, las puertas se cierran y recibo un mensaje de Sofía.
“¿Ya está todo listo?”
“Sí...
Menos una cosa”
“¿Qué?”
“He perdido al cumpleañero”
“¡Cooper!”
“Lo estoy buscando”
“¡Te voy a matar! ¡Encuéntralo!
No debe ver nada
¡Era una sorpresa!”
Ruedo los ojos, a esta hora, lo más seguro es que ese idiota ya este fanfarroneando que tiene una fiesta sorpresa. Entro en el piso dónde será la fiesta. Examino todo y está bien, al menos hasta que mi vista va al espacio vacío en el medio de la mesa.
-¿Y el pastel?-pregunto.
-¿Qué?-pregunta mi asistente y abre los ojos-N-no sé, señor. Ya debería estar aquí. ¿Quiere que pregunte?
Parece tan nerviosa que niego, seguramente luego por eso terminamos sin pastel.
-No, descuida. Iré yo mismo.
Asiente.
Procedo a salir del cuarto y voy de nuevo hacia el ascensor. En el camino oigo murmullos, pero lo más seguro es que comenten sobre la propuesta de Darwin. Realmente a mí me gusto verla, y sí, joderle por ello también.
Años después de que me jodiera, obtuve mi venganza. ¿Quién diría que el “me gusta avergonzar a la gente” se puso rojo cuando estaba con un anillo?
Rio levemente al ver la foto.
Las puertas del ascensor se abren y salgo para dirigirme hacia la recepción. Me acerco hacia Linda para preguntar y veo que está charlando con una chica con cabello claro. No le tomo importancia y abro el mensaje de Sofía.
“¡No me dejes en visto Cooper!”
Sonrío levemente mientras ruedo los ojos.
-¿Ya llegó el pastel?-pregunto empezando a escribir “Qué dramática rubita”.
-No señor, pero estoy segura que no tardará en llegar.
Oigo un resoplido y luego un golpe contra la mesa. Para evitar el drama que creo que se va formar, doy un paso atrás sin dejar de ver mi teléfono.
-¡Pero si ya ha llegado el pastel!-grita alguien-Pero si no vas a pagar por ello ¡Pruébalo!
La voz se me hace extrañamente familiar, así que volteo. La consecuencia de ese acto, es recibir en pleno pecho el jodido pastel de Darwin. Hago una mueca guardando mi teléfono para ver el desastre.
Genial, no debí preguntar.
Y tal vez debí dejar que mi asistente viniera por el pastel.
Voy a ver a la persona que me ha arrojado el pastel cuando Linda se pone en frente tapándola. Adiós traje nuevo. Suspiro y empiezo a limpiarme con mi pañuelo. Al final papá logró contagiarme para llevar eso.
-¡¿Estás loca?!-pregunta Linda y se acerca-¡¿Tienes idea de quién es él, niña insolente?!
-¡Claro que lo sé!-grita-¡Es mi jodido ex novio ¿y qué?!
¿Qué soy tu qué?
Me tenso y alzo la cabeza dejando de limpiar. Yo solo tuve una ex novia. Frunzo el ceño y retiro a la secretaria en el momento que se está burlando de la chica para ver a la persona que ha dicho esas palabras.
Y me quedo mudo.
Ya no tiene su cabello castaño con poco rubio. Ahora me encuentro con una chica de cabello muy claro y dijera que no es la niña tonta excepto que, tiene esos jodidos ojos azules que nunca he podido olvidar.
Es ella.
Es...
-¿Abigail?-pregunto.
Sus ojos están abiertos, pero luego parpadea lentamente. Su cabello se mueve cuando Dan deja pasar a alguien, y puedo apreciar que está mucho más largo y ondulado que antes. Cuando parece acabar de examinarme del mismo modo, sus labios se separan y veo como murmura mi nombre.
¿Qué es lo primero que ves cuando estás frente a la persona a la que le rompiste el corazón?
Yo te diré.
La nostalgia, el arrepentimiento y la incredulidad van junto a una punzada de dolor. Te duele por sus heridas, aquellas que causaste aun cuando juraste no hacerlo. Y a la vez es dulce, porque recuerdas sus sonrisas, esos ojos brillantes y las muecas divertidas. Tienes el recuerdo de lo que era sentirse enamorado y ser amado.
Una sensación muy agridulce.
Niña tonta...
Mi cuerpo está quieto como el de ella, y veo diferentes sentimientos cruzar por sus ojos. Sé que ella los ve también en los míos. Sus manos se aprietan fuerte mientras yo trato de mantener mi cara neutra.
Sabía que alguna vez la tendría en frente, pero no así, no por un pastel que ella me ha arrojado.
Esto me hace cuestionarme que tan real es verla.
Y aunque quiero tocar su cara, solo me mantengo observando.
Quiero volver a verla sonreír, quiero abrazarla, quiero volver a intentarlo.
Jodido sentimiento de ilusión y esperanza. Es doloroso.
Estoy dispuesto a hablar cuando ella baja la cabeza y murmura una vaga disculpa, asegura que pagará el traje y que alguien traerá el nuevo pedido para luego darse la vuelta y correr.
-Alan, yo te puedo ayudar a limp...
No presto atención a lo que dice Linda, estoy aun desconcertado por lo que ha pasado que mi cuerpo hace lo que en este momento quiero: Seguirla. De lado queda la mancha de pastel. En ese momento solo tengo algo claro, mi mente obviamente no y mi corazón desbocado tampoco. Pero sabía que debía seguirla.
Salgo del edificio y cuando la veo irse en un taxi, sonrío con melancolía y al mismo tiempo esperanza.