¿Los muertos reviven?
Estoy segura que mi cara es un arcoíris de emociones, porque no puedo decidirme por una de ellas. Tenerlo cerca me afecta, tanto que cuando se inclina retrocedo, estoy cerca del filo, por ende, caigo de la cama y me pego un suelazo.
-¿Estás bien?
¿Bien? ¡Define qué demonios es estar bien!
Porque ciertamente estar con las manos temblando y el corazón a mil no era algo que entrara en el rango de “bien”. Es más, ¡ni siquiera en el normal!
Incluso mi respiración no coopera conmigo. Es fastidioso.
Aprieto los labios y trato de mostrarme calmada, aunque no lo estoy y siento que voy a desmayarme.
-¿Qué hago aquí?
-Quisiste venir aquí.
¡¿Qué?!
Oír eso rompe mi estado “calmado”
-¡Yo no…yo!-mi respiración empieza a ser algo acelerada.
No, no pude pedir tremenda estupidez. No, la verdad si pude. Ciertamente es una posibilidad, una lejana, pero mía.
-Te grabe para evitar tus reclamos. ¿Crees que te traería sin evidencias?-sonríe y niega-No, sabía que luego querrías matarme Martins.
Yo...jamás...
Aprieto los dientes y me levanto dispuesta a reclamar cuando un pantalón me es arrojado a la cara.
-Creo que deberías usar esto.
Me lo quito de manera abrupta y bajo la vista. Burlándose de mí, están mis piernas desnudas. ¡Mierda, lo había olvidado! Cabreada y colorada por ambas cosas, me dispongo a ponerme el bendito pantalón.
-¡¿Por qué no me lo pusiste antes?!
Enmarca una ceja e inclina levemente la cabeza.
-¿Querías que te tocara más?
-¡Por supuesto que no!
-Esa fue la razón.
Maldito sarcástico, siempre un jodido y maldito sarcástico...o irónico, ¡como fuera!
Aprieto los dientes y una vez amarrado el pantalón, paso las manos por mi cabello viendo toda la habitación.
-¿Qué demonios hice ahora?-murmuro más para mí misma.
-¿Qué recuerdas?
Parpadeo caminando de lado a lado por la habitación.
-R-recuerdo la fiesta, l-las gomitas, la pelea por las bragas, un sujeto hablando y...
“Será mejor que mañana no recuerdes esto...niña tonta”
Oh...
Una mezcla desconocida de sentimientos empiezan a brotan y eso me retuerce el estómago.
>>Cooper...-aprieto mis manos y tomo aire para evitar temblar de ansiedad-¿qué demonios es mejor que no recuerde?
-¿Ah?
-Tú dijiste eso.
Sonríe levemente desconcertado.
-No recuerdo haber dicho algo por estilo.
-Lo hiciste-aseguro.
-¿De verdad lo hice? Martins, recuerda, estabas borracha. Muchas cosas que oyes o ves no son reales.
-Pero...
-Sé que los borrachos no mienten-se levanta-pero su mente si les miente a ellos. Desafortunadamente parece que ese es tu caso.
¿Mi caso? No, sabía que eso era real, al igual que él llevándome en brazos. Pero lo segundo no quiero ni nombrarlo.
-Tú...-aprieto las manos-¿solo negarás todo lo que te diga?
-¿Qué ganaría haciendo eso?
Ciertamente nada, creo.
Tomo aire y miro hacia un lado.
-Tienes razón, olvídalo. ¿Dónde...-miro hacia un lado-d-dónde está mi ropa?
-¿Vas a huir después de usarla?
No era huir, era supervivencia.
-No...-no me cree-no tengo porque jugar a esto, la buscaré yo misma.
Empiezo a hacerlo, primero por el piso porque convenientemente está más lejos de él, mientras, Cooper parece estar muy cómodo porque incluso se deja caer en un sofá y me observa.
-¿Te gusta mirarme?-mascullo molesta.
-Sí, eres preciosa.
Desvío rápidamente la mirada. Mierda, olvidé que para él no sirve ser directa. ¡Por favor Abigail! ¡Estás hablando con el señor directo! ¡Obviamente es inmortal ante esa arma!
-Que molesto-susurro sonrojada.
Me oye, porque ríe. Oírlo es extraño, en especial su risa, sé muy bien que expresiones está haciendo...sé que está mirándome arrimado a sus brazos y con la cabeza ladeada mientras mantiene una leve sonrisa.
-Por mucho que revises bajo la cama no asomara algo que nunca estuvo ahí.
-Si lo sabes, entonces entrégamela por favor.
-Primero hablemos ¿de acuerdo cariño?
-No estoy obligada a hacerlo-me levanto del suelo-y no me digas cariño.
Es extraño.
-De acuerdo...Martins-me tenso-Hablamos y te la entrego.
-¿Qué clase de chantaje es ese?
-¿Quieres la ropa?
Suspiro.
-¿Y si me la das y luego hablamos?-sonrío-El orden de los factores no altera el producto.
Mi excusa tonta le saca una risa leve. Se levanta y pasa una mano por su cabello.
-Creo que deberías convencerme mejor.
-Y yo que deberíamos dejar de hacer esto incómodo. Pero ya que sacaste el tema cuando yo ni siquiera quería preguntar sobre ayer y...claramente hay muchas cosas locas porque está claro que hice algo, no sé si cause un problema y tengo recuerdos borrosos de alguien llamándome secreto. Pero lo que más me está rodando en la cabeza es una sola cosa, y ya que estamos en hacer esto incómodo, creo que mi pregunta quedaría perfecta...eh...tú y yo...bueno...eh...-desvío la mirada-¿t-tuvimos algo? Y-ya sabes a lo que me refiero.
Es vergonzoso ponerme de color al preguntar.
-¿Tuvimos sexo?-pregunta sin nada ¡pero nada de tacto! haciendo que me sonroje más. Ríe amargamente-No, jamás te tocaría así ¿por quién me tomas?-suspira-No sé qué hiciste en la fiesta, solo me tope contigo porque perdí contra Darwin y termine siendo conductor designado junto a Dan, el sujeto que te llamó secreto, y te llamó así por Katy, ella salió gritando secreto, sin decirnos el famoso secreto.
-Así que puede haber sido planeado-murmuro.
Pero claramente lo +18 no fue planeado por ellos.