Capítulo 18 "Lo que en realidad pasó"

Lo que en realidad pasó

Cuando las primeras gotas se estrellaron contra el camino de agua y sobre nuestros cuerpos, quise creer que el cielo lloraba por mí. Porque yo no lo hacía, pese a que en mi corazón había una jodida inundación de emociones, muchas de ellas negativas, no salían las lágrimas.

Solo una sonrisa triste salió de mis labios al ver el cielo oscuro y la lluvia caer.

Tal vez, si podía tener mi momento narcisista sin culpa, quiero creer que el mundo justo ahora se cae, como mi mundo se ha caído.

Alguna vez quise sentir la lluvia golpear contra mí, podía imaginar la tranquilidad y como el frío hacía reaccionar a mis nervios. Tal vez eso me haría sentir, tal vez lloraría y gritaría.

Pero...ninguna gota cayó sobre mí.

Justo cuando estaba por aceptar la lluvia y mis problemas, Alan tomó la leva de mis hombros y la colocó sobre mi cabeza. Estiró su mano y tomó la mía para levantarme y correr hacia el invernadero que horas antes, los novios habían usado para las fotos.

No todos aman la lluvia.

A muchos nos gusta el sol y aunque sabemos que la lluvia es necesaria, no disfrutamos de ella.

¿Qué Alan supiera eso era una ventaja o desventaja?

Mientras corro no siento frío, tal vez debería temer por estar con tacos y salir volando, pero la verdad es que sonrío y siento mis ojos humedecerse.

Entramos en el invernadero y mientras yo observo el lugar, Cooper cierra la puerta. Es cálido, aunque afuera empezó a hacer frío, aquí siempre estaría cálido.

¿Era muy anti-romance si sacaba a colación el calefactor?

Los pasos se oyen más cerca y volteo para toparme con Cooper pasando una mano por su cabello mientras su camisa esta levemente mojada.

-Ahora sí podrías resfriarte-comento.

Sonríe.

-Sí, creo que ahora sí.

La gracia de pronto deja de rodearme. No entendía su trato hacia mi persona, y aunque sé que habían pasado cinco años, yo no me tendría paciencia.

-¿Por qué me tratas así?-pregunto en un murmuro-¿Por qué después de lo que te dije e hice?

Mis manos se aprietan a la tela y ni siquiera tengo el valor de verlo a los ojos. No después de lo que ha soltado.

De niña no te di el mejor trato y de adolescente...

>>Yo de ti tendría mil razones para patearme y sacarme a la lluvia.

Se encoge de hombros.  

-Supongo que he madurado-dice y suelto un bufido haciéndole reír-De acuerdo, no sé cómo tú me consideres Martins, pero para mí no eres un mal recuerdo.

-¿Eso significa que me puedo quedar en el invernadero?

Ríe.

-Sí, Martins, no te sacaré del invernadero.

Asiento aliviada y tomo asiento en la banca, en mi cabeza hay miles de cosas, todas ellas provocan que me duela la misma, o tal vez me voy a enfermar por estar en el frío y luego entrar a un lugar caliente.

Como fuera, de solución a mi punzante dolor, cierro los ojos. No cuento que eso traería futuro sueño y cabeceo un par de veces asustándome.

-Vas a marear a todas tus neuronas a este paso.

Siento como mi cabeza es sostenida y cuando abro medio los ojos soy arrimada al hombro de Cooper. Mi sueño es tan grande que me da igual su acción, así que sigo durmiendo.

Pero como si mi mente quisiera que tuviera clara de situación, la condenada me reproduce toda nuestra charla.

Hay varios puntos que nos enlazan a los Martins con la familia Hans y Wilms, incluso con los Cooper.

No es solo su amistad desde años antes, porque al parecer papá se las trae y en su infancia y adolescencia fue mejor amigo de los padres de Cooper, Nadia Wilms e Ismael Cooper. Y no solo eso, resultó ser exnovio de Violet Hans-¡Sí, la madre de Verónica/Cristina Bowen!-Lo que de una, nos enlazaba con ellos.

Lo segundo es que, por obvias razones, papá conocía Claennis, es decir, era la hermana de Violet.

Y tercero, mamá siempre ha dicho que es una virtud como un defecto que papá tienda a ser amable con los demás-sí, eso lo decía mientras se quejaba de que yo debía dejar de serlo también-Y en un viaje, se encontró con Claennis y cuando ella le pidió su ayuda, él aceptó.

Buscar el paradero de una niña.

Para ser exactos, de la hija de Claennis.

-¿Qué salió mal?-le pregunté en un susurro.

Mi pregunta era pesimista, pero viendo la situación que gritaba jodido por todos lados...era lógico pensar que algo había salido mal.

-Para cuando Holden supo dónde estaba la niña, la tipa ordenó que la vendieran al mercado negro e hizo que chocaran a tu padre que iba a informarle eso a Claennis, porque todavía podían seguirle la pista.

>>Claennis creyó perderlo todo, y en un acto desesperado cuando le dijeron que podía comprar a la niña, ella...

-¿Tomo el capital?

Asintió y como respuesta apreté los dientes. ¿Lo entregó? ¿De verdad lo hizo?

-No les dio, simuló que sí pero no lo hizo. Ese dinero...se lo entregó a mi abuelo.

Mi ceño se frunció. Otro punto a aclarar, el capital perdido, era la unión de las empresas Martins y Wilms, es decir, el abuelo de Alan.

Entonces ¿por qué demonios seguíamos pagando nosotros?

>>Supongo que ahí entré yo-se rió entre dientes-Antes de que el dinero llegara a manos de mi abuelo me topé con Claennis e hice un trato con ella por consejo de mi abuelo. Ese dinero que recibimos fue por mis palabras. Yo...firme dos documentos-su voz fue un ligero susurro-en el cual se establecía ciertas cosas y ella a cambio, salvaría la empresa.

Por eso ellos no se hundieron con nosotros...

Bueno, eso se vio en su momento bueno para ellos, pero...por qué, por qué tú... ¿te ves así?