Extra: Mi lugar
—¿Salió corriendo? —preguntó Anthony sonriendo levemente.
—Sí, ella acaba de irse… como lo dijiste —murmuró Sara y suspiró —¿No te arrepientes?
Anthony no respondió, y Sara tampoco insistió en saber más.
—¿Y tú?
Sara sí respondió.
—No, tú lo dijiste, cuando la cuerda es floja no hay que sostener con fuerza. Dejaré ir a Neil.
—Le haré saber eso.
—Él ya lo sabe.
«Por eso no ha dejado de llamar» —pensó Sara y negó.
—Buen viaje Anthony.
Él sonrió. Anthony no le dijo a nadie más que a Sara, él regresaría ese mismo día a casa.
—Cuídate Sara… y de ella también. Debo colgar, adiós.
La llamada fue cortada y Sara sonrió levemente al doblar la carta de Anthony. Recodar como Abigail salió disparada con zapatos en las manos y que seguro se colocó en el ascensor, le hizo reírse.
Abigail es calmada… pero cuando se propone algo suele ser así, inesperada.