Te reconquistaré

Capítulo 45 "Las llaves de un sueño"

Las llaves de un sueño

 

—No lo entiendo.

Ben masculla de mala gana y pareciendo frustrado. Deja el lápiz contra la mesa y mira hacia un lado. Aprieto los labios evitando reírme, pero al final una leve risa escapa mientras lo abrazo.

—Entonces lo repetiré otra vez.

—No… —se sonroja y niega —no de nuevo.

—Ben, repetir las cosas no te hace menos inteligente.

—Pero si me hace sentir un tonto.

Me alejo de él para tomar su rostro con mis manos y sonreírle.

—Yo repasé muchas veces física y matemática, no los supe con solo una leída. ¿Así que me quieres desacreditar mis esfuerzos y decirme tonta?

—¡No! Solo yo… no… —sus mejillas toman color carmín y asiente —¡De acuerdo! Vamos de nuevo.

Asiento y conforme con esa respuesta empiezo a explicarle de nuevo. Esta vez si le entiende y ya sonriente continúa la tarea por si mismo. Aprovecho para responder mensajes y luego ayudar a Hailey con la comida.

Cuando es hora de ir al trabajo me despido de todos y camino por las calles con la intención de ir a la cafetería. Estoy por cruzar la calle cuando alguien me retiene del brazo. Volteo sorprendida al verlo.

—¿Joel?

Su agarre se desvanece y asiente.

—Supe que volviste.

—No sabía que seguías aquí.

—¿A dónde más iría? Tenía que esperar por noticias de quien fue mi mejor amiga.

Sonrío levemente y al ver algo en su mano me sorprendo.

—Eso…

—Oh —alza su mano y sonríe —sí, es una alianza de matrimonio.

—Tu con…

—Gema.

Mis ojos se abren desconcertada.

—Supongo que no fui la única que quedó con su primer amor.

Mi tono no es suave como se esperaba, menos feliz, solo neutro e indiferente. No me agradaba Gema, no lo hizo antes y no haría nunca.

—Sí, pudimos arreglar las cosas.

Asiento sin intensiones de seguir con esta conversación.

—Sé que escuchar esto no te hace feliz, por eso me alegro que no fuera esa la razón por la que me acerqué.

¿Entonces?

—Yo… ¿tenía razón? —le miro confundida y él sonríe —Sobre nuestra última conversación.

«—La gente puede cambiar —afirmé —Tal vez no dentro de meses, años, pero pueden hacerlo.

—Pero los sentimientos no. Además ¿Qué ves cuando alguien que amas te hiere? ¿Crees que verás los recuerdos bonitos o la última vez que se vieron a la cara, esa ocasión que te hirió? 

—Yo no podría olvidar los recuerdos bonitos...

—Pero tampoco los malos»

Mi respuesta es sonreírle y asentir.

—Y yo también.

Su sonrisa creció y mi enojó disminuyó. Así que eso mismo te pasó.

 

***

 

—De verdad espero que no hayas faltado al trabajo —le digo con ojos entrecerrados a Cooper mientras caminamos tomados de las manos.

—Una compañía que se pierde en unos minutos no es compañía.

—¡Alan!

Una sonrisa lenta crece en su rostro mientras le sacudo y sus brazos aprovechan para rodearme desde atrás empezando a reírse.

—No se acabará nada, tranquila Martins. Digamos que hice tiempo para acompañarte.

Eso me es dulce, así que solo por eso dejo de caminar y acaricio su cabello. Nos quedamos unos segundos así, hasta que el timbre de la escuela nos hace volver a caminar.

—A veces me siento una madre cuando vengo a la escuela por Ben.

Una risa escapa de Alan, le miro curiosa.

—Una vez Darwin dijo algo parecido.

—¿Lo extrañas? —pregunto codeándole —Anda, yo sé que si lo extrañas, aunque sea un poquito.

Alan rueda los ojos y yo aprovecho que estamos con manos entrelazadas para hacerle verme.

—No me dejarás continuar si no te respondo, ¿verdad? —no necesita respuesta, mi sonrisa lo es todo —Un poco, tal vez un poco.

No puedo evitarlo y una sonrisa brota de mis labios contenta con su respuesta. Él tira de mi mano para que sigamos caminando y yo riendo lo hago.

—No puedo creer que te hayas emocionado por esa respuesta —murmura divertido.

—Yo tampoco.

Llegamos a la puerta principal y cuando veo a Ben sonrío al verlo corriendo y abrazarme, con Alan hace lo mismo y aprovecho que él le toma en brazos para besar su mejilla. ¡Como amo a Ben!

Ben empieza a hablar sobre su día, pero se ve interrumpido por una voz baja, suave y sorprendida.

—Abigail…

Me volteo lentamente y mis ojos se abren al ver a Maruja. No es como la señora gruñona que conocía, en su lugar parece haber subido un poco más de peso, lo que le hace ver adorable.

—Maruja —sonrío lentamente —es un gusto volver a verte.

Su mirada se desplaza de mí hacia mi lado y no puede evitar su sorpresa al ver a Alan conversando con Ben. Una sonrisa irónica se despliega de sus labios pareciendo divertida.

—Veo que están juntos —Ben grita que sí y parece más emocionado que nosotros por oír eso. Me sonrojo algo avergonzada y no me pierdo como las orejas de Alan se tiñen un poco —Es bueno volver a verte muchacho.

Alan sonríe levemente y asiente mientras Ben parece curioso por la situación. Va a comentar algo, pero unos gritos nos hacen voltearnos y veo a una niña risueña que sale corriendo y riendo. Sus cabellos vuelan con el viento y pasan a nuestro lado dejando ver solo una mota de color café. Otro grito es dado y detrás de ella sale un niño fastidiado y maldiciendo.

—¡Maldición! ¡Lisa no estoy jugando!

—¡Has dicho una mala palabra!

—¡Lisa! —replica fastidiado.

Él niño toma de la mochila de la niña y trata de retenerla. Ella trata de soltarse, pero no puede y cuando por el rabillo de sus ojos nos enfoca, sus ojos se abren y se saca la mochila para correr hacia nosotros.

—¡Maru! ¡Maru! —grita y abraza a Maruja —¡No me devuelve la mochila!

El niño toma colores entre avergonzado y furioso, y se acerca con la mochila diciendo que eso en mentira. Maruja los escucha y luego ríe antes de hacerles notar mi presencia. Al escuchar mi nombre ambos niños se tensan e incluso yo lo hago.



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En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

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