Pase un par de horas en las clases y mi teléfono sonó era mi madre
“hola así que si tienes tu celular”
Y volvió a colgar sin permitirme decir palabra.
A la noche estuve más atónico que nunca, no pude dejar de pensar en la muchacha, que vi…
Tome mi lienzo escondido, dibuje y dibuje…
Sin darme cuenta de que el sol ya había salido, me tire a la cama…
Pero no tuve cuidado y mi madre entro a la habitación para despertarme…
Al principio no noto el lienzo, ya que la habitación está divida en dos, me puse tan nervioso que no lo pude esconder bien, toco mi frente pensó que estaba con fiebre o enfermo pues estaba pálido.
Fue al otro lado de la habitación para buscar el medicamento, vi por la ventana que se quedó totalmente estática, me levante rápidamente, a ver qué es lo que sucedía.
Se le denoto bastante enojada al notarlo me di cuenta de que no había tenido suficiente tiempo para ocultar la pintura ya terminada de la noche anterior.
Me recorrió un escalofrió el cuerpo, tomo el cuadro que todavía no se terminaba de secar, y lo partió a la mitad de un rodillazo…
“¡para esto tenías el otro celular! , pensaba dejarte descansar hoy… pero… te preparas para el colegio ahora mismo” saliendo de la habitación.
Me obligo a ir al colegio, todavía con temperatura y sin haber dormido ni un poco la noche anterior, hizo que me bajara y cuando me iba a despedir de ella cuando encendió el auto y arranco.
Pase el dia de malhumor, pues yo ya sabía que a ella no le gustaba que pintara, y mucho menos si se trataba de la muchacha de ojos diferentes…
“Vamos a comer, Víctor”
“Hoy no estoy de humor”, le respondí a mi amiga ally…
Las clases por alguna razón fueron más largas de lo normal, cuando por fin terminaron lo único que sabía era correr al bosque, pues ese era mi único consuelo, de la nada comenzó a caer del cielo agua muy fuertemente al principio estaba tan metido en mi propio mundo que al momento de estar totalmente empapado me di cuenta de la fuerte tormenta, sin embargo la ignore totalmente cerré el auto con llave y deje mi teléfono dentro de él, fui caminando por el bosque, sin rumbo, la lluvia me recorría el rostro y el cuerpo, sabía que estaba totalmente devastado por lo ocurrido, agache mi mirada al reloj en mi muñeca y vi que era 10 de noviembre, luego de eso no solo la lluvia caía sobre mí, mis recuerdos fueron como una tormenta imparable, hacía que en i corazon no dejasen de caer rayos, y más rayos, recordé todo lo que paso en aquel dia, agache mi mirada al reloj y vi que marcaba las 9 pm, sentí una punzada tan grande en mi pecho, que me eche a correr como si tratara de escapar de algo…..
Me detuve de repente y me dije a mi mismo “de que escapas, si el único que se lastima es tu”…
Ahora en mi rostro no solo recorría la fría lluvia, sino que una lluvia mucho más tibia, cálida y dolorosa comenzó a recorrer de mi rostro.
Solo ese dia podía llorar, por mucho que intentase llorar en otros no puedo, es como si mis ojos se secaran… todos…todos los días… Excepto oí…
Solo podía llorar, ya sin fuerzas para levantarme, me quede dormida pero mientras perdía la conciencia en medio de la lluvia comenzó a recordarme lo que paso en aquel momento…
Siempre pude ver el hilo rojo del destino, por lo que un dia vi a mi padre con otra mujer tenía una apariencia muy hermosa. Y le dije que su hilo estaba atado a ella… era una importante pintora… o… tal vez ya no lo recuerde, ni yo a ella, ni ella a mí, no paso mucho antes de que quisiera dejarnos a mí y a mi madre….
“ABUELO, ABUELITO…”, ambos estamos riendo y felices, ahhhh ese es mi abuelo…
Y el niño de abajo supongo que… soy…yo.
“vamos a jugar abuelito.”
“súbete al caballito” siempre decía riendo.
“ya te dije que no me quedare con el niño”…Decía mi padre
“yo tampoco lo quiero, tengo toda una vida por delante”… respondía mi madre…
“vamos a seguir jugando pequeño”
“si abuelo”…
Ahh… Ahora que lo recuerdo siempre escuche esas palabras desde que tuve seis años, mi padre deseo irse, no recuerdo la mujer…
¿Quién crees que eres?” esa fue una voz…