Capítulo 13:
Los días pasaban y ninguna conseguía los dichosos pasadizos, su energía parecía haber estado inexistente, todo estaba normal y empezaban a desesperarse. Chaeyoung se movía con normalidad, pero en ocasiones el dolor regresaba y debía volver a reposo, evitaban las llamadas de sus padres. La relación con Tzuyu estaba tensa, quien solía mantener la distancia con el resto, el sentimiento de culpabilidad la carcomía.
Mina y Chaeyoung caminaban por el bosque buscando alguna fruta mientras discutían — sé que se equivocó Mina, pero recuerda el ambiente en el que creció.
Frunció el ceño — ¡No es excusa! — volteó a verla con las manos en la cintura, rodó los ojos ante la terquedad de su novia — somos sus amigas, es la vida de una de nosotras y quién sabe si de todas.
El sonido de las hojas rompiéndose, despertó todos sus sentidos — Mina.
- ¡No entiendo cómo puedes defenderla, deberías darme la razón! — su tono malcriado la hizo suspirar, tenía ganas de ahorcarla.
- ¿Por qué debería darte la razón? Entiendo lo que hizo, pero no podemos sentenciarla, creo que suficiente tiene Dahyun y Sana — Mina comenzó a caminar a grandes zancadas con el saco lleno de frutas y plantas. Un viento gélido movió el cabello de su novia, pero no las hojas de los árboles.
Algo iba mal.
- Mina — llamó en tono de advertencia.
- Tiene merecido el trato de Dahyun, no es para menos.
Vio una sombra entre la maleza, su corazón latió de prisa — ¡Mina! — gritó alarmada. Todo transcurrió en cámara lenta mientras su novia volteaba a verla aquella sombra salió entre los árboles para cogerla por detrás y ponerle el enorme cuchillo en el cuello.
- ¡Chaeyoung! — empezó a sollozar, totalmente asustada.
La persona empujó la capucha negra — Hwasa…— masculló, llena de angustia.
- Oh, hola Chae — sonrió picara — es un gusto verme ¿cierto?
Sus manos temblaban con ligereza, Irene sabía justo donde darle — Hwasa, suéltala. Tú no eres así.
Chasqueó la lengua — Tienes razón, pero Irene tiene a Moonbyul, haría cualquier cosa por ella, incluso matar a Mina.
- ¡Chae! — gritó desesperada. Su cuerpo estaba inmóvil, trató de moverse, pero le era imposible.
- Ni lo intentes, princesita. Tengo tu cuerpo sellado con mi energía.
Sus ojos cafés llenos de miedo se posaron en la pequeña, soltó un suspiro. Debía calmarse para que Chaeyoung pudiera calmarse.
- Escucha Hwasa, sabes que Moonbyul desaprueba totalmente esto, por eso se retiró ¿Ella no esperaba qué tu hicieras lo mismo? — la seguridad en los ojos de Mina la hicieron seguir delante — deberías concentrarte en rescatarla.
- No me digas que hacer — gruñó apretando el cuchillo en el cuello de Mina haciendo un leve corte, una línea de sangre empezó a deslizarse por su pecho resaltada por la piel pálida.
- Hwasa, por favor, suelta a Mina — suplico, desesperada.
- Debo matarla o Irene acabará con ella — la muchacha empezó a sollozar, pasó saliva.
- ¿Dónde la tiene? — indago, quizás pudieran hacer algo.
- ¡No lo sé! — sacó un revólver, apuntándola. Alzó las manos. Trató de concentrar su mente en hacerle daño, notó como apretó la mandíbula y empezaba a sudar. Trató de entrar más en su mente, encontrándose con un macabro bloqueo que la sacó de inmediato, callo de rodillas, jadeando.
Maldita seas, Irene.
- ¡Mierda! — se escuchó un quejido seguido de un cuerpo cayendo, levantó su vista para encontrarse con Mina apretando su garganta mientras esta sangraba a grandes cantidades. Tzuyu estaba ahí con su arco y flecha, Hwasa estaba herida en el hombro y una pierna. Se levantó con pocas fuerzas para coger a su novia en brazos.
- Debemos irnos, ella no tardará en mandar a alguien más — asintió, empezando a caminar de prisa.
La taiwanesa cogió la bolsa con las provisiones mientras veía a su ex amiga retorcerse del dolor, sus flechas estaban cargadas de la sangre de Chaeyoung. Cruelmente venenosa si se usaba en exceso — ¡Tzuyu, por favor! — suplicó ante la mirada cruel de la más alta.
- Te metiste con las personas equivocadas, no permitiré que les hagas daño — advirtió, empezó a caminar en dirección a la guarida.
- ¡Espera! — volteó, la contraría con mucho esfuerzo tanteo su bolsillo. Lanzó algo a sus pies. Se agachó para tomarlo, una gema azul resaltaba con los rayos del sol — es de Moonbyul. Myoui sabrá cómo utilizarlo, si después de todo lo que hice, deciden ayudarla. Les juraré mi más alta lealtad, la amo, por favor.
Piso con fuerza para después acercársele y sacar ambas flechas, las devolvió a su bolsa — Más te vale que no sea una trampa o seré quien la mate.
- ¡Jihyo! — gritó Sana horrorizada, Chaeyoung había entrado a través del tronco con Mina sangrando. Todo un reto deslizarse por esa cosa.
La mayor entró riéndose mientras que Nayeon le comentaba algo — ¡Dios! — gritó horrorizada, corrió hasta los pies de Chaeyoung. Tzuyu entró entregándole la bolsa de frutas a Mina.