Tears Of Blood

LOURDES.

 

 

— ¿Nadie contesta?— preguntó Lourdes 

—No, nadie— responde Thomas

—Mierda…
La prensa de televisión 24H los envió para dar un reporte sobre lo que ocurría en el aeropuerto de Villa Grande. Sin embargo, la cámara estaba descompuesta.

—Estúpida cámara— gruñe Lourdes 

—Bueno, y ahora que hacemos 

Ella miró al tumulto de la gente. Tenía potencial para llamar la atención de todo el público y, sin embargo, todo salió mal. Y  mientras se lamentaba, miró a lo lejos de la calle y se percató que otras furgonetas de reportaje se acercaban.

— Lo que faltaba…— dijo Lourdes. 

Trató de llamar a la oficina de la emisora otra vez. Pero era inútil, no funcionaba. 

Los autos de los otros programas de noticias se estacionaron. Eran tres, y salieron con mucha rapidez con la cámara. Dos reporteros eran hombres, y una era una señorita de cabello rubio y de test muy clara. Lourdes se quedó mirando apoyada del auto en el que trabajaba. Y observó cómo realizaban su oficio sin ningún problema.

—Vámonos, no tenemos nada que hacer aquí.

Thomas afirmó. Guardo la cámara y cerró portezuela. Subieron al auto y manejaron alejándose del lugar. 

—De verdad, es una completa mierda que esto suceda. ¿Acaso no podías traer una cámara de repuesto?

—Pero todo fue rápido… sabía que una de las cámaras fallaba pero no me percaté. 

Lourdes gruñó de nuevo.

—No tienes por qué estar molesta conmigo Lou, no fue mi culpa. 

—Tienes razón, no es tu culpa.

A pesar de sentirse un poco más tranquila, seguía pensando que perdieron una buena oportunidad. 

— ¿Tú crees que lo del virus sea real?— inquirió Lou

—La verdad no sé. ¿Viste cuanta gente se amontonó en el aeropuerto? y esto que fue el primero en clausurar sus vuelos. Otros aún no han hecho nada.

—Si pero, me dijeron que allí había sucedido algo, un hombre estaba muy agresivo y comenzó a atacar a todos… por eso es que nos enviaron con prisa.

—Humm…. — dudó Thomas, —La verdad no sé, Obama salió a explicar lo que sucedía, dijo que no era algo grave.

—Claro, pero Obama no es OMS.

—Si… además, no había ningún policía.

Lourdes afirmó con la cabeza. No había nadie, aquello se le hizo muy extraño y comenzó a morderse la punta del dedo gordo. 

—Qué raro… hay algo que no cuadra aquí. —agregó Lourdes 

—Sí, ¿por qué?

—Viste los videos que están grabando en todo el mundo… no entiendo por qué la gente está reaccionando así.

Entonces. A lo lejos un coche azul se acercaba con mucha rapidez en el carril contrario, delante de ellos. 

—Thomas ten cuidado, ese auto…

—Si no te preocupes, está bien.

El carro seguía acercando con más velocidad. Se podía escuchar el ruido del motor rugiendo con ferocidad. 

—Thomas por favor… mejor es que te detengas

—No, no, está bien, debe ser algún conductor apresurado. 

El automóvil ya se encontraba a dos cuadras.

—THOM DETENTE— exclamó Lourdes. 

Y Thomas detuvo el coche. El auto azul cruzó por su costado, hasta levantó polvo por la rapidez con la que venía,

— ¿Ves?, no paso nad…

Y su diálogo se interrumpió cuando un camión que venía desde su lado derecho chocó con ellos. Haciendo que la furgoneta se volteara con una parte destrozada. Lourdes perdió el conocimiento, y lo último que vio fue el rostro de Thomas sangrando.  




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