Tears Of Blood

En el noticiero 24H 7:45 A.M.

Jacob se había sacado el saco de vestir y tenía las mangas de la camisa arremangadas. A veces se mostraba nervioso, pero en su cabeza se repetía demasiadas veces que debía informar lo que estaba sucediendo. El horario del noticiero era solo hasta las ocho de la mañana, sin embargo lo habían alargado. Debido a que más noticias aparecían, y cada vez eran muy desalentadoras. El virus ya se había esparcido en varias partes del mundo en cuestión de hora, y no se sabe cómo. Es algo casi imposible que esto suceda, y la única respuesta era que las personas estaban ya contagiadas, pero sin mostrar síntoma alguno.  Varios reportes de accidentes y fallecidos llegaban hasta los noticieros, pero su trabajo aun debía seguir intacto hasta que el gobierno dijera algo.

Luego del reportaje sobre un accidente de tránsito ocurrido cerca al aeropuerto de Villa Grande, en el cual dos reporteros del mismo noticiero fueron los afectados. Otra pareja de corresponsales fueron hacía el hospital Santo Tomás. Uno de los hospitales más grandes, y donde se reportaban una gran cantidad de infectados.

—A continuación tenemos la llamada de dos de nuestros reporteros que se encuentran en el hospital Santo Tomás. —habló Jacob con un nudo en la garganta.

En la pantalla se mostró a la reportera llevando un traje de aislamiento, caminando por uno de los pasillos del edificio.

—Si Jacob, venimos informando que aquí han estado llegando muchas personas  contagiadas con el nuevo virus. — dijo.

A su lado había un doctor, quien al igual que ella estaba muy bien protegido.

— El doctor Fleman nos va a explicar la situación que se está viviendo en este hospital, así como en otros. ¿Cuántos infectados han llegado desde ayer?

—No podemos aun asegurar si son infectados del virus o de otra enfermedad. Por el momento estamos haciendo los respectivos exámenes, pero por la estadística que tengo, hasta ahora han llegado 65 pacientes mostrando síntomas similares y que se agravan con el tiempo.

— ¿Y han logrado estabilizarlos?

—Ciertamente no del todo. Están sedados para evitar que el dolor aumente, pero los síntomas son difíciles de controlar.

—Marta— habló Jacob— y el virus, ¿actúa como alguno conocido?

Ella pregunto al doctor Fleman.

—La verdad, es que el virus se está comportando de una manera muy agresiva y rápida. Los síntomas cambian repentinamente y es la razón por la cual es muy complicado controlarlos. Sin embargo, tenemos una paciente con una característica muy especial.

— ¿Y cuál es?— inquirió Marta

El doctor suspiró

—Un paciente mayor de edad falleció ni bien llegó al hospital. Sin embargo, cuando lo trasladaban para realizarle la autopsia, este se levantó y pidió agua. Los enfermeros lo regresaron a emergencias y…

Un conjunto de gritos se oyeron desde el otro lado del pasillo, el cual daba directamente hacia la escalera de la sala de espera.  Fleman suspiró y soltó un “oh no” en voz baja. Fleman se acercó al pasillo, y fue atacado por un hombre en bata mordiendole en la mejillla. 

Marta lanzó un alarido, alertando a un guardia de seguridad que se encontraba cerca. La cámara se movió con violencia y cayó al suelo, cortándose la señal. 

 




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