El día empezó mal otra vez. Ya me estoy cansando de oirlos pelear. No entiendo qué les pasa. Papá estuvo raro desde hace ya unos días, pero ahora está peor, cada vez es más estricto conmigo y más duro con mamá, quiere saber a donde voy y con quién, o a qué hora pienso regresar, todo para que al final no me deje ir. No sé qué pasa entre ellos, pero esta situación se está volviendo insoportable.
Bajo las escaleras para tomar desayuno; voy en busca de papá cuando no lo encuentro, según parece aún no nota que ya desperté. Mientras voy bajando oigo su conversación y se me hiela la sangre, me quedo helada, papá… una lágrima resbala por mi rostro al tiempo que salgo corriendo en dirección a mi habitación, entretanto mi mente reproduce flashbacks, diversos recuerdos de mi niñez, de aquella época de mi vida que solía disfrutar… Me pongo una chaqueta roja y salgo de casa a tomar aire fresco; ahora solo necesito despejar mi mente. Salir y olvidar que estoy sola, que no tengo a nadie, no desde que él se fue…
Quedo perdida en la canción all I want is you, cuando sin querer tropiezo con alguien; “lo siento”, digo por instinto propio.
-No te preocupes. Estás bien?.- me pregunta
Me dispongo a levantar la mirada y una expresión de sorpresa surge en su rostro apenas me ve, empieza a quitarse la bufanda negra que cubre la mitad de su cara, algo que no entiendo hasta que lo veo. Es él.. Mierda, yo… No puedo creerlo… aunque no debería ser así, teniendo en cuenta que últimamente se me aparece hasta en la sopa…- ruedo los ojos
-Jack?- pregunto sorbiendome la nariz, joder, esto sobrepasa los límites de la vergüenza-
-Miley… ¿Qué sucede? ¿Por qué estás aquí?Todo bien?- ¿Se está burlando acaso? Es eso o en serio tiene un grave problema mental, me pregunta si todo está bien viendo las condiciones en las que estoy? En serio?-
-Claro que sí, todo está perfecto, solo salí a tomar un poco de aire y caminar
-¿En serio? Por qué las lágrimas alrededor de tus mejillas no dicen eso
-¡¿ENTONCES PARA QUÉ CARAJOS PREGUNTAS?!
-Miley! Calma, tranquila, solo… quise que tú me lo dijeras, solo tú eres capaz de comprender lo que te sucede
-¿Insinúas algo?- entrecierro mis ojos en su dirección-
-No, claro que no, solo quise tratar de comprenderte un poco y ponerme en tu lugar. Además, si estoy aquí es por que vine a buscarte- A mí?, me estaba buscando a mí?- ¿Crees que podamos hablar?- lo pienso por unos segundos, pero a mi mente solo llegan respuestas negativas-No lo creo -digo haciendo amago de irme, sin embargo me coge de la muñeca y me hala hacia él. Quedamos tan cerca el uno del otro que puedo sentir su respiración acelerada, veo el azul de sus ojos tornarse oscuros, sin darme cuenta siquiera quedo perdida en su mirada. Observa fijamente mis labios para luego desviar su mirada a la mía. De pronto, recuerdo lo que ocurrió el día del concierto, el día después a ese y toda mi vida desde que Trent se fue, no aguanto más y rompo en llanto, lloro hasta que ya no me quedan lágrimas, me quedo llorando en su pecho por unos minutos. Su cuerpo, su presencia, de alguna u otra forma me reconfortó, pero esto tenía que parar, no puedo permitir que me vea así, sin mi usual coraza, expuesta, siendo yo…
-Qué quieres? -le digo cortante, necesito tomar distancia, siento como mi corazón late a mil por hora y mi respiración es irregular.
-Hablar contigo -me dice con un tono suave y dulce a la vez, irresistible... - Y? podemos hablar?
-Yo… no lo sé- Pensé en decirle que no y mandarlo por un tubo pero la verdad lo último que quiero es volver a casa así que…- De hecho… Está bien...-decido
Sonríe mirándome fijamente, su rostro muestra una expresión de satisfacción;
No hay manera de describir lo que siento, estoy confundida y al mismo tiempo enojada, pero es que ahora parece alguien totalmente distinto al idiota que conocí en aquel concierto y no hace más que cuestionarme si en verdad es el chico arrogante y narcisista que creí que era.
*
Apenas llegamos mi sorpresa es del tamaño del lugar en el que estamos, todo es simplemente hermoso, el cielo adquiere un color escarlata creando el contraste perfecto entre el paisaje y mis emociones. Por otro lado, pienso en él, para ser un chico arrogante y con un ego del tamaño de su fama, cualquiera creería que un lugar como este no sería “digno” de su excelencia...
-¿Qué es esto? -pregunto algo confundida-. ¿Dónde estamos?
-Llámalo mi... “refugio”, aquí no tengo que pretender ser un idiota descerebrado que vive feliz porque no le falta nada, o simplemente no tener sentimientos; aquí puedo sentirme libre, y ser como soy. Por eso te traje, puedo quedarme o salir y volver por ti en cuanto lo pidas. - Eh?- Sé que te pedí hablar, y en verdad quiero hacerlo, pero no ahora, lo que necesitas es paz, Miley
-Tú no eres nadie para saber lo que yo…- me corta cuando siento sus brazos rodearme por completo
- Sé que no soy nadie para decirte lo que necesitas pero he estado en tu lugar, Miley, no en la misma situación pero sí con las mismas emociones y créeme, este abrazo es más incómodo para mí de lo que es para ti, pero muchas veces solo eso se necesita, un abrazo, una palabra, algo que nos recuerde que no estamos solos y que aún se puede salir adelante…
Palabras con una clara pizca de dolor salen de su boca, me entiende, él en verdad lo hace… Es ahora que entiendo el porqué de sus actitudes, las malas contestaciones, los gritos, ese nombres… Él ha pasado por mucho y eso lo ha convertido en la persona que es hoy en día. No lo justifico... pero lo entiendo. Ser una persona fuerte no significa que de vez en cuando no te derrumbes. No es fácil. Por eso lo entiendo.
-Quédate- digo de repente
-Qué?- pregunta confundido
-Muy probablemente me arrepienta de esto mañana, pero quédate, por favor, yo solo… No quiero estar sola…- Me da un apretón como respuesta, sé que no estoy sola, no por ahora…