Epílogo

Alessio

Se inicia una investigación tras la muerta de la princesa Italia, que tiene como principal sospechoso a su prometido, el señor Alessio Caruso, ya que fue uno de sus trabajadores que vendió información.

Apago la televisión. Jack está preocupado, las cancelaciones de clientes ha sido masiva en estos últimos días. 

—Estamos en crisis Alessio, debemos hacer algo

—Dylan nos falló —Digo —Deja que hagan las investigaciones. Nunca le hubiera puesto una mano anemia a Rouses, y no encontrarán nada más que fuimos engañados 

Salgo de la oficina, la gente me mira, pero no me dicen nada. Llego hasta el castillo camino por el lugar que parece más vacío que nunca. Vivo en modo automático ahora. 

En el salón por donde paso me encuentro con la reina que tiene abierta una botella de whisky a la mitad. Me ve. 

—Quieren lavar sus pecados, señor Caruso, y lo crucificarán —Dice —No creo que usted haya tenido algo que ver. No por la forma en que la miraba.

—¿No es usted entonces?

—Sé lo que se siente perder a la persona que amas —Habla —Y no lo digo por mi esposo, ese maldito puede estarse friendo en las brazas del infierno. Ame a alguien que no era de mi mundo, hace mucho y lo perdí. Le hice daño. Crie a Rouses con el objetivo de que sea fuerte y que no sufriera por lo que yo o ninguna de las mujeres de la familia paso. Se enamoró de usted y al principio no lo entendí

—¿Qué le hizo cambiar de parecer?

—Su carácter, señor Caruso, el que se escapara con ella a casarse en Macedonia. Que la protegiera como lo hizo de mí. Usted no la dejaría sin importar el problema. Entendí por qué ella lo amó. Usted fue su amigo mucho antes de que ella se volviera fuerte y siguió a su lado. La vio en sus facetas y se quedó eso a ella le gusto. Que usted no se rindiera. No le invito un trago porque sería descortés faltar a su memoria. Me contó de usted y de que lo admiraba pro superarse. Lamento que haya perdido a su esposa señor Caruso. Nosotros no le daremos la espalda, porque así es esta familia por más rota que este. Pero tampoco lo obligaré a quedarse.

—Emilia Prince…

—Lo sé —Me mira —Y también sé lo de España, ¿Cree que no hubiera detenido la boda si no supiera quién es? Se trataba de mi nieta. Déjemelo a mi señor Caruso. Con lo otro usted y yo deberemos acudir a las llenas. No sé manejar una empresa y Victorie tampoco. Deberemos conseguir a alguien que se encargue de lo que Rouses ha dejado

—¿Por qué me ayudará?

—Porque es lo último que tengo de mi nieta, señor Caruso. Ella no me perdonaría si yo le doy la espalda

Rouses

Desde que nacemos comenzamos un el camino hacia la triste, sinuosa y solitaria muerte, llena de miedo nuestras almas mortales y activa nuestro primer instinto, la supervivencia; nuestro instinto de sobrevivir está arraigado en nosotros tanto o igual que el de amar, pero la muerte es algo inevitable y diferente, porque mientras para unos significa pérdida, dolor, tristeza, para otros es un momento de celebración.

Muchas comunidades en el mundo ven a la muerte como una amiga, el paso a un nuevo mundo donde no se conoce de dolor y tristezas o despedidas, celebran el renacimiento del espíritu; la recompensa de las obras que una vez hiciste en vida, claro está que si no fuiste bueno no recibirás mucho. 

La muerte es algo inevitable, está fuera del control de nosotros los mortales, para cada uno la muerte tiene un significado diferente, pero el simple hecho de no poder controlar cuando llegara, ni saber qué pasara después; hace que muchos la vean con recelo, si es cierto que recibiremos lo que dimos en vida, muchos no tendrán que tomar.

He jugado con la muerte como si damas chinas se tratase, la trate como una amiga, pero al mismo tiempo le tenía recelo, me frustraba saber que no podría tener el control, pero lo que en realidad pasaba era que había perdido el control de mi vida hace mucho tiempo; no había vivido mucho y sentía como si llevara décadas en este mundo, pero el hecho de haber estado con la muerte me hizo ver algo que mucho pasan por alto y es el hecho que la muerte nos lleva a la vida, y la vida significa dolor, sufrimiento, tristeza, alegría, engaño, en fin, un sin número de emociones; que hacen que la veamos como la villana y a la muerte como la salvación de todo eso. Cuando en realidad las dos juegan con nuestra mente y ponen a disposición las acciones que tomaremos en nuestra vida, somos personas que caminan por una vía llena de obstáculos con los ojos cerrados invitados a avanzar con el único objetivo de sobrevivir, la muerte y la vida son las anfitrionas ellas están ahí; hacen que cuestionemos todo lo que tenemos y creemos no hace desear más, nos hace querer ser personas que no somos en realidad; nos hace mentir, ser crueles, desear venganza y sobre todo nos hace cometer errores que al final de cuentas nos ayudaran aprender que la vida puede ser igual de dura que la muerte si se lo propone, solo que está muy bien maquillada, es cruel y engaña. 

La vida no estaría completa sin el amor, y es que hay amores que matan y amores que te consumen, y por este amor es que pensamos que debemos vivir, al punto de cometer locuras en nombre del amor; nos hacemos hacer promesas que sabemos que nos lastimaran y pretendemos vivir de la felicidad el otro y convertirla en nuestra, lloramos y nos levantamos para el siguiente round. Este es un combate disparejo, combatimos contra la vida, la muerte, algunos con el amor, la soledad, pero en realidad solo es la existencia misma; detrás de todo este dolor y angustias a lo largo de nuestra vida, ella nos da un respiro y nos presenta que no todo puede ser malo. Nos dice que así como hay atrocidades existe el perdón, la redención, que cualquier persona puede redimirse, renovarse, pero el hecho de que seas alguien diferente no cambia el pasado, de bueno a malo, sabemos que este puede ser muy doloroso, pero es algo de lo que no nos podemos deshacer; ya que nos perseguirá hasta alcanzarnos.