Me di vuelta en la cama, al abrir los ojos vi que las cortinas estaban descorridas, me di la vuelta otra vez y no había nadie, las cobijas estaban arrugadas y el lugar donde estaba Alessio estaba frío. No había sentido su partida.
Me puse de pie y entre al baño tomé una ducha, me vestí con una falda azul, una camisa de algodón y un blazer del mismo color que la falda, el día estaba algo oscuro, comencé a secarme el cabello, mire el reloj y salí a coger mis cosas cuando me choque con Alessio.
—Pensé que seguirías dormida —Susurro algo nervioso
—Tengo muchas cosas que hacer hoy —Indico tranquila, nos quedamos mirando un rato —¿Qué tal tu mañana? —Pregunto, mientras él hace una mueca
—Yo, ayer bebí demasiado, esta mañana cuando desperté a lado tuyo, yo sabía que la había jodido, pero que me había salido bien —Me rio por su comentario. Aunque estoy un poco enojada por exponerse de esa manera. Me extiende una caja.
—¿Qué es esto? —Pregunta
—Feliz San Valentín atrasado —Dice, yo me reí más —Ábrelo
Abro la caja encontrándome con unos pendientes
—Son hermosos —Indico
Había un pequeño osito, otra caja más pequeña cuando la abrí no había nada
—Mi corazón, tal vez recompensé la noche de ayer
Le sonrió por el regalo tan original. Me lanzo a abrazarlo, él me agarra en el aire y me da una la vuelta en el aire. Lo quiero, lo quiero y quiero estar con él.
—Me gusta mucho, sabes —Señalo el osito, le doy un beso en la mejilla —Te amo —Expreso. Veo el asombro en sus ojos, no se esperaba eso. —Y ayer, creo que lo necesitábamos, fue como la explosión total de un volcán
—Yo, más mucho más —Sonrío, porque ahora al menos no se queda callado —Pero, Anthony casi me mata —Indica —Aparte Damon me recordó que tengo que ir al hospital
—Más vale que vayas, Damon suele ser un poco melodramático con eso —Menea la cabeza —Iré contigo
—No, Rouses, además no tienes cosas que hacer —dijo
—Pues no fijes, todo lo que tengo que hacer es en la tarde y ahora nos vamos a al hospital, fíjate —Sonríe y dejó la cajita en la mesa —Yo no tengo nada que darte —Lo regreso a ver, estaba arremangándose la mangas de su buzo, iba vestido todo de negro
—Eso no me importa —Aclara —Ya contigo me conformo
—Espera —Le digo
Entro al armario y me subo al uno de los asientos moviendo un par de cajas.
—Pero ¿Qué haces? —Pregunta
—Espera —Encontré la caja, la tome y me baje —Ten feliz cumpleaños atrasado —Mira la caja con asombro —Sé que no celebraste tu cumpleaños por lo que paso y después pasó lo que pasó y bueno —Abre la caja y saca el reloj que le compre
—Es muy hermoso —Dice asombrado
—Lo compré en Nápoles, cuando estuve en Caserta —Sonrie —Bien vámonos, voy por mis cosas
—Está bien
El doctor revisó a Alessio y llamó a la enfermera para llevarlo a radiología. Alessio medio, todas sus cosas, cinturón, gafas, billetera y su celular, antes de seguir a la enfermera medio un beso.
Tenía tantas cosas en las manos, puse su celular en mi bolsillo, lo último que quería es que se cayera, como pude metí todo en la bolsa que llevaba, pero para mi mala suerte se cayó su billetera, me levante a recogerla. Esta estaba abierta de espaldas cuando la tome, divise varias fotos, eran mías y de su madre. Había una mía durmiendo, la cerré y me fui a sentar me quedé mirando las fotografías un momento y después guarde la billetera, tome su celular y al prenderlo no había fondo de pantalla.
Vire los ojos, quise desbloquearlo, me sentía una cotilla haciéndolo, intente con su fecha de cumpleaños, nada, la de su madre, nada, tal vez no recordaba bien la fecha, la mía, el celular se desbloqueó y en la pantalla apareció una foto mía
Estaba en galería, deslicé mi dedo a un costado y había un video de cuando fuimos de pícnic, ese día había termino mal, pero una parte pudimos divertirnos. Había videos míos bailando y en clase de baile, otras fotos de ambos haciendo caras raras, me reí.
Divise que la enfermera se acercaba, deje todo como estaba y guardé el celular, ella pasó de largo y Alessio venía detrás con el médico, ellos entraron otra vez al consultorio, Alessio salió y me llamó, fui hasta él y entramos.
—No hay ningún daño, no hay trauma y no tiene ninguna costilla rota, pero me he dado cuenta de que no es territorio virgen —Índico el médico —Su cabeza
—Mi padre era algo estricto —dijo
—Bien, señor Caruso, delegaré sus resultados al doctor Damon y le diré que no habidas anomalías, puede irse —Nos paramos —Un placer
—Gracias —Dijo Alessio
—Gracias
—No hay de que —me sonrió —Y no vuelva a ser ese tipo de cosas, lo mejor es llamar a la policía —Alessio asintió y salimos, iba a decir algo cuando mi celular sonó
—Rouses, la reunión es en media hora —dijo Anthony — Más vale que no estés jugando a la mamá y al papá —Nos acercamos a pagar, Alessio me pido su billetera y se la di
—No, ya vamos, estoy en unos veinte minutos, ahí no te preocupes, apuesto que se te ocurre algo, nos vemos Anthony, te quiero —colgué, Alessio se rio
—¿Debes ir? —asentí
—Lo bueno es que acabo aquí y podremos ir a casa —dije, la enfermera le entregó unos papeles, él los firmó
—Espero que le vaya bien, señor Caruso, señora —dijo sin mirarme, las demás enfermeras estaba igual de apagadas
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Editado: 27.05.2024