No tenía ánimos para nada, las noticias no me ayudaban mucho y tenía dolor de cabeza, Alessio no me había dicho nada desque le hice parar el auto y me senté sobre una piedra intentando conectarme. Parecía que sabía cuándo era o no conveniente hablarme, lo peor sabía qué decir, pero qué le diría yo cuando le dijera que mis planes no cambiaron. Se sentó a mi lado y tomó mi mano, no dijo nada y se lo agradecí.
—No he cambiado de planes —Hablé de golpe como si eso sería menos doloroso
—Lo sé, y no esperaba que lo hicieras —Aclaro —Yo aún seguiré aquí —Lo mire —Si es lo que quieres
—No me imaginaba así como te lo tomarías —Sonrió
—Sé lo que quieres, pero eso no te lo puedo dar yo, si no tu misma debes conseguirlo —asentí y mire al frente
Estaría ahí, podría aceptar que se quedara aquí sin ninguna esperanza que la persona que regresara sería la Rouses que estaba ahora, la que lo amaba.
—Necesito tomar algo fuerte —Él se rio y yo sonreí —Pero si me quiero casar contigo—No dijo nada —Lo que quiero es muy egoísta y no sé si deba decirlo
—¿Qué es? —Suspire
—Podríamos casarnos y estar separados por tres años hasta poderlo hacerlo oficial, pero tampoco es una idea que me agrade
—¿No? —Negué —¿Por qué?
—Porque no quiero un contrato, quiero que por una sola vez en mi vida esto sea sagrado, que tenga mucho peso tanto que si se acaba, sea difícil de superar, quiero que sea real —Lo mire —No quiero algo frívolo y con normas, ¿Me entiendes?
—Sí —Mire al mar
—Quiero que si nos casamos mires el anillo y pienses en mí, aunque esté lejos, que tienes una loca y mala esposa que te ha dejado, para luego rechazar a las chicas que se te acercaran; —Tome aire —Quiero que seas feliz, pero sé que si te casas conmigo no podrás serlo —Lo regrese a ver —No puedo pedirte eso Alessio, casarme contigo y después irme —Apreté su mano —Sigo siendo una niña que tiene responsabilidades de adulto, que necesita algo, pero también quiere algo, así que dejo esta decisión para ti
—Creo que dejaste de ser una niña mucho antes de que tus padres murieran, has sido más madura que yo muchas veces, y lo eres ahora, con anillo y sin anillo, pensaré solo en ti, no importa si la mujer frente a mí esté desnuda; —Me reí —Esto será tan sagrado como tú quieras, un pacto, en donde no nos dejaremos Rouses, donde si se acaba solo volveremos a comenzar, porque no te dejaré ir, y te esperaré porque serás mi esposa, y es lo que más quiero en este mundo —Se acercó y beso mi frente. —A menos que este buscando una escusa para no casarte conmigo
—No es eso —Toque su rostro —Pero es muy egoísta privar a las demás chicas de ti
—Esas chicas no me interesan Rouses, y dudo mucho que yo les interese si me conocieran como tú lo haces —Asentí, bese sus labios lentamente y nos separamos juntando nuestras frentes
—¿Tendremos luna de miel? —Me mordí el labio —Porque yo estoy algo nerviosa con ese tema —Se rio de mí, lo mire con mala cara —No te rías de mi inexperiencia
—No debemos acostarnos Rouses, no si no quieres, podemos esperar hasta que regreses del viaje —Asentí —Lo que más quiero es que te cases conmigo y como sé que cuando regreses debemos casarnos otra vez, pues ahí podemos planear algo
—¿Estás seguro? Porque no quiero que…
—Te he esperado más tiempo, tres años no son nada
—Pues espero tener una noche de bodas memorable
Pase mis brazos por su cuello, sus manos se posaron en mi cintura, nuestros labios se juntaron, cuando nos volvimos a separar su mano se posó en mi mejilla y me arrime a ella, beso mi frente
—Debemos regresar, debemos planear donde será —Asintió, se separó de mí, sujetando mi mano
—Haremos una parada más, ven, te llevaré a un lugar —Camino por delante de mí y se quedó parado al ver que no lo seguía —Vamos, pasaremos los últimos días juntos —Lo mire intentando descifrar si había algo más algo, pero no, no había nada
—Tengo la presentación en dos días —Él asintió —Y debemos escaparnos
—Me aseguraré de que estés ahí y de lo otro yo me encargo —lo seguí —Vamos entra
—¿A dónde iremos? —Pregunte abriendo la puerta del auto
—Vamos sube y deja de hacer tantas preguntas —Perfecto dije en mi interior, él abrió la cajuela, yo me puse el cinturón, él entró después —Bien vamos —Encendió el auto y prendió la radio, abrí la ventana —Quita esa cara —dijo
—Es la única que tengo de momento, tengo sueño —dije
—¿Desde cuándo no duermes? Ayer dormiste como una roca —El mar se podía ver desde la ventana
—Tres días, pero fue bueno dormir —Lo miré
—¿Cuánto ha sido el tiempo más largo que no has dormido? —Pregunto
—Un mes y medio —dije —Creo porque después mi cabeza era algo confusa
—Eso no es normal —Asentí
—No soy una persona normal — subí el vidrio —Esto es una locura, me duele la cabeza, sabes, siempre he querido irme de viaje, coger el auto e irme lejos, donde nadie me pudiera encontrar, perderme; ahora debo ser muy cuidadosa con lo que hago, es mucha responsabilidad, solo pensarlo me pone la piel china, tanto poder, un imperio que controló casi todo lo de mi familia, ahora más que nunca espero que mi tía tenga un hijo propio, para que herede, si no me volveré loca, y lo que pasó
—Tal vez tengas un primo perdido —me reí
—Si lo tuviera, ya hubieran venido a reclamar herencia —Cambie de emisora —Todo este drama me cansa, no sé cómo hacer para que dejen de pelear, ese resentimiento —me miro —No me mires así sé que soy la persona menos indicada, pero si quieres saber, no les guardo rencor a mis padres; viéndolo mejor, creo me hicieron un favor a no quedarse conmigo, solo mira lo que ha pasado, me querían lejos de eso, intentando que no sea parte del chantaje — Me acomode en el asiento —Y después están los otros problemas, siento que es como una bomba de tiempo
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Editado: 27.05.2024