Una típica noche cuando lo único que se podían escuchar eran los perros de los vecinos ladrar y como el viendo chocaba y se dividía en las maderas de mi casa, pero no todo era tan normal ya que esta vez el caballo se escuchaba más y más pero sin darle importancia solo apague la luz y me acosté a descansar.
A la mitad de la noche solo me desperté y escuche como mi reloj marcaba con un pequeño ruido que ya eran las 3 am a lo que no entendí porque estaba despierto, solo sabía que el caballo ya no molestaba más y los perros tampoco se escuchaban asique me di tapándome intente volver a dormir cosa que no pude ya que un ruido ensordecedor que con el paso de los segundos se iba convirtiendo en un grito que desgarraría cualquier garganta.
Rápido me lance de la cama y salida hacia el exterior pero no logre encontrar nada extraño, hasta que vi al caballo darse vuelta y fue cuando vi su excreción.