capitulo 26 Miedo de verlo

Mabel y Dipper salieron temprano del trabajo era más o menos medio día. Se trataba de una buena oportunidad para salir y justos. 

Dipper quería relajarse del duro trabajo y Mabel no tubo de otra que acompañarlo por la única razón que no tenía ganas de quedarce en la cabaña del misterio.

Su primera parada fue el cafetín de linda Susan donde ordenaron una ración de guafles con miel de maple.

Mabel fue la primera en adelantarse en comer Dipper le siguió la corriente comiendo lo más rápido que pudo para evitar quedarce sin comida.

Al terminar dipper noto a dos chicos justo en la mesa de al lado, había una chica con grandes lentes y una capucha. Parecía como si se escondiera pero al ver de nuevo noto que el chico a su lado era León. 

Era más que evidente que Pacífica era la persona que se escondía pero León no lo hacía no le daba importancia. 

-Mabel mira allí están pacífica y su primo- interrumpió Dipper a su hermana mientras comía. 

Mabel volteo de sin mucho entusiasmo viendo el penoso intento de disfraz por parte de Pacífica y después vio a León. 

Un reflejo del miedo se activo en Mabel comenzó a temblar su cuerpo le gritaba que debía escapar, todos esos pensamientos que había tenido, León era el protagonistas de todos ellos.

Acto inmediato Mabel pidió a Dipper que se fueran sin más, Dipper no pensaba lo mismo quería aprovechar el momento para hablar con sus amigos.

-Hola chicos tiempo sin verlos - se dirigió a Pacífica y a su primo los cuales esperaban por su comida.

- Hola cuánto tiempo -León respondió primero ya que el miedo de Pacífica de ser descubierta por los demás le impedía intercambiar palabra. 

-Dipper que bueno que estás aquí justo estábamos hablando de ti verdad Pacífica. 

Pacífica soltó un chillido y rápidamente fulminó a su primo con una mirada asesina, pero por causa de los lentes no pudo notarlo.

León y pacífica habían estado hablando y como él lo afirmó Dipper y Mabel eran los protagonistas de su charla.

Los nervios de Dipper se hicieron presentes estába muy feliz de ver a pacífica después de tanto tiempo, pero no había recibido ni un saludo o sonrisa de su parte lo cual hacia que su confianza se convirtiera en temor. 

León fue el dominante de la situación sabía muy bien que Pacífica no quería estar con tantas personas entonces la tomo del brazo y después pidió que Dipper lo siguiera.

Mabel todavía estába en su lugar, León noto como había quedado fuera del grupo no quería dejarla atrás. 

- Mabel tú también puedes acompañarnos - Mabel reaccionó con un brinco solo escuchar la voz de León hacia que temblará.

León no quería perder tiempo y un pensamiento algo travieso paso por su mente, tomo a Mabel cargándola entre sus brazos.

Mabel no pudo reaccionar ante aquel acto su rostro se había notado rojo cuando sus ojos se alinearon con los de León su único mecanismo de defensa era cubrir su rostro para que no pudiera ver su tímida reacción. 

Era una recompensa León temia que Mabel reaccionara de una manera violenta y se llevará un golpe por su parte pero cargarla fue lo correcto, ver la linda expresión en la cara de Mabel hacia que valiera la pena.

Poco a poco se alejaron Mabel seguía siendo cargada por León se trataba de una sensación que nunca había experimentado así que no sabía muy bien como debía de reaccionar. 

Deveria de golpear al caballero que la cargaba o sentirse feliz.

- Ya está bien puedes dejarme aquí - dijo Mabel con una voz temblorosa dando a entender que el caballero que la sostenía devia dejarla andar por sí sola. 

-Lo siento por eso no sabía que hacer así que actúe de una manera inapropiada - se disculpo León a pesar de actuar de una manera muy vergonzosa estába feliz que Mabel no lo tomara de una mala manera. 

Dipper y pacífica se habían perdido de vista solo estaban ellos dos León y Mabel ahora ya nada detendría la ambición de los dioses. 

Mabel buscaba con sus ojos desesperada por encontrarse a su hermano no quería estar sola con el chico que le causaba tantas confusiones. 

-Mabel me alegra verte de nuevo te extrañe estaba pensando en ti me hacías mucha falta.

El rostro de Mabel tomo un tono carmesí, su corazón palpitaba sin control acaso era verdad que León extraño su compañía. 

Por que como podía ser, tenía que ser un juego una mentira no podía ser verdad parecía que Mabel era la dueña acsoluta de los pensamientos de León. 

La tristeza se apoderó de Mabel y de inmediato León sintió que era el culpable de su llanto. Mientras las lágrimas corrían por el rostro de la castaña con sus puño frotaba sus ojos buscando aliviar el dolor.

- Perdóname no sé qué e echo no estés triste por favor - parecía que las palabras de León reflejaban tristeza las emociones de Mabel lo habían contagiado.