¡tengo un niñero!

Capitulo 2 ᬊᬁ

Al entrar a casa veo a un hombre hablando con mi madre se ve joven, mi madre voltea a verme y me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

—que bueno que llegas cariño— dice algo triste —creí que no alcanzaría a despedirme— ¡espera que! Cómo que despefirse, eso quiere decir que ya se va a ir hoy, ahorita.

—¿te vas hoy?— mi cara no muestra expresión alguna, solamente me quedo esperando su respuesta.

—si cariño— voltea a ver al hombre a su lado —te quiero presentar el es James Thomson, el te cuidara muestras yo esté en este viaje.

—hola, mucho gusto— yo sigo sin responder nada, no me lo puedo creer, en serio, como me va a dejar con un completo desconocido.

—hija por favor di algo.

—que tendría que decir, está claro que no te importa lo que diga te irás dejando con un completo desconocido— mi tono de vos sale más frío de lo que esperaba pero no importa porque estoy enojada y quiero que sepa que estoy muy enojada.

—hija, entiendo que estés enojada por qué te dejare con un desconocido— en serio, no me digas —perones por tu bien, no quiero que algo te pase y dejarte sola es dar paso a qué te lastimen.

—y dejarme con un desconocido es mejor, como puedes dejar a tu hija con un extraño que no conozco y que quien sabe que mañas tenga.

—hija por favor, el es un hombre educado y no es para que lo ofendas asi— y ahora lo defiende.

—solo vete y ya— subo a mi habitación y me acuesto, es que no puede hacerme esto, ahora resulta que tengo un niñero ja, por favor pero yo me haré cargo de que se vaya claro que sí.

 

Mi madre vino y se despidió de mi claro está que desde afuera de mi cuarto porque no le abrí veo la hora y no falta mucho para que empiece la fiesta de está noche así que me baño y me pongo un vestido suelto negro con cadenas cayendo desde la espalda, me dejó mi pelo suelto y me veo al espejo.

—perfecta.

Bajo por las escaleras y veo a ese hombre al cual odio mucho en este momento y me doy cuenta que antes no le puse atención la verdad dudo que pase de 24 años, su piel es morena y su cabello lacio en un color negro azabache, sus ojos color grises y esas pestañas largas que tiene son super hermosas, sus labios en un tono rojizo ¡Maldición! No puedes comertelo con la mirada Karen, reacciona.

—voy a salir— le digo pasando por un lado de el pero siento su mano sostener la mía.

—con que permiso.

—disculpa, con el permiso de que o que— digo molesta.

—no vas a salir niña, y mucho menos sin mi permiso— okey este tipo se está creyendo la gran cosa o que.

—mira idiota, tu a mi no me vas a decir si puedo salir o no— me suelto de su agarre —por que no eres absolutamente nadie para decirme que puedo o no hacer me entiendes.

—soy tu niñero y tengo todo el derecho y el permiso para decir que puedes o no hacer.

—eres un idiota lo sabías.

—vete a tu habitación niña— me voy molesta a mi cuarto pero ese cretino no arruinara mi fiesta.

 

Me llevo un buen rato pero por fin pude salir de la casa y pedí un taxi. Al llegar le pago al chófer y voy a dentro y empiezo a buscar a mi mejor amiga hasta que la veo y me acerco a ella.

—¡Ey! pensé que no vendrías.

—y perderme una fiesta eso nunca— dije lo último soltando una pequeña risa.

—jajaja pues si verdad, pero porque tardaste tanto en llegar.

—bueno, mi mamá se fue hoy.

—ooh lo siento.

—y lo peor es que ahora tengo un niñero— tomo un trago de mi vaso con cerveza.

—y es guapo— me dice sintiendo pícaramente y guiñando me el ojo.

—es en serio, solo en eso piensas te dije que me estoy quedando con un extraño en mi casa y solo me dices "y es guapo".

—jajaja bueno, bueno ya perdón, pero quería saber eso y así ir más seguido a tu casa.

—ya mejor cállate— ella empieza a reír y seguimos tomando.

 

Eran las 3 de la madrugada cuando llegue a mi casa, abrí la puerta lo más suave que pude y la cerré de igual manera, empieze a caminar de puntillas a la escalera cuando se la nada los focos se encienden  dejando ver la cara de James muy molesto.

—en serio, esperar en la oscuridad que anticuado— le dije con una sonrisa burlona.

—creíste que no me daría cuánta niña, en serio, estás jugando con mi paciencia— su mirada es fría y su mandíbula está apretada —te advierto que si no le haces caso...

—ni creas que te haré caso— dije con un tono molesto 

—mas te vale no agotar mi paciencia niña— dice el aún más molesto y los quedamos mirando por un tiempo hasta que subo a mi habitación enojada.

 

 

 

 

 



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En el texto hay: amor, suspenso magia, fantasía drama

Editado: 25.02.2021

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